Desde que el mundo emprendió en globalizarse y expandirse en forma exponencial han surgido diferentes modificaciones respecto a el estilo de vida de los seres humanos y es que el modo en que la comunidad mundial tiende a convivir ha sido evolutivo pero a su vez contradictorio teniendo en cuenta diferentes intereses no solo propios sino que sociales.
A través de los últimos años dichas modificaciones nos han llevado a que como sociedad seamos identificados en el lugar que vivimos pero estos se ha centrado en la ciudad propia, el concepto de país como unidad cada vez ha creado una brecha mas grande y aunque haya un espíritu de unión en la nacionalidad, nos sentimos mejor identificados con culturas regionalistas y se crea una alianza más fuerte con personas cuyo tema en común es la ciudad donde habitan.
Existen dos puntos de vista bastantes marcados en los últimos años acerca de las ciudades frente al mundo: por un lado, está la inversión social la cual es promovida por gobiernos locales y los mismos ciudadanos, los cuales buscan dar a conocer las mejores cualidades de sus ciudades, entre ellas, mostrar sus sitios culturales, dar a conocer la concientización que existe frente al desarrollo sostenible y su seguridad, pero lastimosamente la otra cara de la moneda es aquella donde se evidencia la inequidad social, donde se crea un mundo de posibles razones por las cuales existe, pasando por homicidios y robos hasta casos severos de corrupción; y es que en la actualidad los medios de comunicación se han encargado de sobresaltar esa cara de la moneda avergonzarte y que por momentos aquellos mismos ciudadanos, aquellos que se autoproclamaban regionalistas, se hacen ajenos al tema.
Pero en realidad no se dan cuenta de que su ciudad es observada por toda una gran comunidad, no solo de la misma nación sino que a nivel mundial, y de que un factor relevante empieza surgir, el tema económico, según diferentes referentes existe una conexión directa en que las ciudades con casos de corrupción son las mismas con mayores tasas desempleo, inseguridad e inflación.
Esto afecta de una manera drástica a la imagen exterior de la ciudad por lo cual solo se llega a una conclusión, se genera desconfianza a nivel mundial, es decir, se deja de ser una ciudad lucrativa económicamente y se vuelve poco interesante para los visitantes por tal motivo la internalización de un ciudad empieza por una conformación bien estructurada desde la parte mas interna de la misma donde se forje unas bases correctas y transparentes las cuales faciliten toda una gran configuración como ciudad para mostrar.