La lucha contra el cambio climático perdió las elecciones

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LA Network
9 noviembre, 2016 - Gobernanza

La elección de Donald Trump como nuevo presidente de los EE.UU. pone en riesgo el compromiso de ese país en acciones concretas frente al cambio climático y los posibles avances del mundo definidos en el Acuerdo de París.

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El empresario, que anoche derrotó sorpresivamente a la candidata demócrata Hillary Clinton, ha repetido hasta el cansancio que el cambio climático es “una falsa alarma”

El optimismo para avanzar en compromisos reales frente al cambio climático era la sensación predominante en la Cumbre del Clima que inició hace dos días en la ciudad marroquí de Marrakech. Pero hoy seguramente ese optimismo se convirtió en decepción e incertidumbre entre los representantes de los países y los expertos reunidos en esa ciudad africana, ante el resultado de la elección presidencial en los EE.UU.

En Marruecos la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP22), tiene como objetivo lograr una política global de reducción de emisiones de carbono, que fue suscrita por más de cincuenta país en el Acuerdo de París hace menos de 10 meses.

A pesar de las evidencias para la mayoría de los científicos y expertos sobre la existencia y las consecuencias del calentamiento global, existen los llamados negacionistas, quienes no creen que el cambio climático sea un problema o esté provocado directamente por el hombre. Hoy esa legión tienen un aliado muy poderoso: Donald Trump, el nuevo presidente de los EE.UU.

El empresario, que anoche derrotó sorpresivamente a la candidata demócrata Hillary Clinton, ha repetido hasta el cansancio que el cambio climático es “una falsa alarma” e incluso ha llegado a considerar como “un efecto menor” las consecuencias del calentamiento de la Tierra. Entre otras afirmaciones ha señalado que él no es “un creyente en el cambio climático de origen antropogénico”, es decir, del causado directamente por el ser humano.

Las opiniones más disparatadas del nuevo inquilino de la Casa Blanca se vieron con mayor intensidad a lo largo de la campaña en su cuenta de Twitter. Allí afirmó que “el concepto del calentamiento global fue creado por y para los chinos, con el objetivo de hacer la industria de Estados Unidos no competitiva.” Agregó incluso en el tono más agresivo posible que su país tenía que parar de creer en esa “mierda”

Desde la firma del acuerdo en la capital francesa, en diciembre de 2015, 55 países, que representan el 55% de las emisiones de carbono, ratificaron el acuerdo y asumieron el compromiso de materializarlo en políticas públicas. Entre los principales países que ratificaron los acuerdos están Estados Unidos y China. Para la administración de Barack Obama el tema ha sido y es una prioridad.

El Acuerdo de París trazó como meta principal mantener el calentamiento global menor a dos grados Celsius. Si el planeta llegara a los cuatro grados, el clima experimentaría un incremento de los ciclones naturales, sequías, hambruna y un aumento del nivel del mar en las costas.

El acuerdo también previó que cada país fijara su meta de reducción de las emisiones de carbono, y buscara crear un fondo de 100.000 millones de dólares para las naciones emergentes a fin de ayudarlos a desarrollar políticas sostenibles y amigables con el clima.

Ahora la pregunta es: ¿respetará Donald Trump los compromisos asumidos en este acuerdo? ¿Estará interesado en continuar las políticas de Obama en esta materia?  Ya en meses pasados había dicho a algunos medios como Reuters que “como poco” renegociaría estos acuerdos de París, justamente ratificados por Obama y su homólogo chino, Xi Jinping. La incertidumbre sobre este tema es clara en lo que viene. Pero no es el único asunto en el que el mundo está preocupado y se pregunta si Trump tendrá la inteligencia para abordarlo.