La importancia del suelo del árbol urbano ‘Urbasol’

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Miguelángel Sierra Castellanos
7 septiembre, 2020 - Ecología Urbana

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la ciudad es “una comunidad biológica donde los humanos representan la especie dominante o clave y donde el ambiente edificado constituye el elemento que controla la estructura física del ecosistema”.  En las grandes ciudades el suelo ha pasado de ser rural a urbano y la disponibilidad de su ordenamiento ha sido fundamental para el crecimiento urbanístico. Es por esto que el “suelo urbano” es la base del patrimonio de la propiedad privada, sin importar la desproporción por extensión y el mal uso que se le da en las ciudades.

No es de extrañar que gracias al desarrollo de las ciudades, las fuentes naturales de agua como los manantiales y los humedales hayan desaparecido; al igual que muchos bosques urbanos han sido reducidos y perdido su vocación ecosistémica, como resultado de la invasión del cemento, que además trae por encargo la contaminación, el desplazamiento faunístico y limitaciones como el cambio de hábitos para todas las especies que habitan las ciudades.

El suelo en la ciudad es un componente natural que tiene un carácter multifuncional, sin embargo existe un factor limitante para que este suelo este facultado de manera idónea para el buen desarrollo del árbol urbano. Es primordial hacer una diferenciación entre lo que creemos saber de los árboles y el verdadero sentir del árbol urbano, en este caso todo parte desde el impacto antrópico (acción del hombre) y sobre todo de las intervenciones que sufre el suelo del árbol urbano “Urbasol” gracias a su intima relación entre su estructura y el crecimiento de los árboles, en particular el de sus raíces, porqué que se enfrentan a situaciones de estrés hídrico de manera constante, falta de nutrientes, ataques de insectos plaga, intoxicaciones, etc.

En este orden de ideas este ecosistema es tejido de manera artificial (urbasol) y con un flujo de energía con un saldo negativo a causa de su mal funcionamiento, porque consume los recursos de origen externo casi en su totalidad ya  que solo recibe desechos sólidos, gaseosos y líquidos, derivados de ciudades con un funcionamiento insostenible y en donde el árbol urbano se convierte en un actor fundamental,  porque siempre ayuda  en la atenuación de las situación adversas y promueve permanentemente la recuperación del aire, la remoción de residuos orgánicos volátiles e incluso tolera el impacto humano entre muchas más cosas.

LA RAÍZ DEL PROBLEMA ESTÁ EN EL URBASOL.

 El suelo del árbol urbano deber ser tomado en consideración de una forma muy particular; en la ciudad, más que en otra parte, el urbasol representa un verdadero capital, sin el cual los árboles no podrían desarrollarse. Su preservación y la mejora de su calidad condiciona el futuro de los árboles de las ciudades. Pero este capital, poco conocido, es amenazado por numerosos males; como la perturbación intermedia, la resequedad, la compactación, la congestión, las carencias minerales y de nutrientes, la inestabilidad microbiológica, la salinidad, contaminación por hidrocarburos, etc.

La mayoría de los problemas encontrados en el arbolado tienen sus raíces en el suelo del árbol urbano. Las raíces de las plantas son productoras primarias y es a través de la fotosíntesis, que aprovechan la energía del sol, el CO2 del aire y el agua, que los convierten en carbohidratos disponibles para otros organismos. Existe una estrecha relación entre el suelo urbano y la calidad de las raíces de los árboles establecidos allí: su vigor, su condición fisiológica y su desarrollo vegetativo.

LA DIFERENCIA ENTRE EL ÁRBOL URBANO Y LOS ARBOLES DEL BOSQUE

Resulta difícil de comprender la diferencia entre el árbol urbano y los arboles del bosque, pero existen en verdad grandes diferencias que pocas veces resultan advertidas cuando como humanos creemos que tenemos el conocimiento y el control sobre ellos. Los árboles del bosque por lo general presentan una alta carga de interacciónes biológicas, donde la masa critica por lo general siempre disfrutan de un gran festín, gracias a esa impronta holística multidisciplinar que allí se presenta; y es gracias esa intensidad en la que los árboles del bosque se convierten en los seres vivos mas dinámicos de este ecosistema, muchos de sus habitantes son bastante longevos e incluso se encuentran aldeas establecidas por un solo ejemplar.

Cosa distinta ocurre con el árbol urbano que hoy vemos y que NO conocemos; por lo general ha sido plantado para aportar al paisaje de la ciudad, buscando sus beneficios ambientales, apoyándose en la sostenibilidad y el embellecimiento urbano, o como una excusa para mejorar la calidad de vida de las personas que habitamos las ciudades. Entre los beneficios que entregan estos nobles seres esta por ejemplo, su capacidad para ejercer regulación térmica, aporta sombra en la época estival, contrarresta el “efecto isla de calor (domo de aire cálido que se forma en áreas urbanas debido a la presencia de edificios y superficies pavimentadas que continúan irradiando calor incluso después de la puesta del sol”, según la United States Environmental Protection Agency). También ayuda en la retención de monóxido de carbono, monóxido de sulfuro, ozono troposférico y compuestos orgánicos volátiles naturales: isopreno, limoneno, pineno, y artificiales: tolueno, benceno, nitrobenceno, clorobenceno, formaldehído, óxidos de nitrógeno y otros. Nos defienden constantemente mediante la filtración del polvo, cenizas, humos, PM10 (partículas menores a 10 µm). asi mismo ayuda en la regulación hídrica al retener y ralentizar la caída de agua de lluvia al suelo; en la reducción de contaminación sonora (ruidos) entre 6 a 10 dB. Además de acercarnos a la fauna silvestre,  sirviendo como soporte y alimento para estos. No menos importante es la ayuda que ejercen en la salud mental de la población, estimulando, apaciguamiento y aportando espacios más tranquilos para compartir.

Sin embargo y a pesar de todos conocemos de estos beneficios desde hace bastante tiempo, la gestión pública del arbolado urbano no logra ser eficiente en la mayor parte de las ciudades de Latinoamerica. Una de las causas que afectan la mala condición del árbol urbano se refleja en la falta de conocimientos e información relacionados con la arboricultura por parte de quienes los intervienen, además de la falta de planificación en las ciudades respecto al paisaje. El arbolado urbano representa una verdadera problemática que abarca toda la trama urbana, ya que no se interpreta la verdadera realidad, ni siquiera desde la naturaleza del árbol; pero sobre todo, desde las nefastas y desafortunadas decisiones políticas, sin incluir la cuota de corrupción; porque en el mayor de los casos la mayor oferta de daño viene desde el recurso humano NO calificado que interviene el arbolado urbano.

Cuando se planta un árbol pequeño en el alcorque o en la calle, lo que se está plantando es un “proyecto de árbol”. Ya que habrá que esperar, (según la especie), entre 10 o 15 años para que empiece a ofertar los servicios ecosistémicos y paisajísticos, y es de considerar que ese árbol debe plantarse considerando a los otros árboles que se encuentran en su entorno. Por lo tanto, antes de decidir plantar un árbol hay que considerar y comprender múltiples cuestiones que requieren de una planificación.

Miguelángel Sierra @biosierra