El arquitecto, urbanista y político brasileño Jaime Lerner se destacó por sus ideas innovadoras en el ámbito del urbanismo, que han sido replicadas a lo largo del tiempo en centenares de ciudades en todo el mundo.
Jaime Lerner nació en Curitiba en 1937 y es conocido principalmente por sus tres mandatos como alcalde de esta ciudad brasileña y sus dos periodos como gobernador del estado de Paraná, lugares donde implementó una serie de reformas urbanas que no solo transformaron a Curitiba, sino que también influyeron en el urbanismo global. Sus enfoques se caracterizan por la sostenibilidad, la inclusión y la creatividad en el uso del espacio urbano.
Lerner se graduó en arquitectura en la Universidad Federal de Paraná en 1964. Desde joven, mostró un interés particular en cómo las ciudades podían funcionar mejor para sus habitantes. En una de sus primeras actuaciones visibles, él y un grupo de colegas se opusieron al plan de desarrollo oficial diseñado por el arquitecto francés Alfred Agache en la década de 1940 para Curitiba, por lo que propusieron una visión diferente, que implicaba crear desarrollos densos a lo largo de los corredores de transporte público, reducir la expansión urbana, extender las áreas verdes y preservar las zonas históricas.
Luego de que su plan para Curitiba fuera adoptado en 1968, Lerner creó el primer departamento de planificación urbana de la ciudad para ayudar a organizar y dirigir los esfuerzos de reurbanización. Entre las innovaciones del departamento en la década de 1970 estuvo la Rua Quinze do Novembro, el corazón de la Curitiba comercial y la primera calle peatonal de Brasil. La ciudad también adoptó el Sistema Trinário, para minimizar el tráfico en la ciudad, cuya población ya había superado los 600.000 habitantes. El nuevo sistema intercalaba una calle central de dos carriles restringida al tráfico de autobuses y automóviles locales entre calles anchas y de un solo sentido de rápido movimiento. Buscaba así integrar el transporte público, las vías de acceso y los usos del suelo.
Lerner fue elegido alcalde de Curitiba por primera vez en 1971. En este período, inició una serie de proyectos que buscaban mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través de un urbanismo innovador y sostenible. Cabe destacar que repetiría dos veces más el cargo de alcalde (de 1979 a 1983, y de 1989 a 1992).
Uno de sus primeros y más notables proyectos fue la creación del Sistema Integrado de Transporte (SIT), conocido mundialmente como el primer sistema de Bus Rapid Transit (BRT). El SIT de Curitiba es quizás el aporte más significativo de Lerner al urbanismo global. Ante la falta de recursos para construir un sistema de metro, Lerner propuso y ejecutó un sistema de autobuses que funcionara con la misma eficiencia y rapidez. Este sistema incluyó carriles exclusivos para autobuses, estaciones prepago y autobuses biarticulados, que permitieron un alto flujo de pasajeros de manera rápida y eficiente. Este modelo ha sido replicado en más de 180 ciudades del mundo como Bogotá, Ciudad de México o Guangzhou, demostrando su viabilidad y éxito.
Otra contribución importante de Lerner es su enfoque en la planificación urbana sostenible. Durante su mandato, implementó una serie de parques y espacios verdes en Curitiba, lo que no solo mejoró la estética de la ciudad, sino que también ayudó a controlar las inundaciones y a mejorar la calidad del aire. La creación del Parque Barigüi y el Jardín Botánico son ejemplos destacados de cómo la integración de espacios verdes en la planificación urbana puede generar múltiples beneficios ambientales y sociales. Además, miles de árboles fueron plantados en las calles y el índice de áreas verdes ascendió a 55 m2 por habitante, 5 veces más de lo que recomienda la ONU. Para ello se llevaron a cabo acuerdos muy creativos, muchos de los parques temáticos fueron entregados a las varias colonias de inmigrantes, quienes con ayuda de sus embajadas desarrollaron sus respectivos parques, como es el caso del parque japonés, o el parque italiano.
Lerner también promovió la participación ciudadana en el proceso de urbanización. Creía firmemente que los ciudadanos debían ser parte activa en la planificación y desarrollo de su ciudad. Para ello, se implementaron programas de educación ambiental y reciclaje, así como proyectos de vivienda para poblaciones de bajos ingresos. El programa «Faróis do Saber» (Faros del Saber), que consistía en la construcción de pequeñas bibliotecas y centros de educación en barrios desfavorecidos, es un claro ejemplo de su compromiso con la inclusión social y el desarrollo comunitario.
La capacidad de Lerner para pensar de manera creativa y encontrar soluciones innovadoras a problemas urbanos complejos es otro de sus legados más importantes. Por ejemplo, la Rua 24 Horas, una calle peatonal que opera las 24 horas del día, se convirtió en un símbolo de la vitalidad urbana y la accesibilidad. Además, la creación de las «Módulos Urbanos» permitió la descentralización de servicios y la mejora de la accesibilidad para todos los ciudadanos, sin importar su ubicación en la ciudad.
El impacto de las políticas y proyectos de Lerner en Curitiba le valieron numerosos premios y reconocimientos internacionales. Fue galardonado con el Premio de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en 1990 y fue incluido en el Salón de la Fama de la Planificación Urbana de la ONU. Su enfoque en el transporte público sostenible, la inclusión social y la planificación urbana verde ha sido estudiado y replicado en todo el mundo, consolidándolo como una figura clave en el urbanismo global.
Jaime Lerner ha dejado una marca indeleble en el campo del urbanismo a través de su trabajo en Curitiba. Su visión de una ciudad más sostenible, inclusiva y eficiente ha inspirado a urbanistas y planificadores a lo largo de los años. Los aportes de Lerner no solo transformaron su ciudad, sino que también sentaron las bases para prácticas urbanísticas innovadoras y sostenibles en el nivel global.
