Catástrofes como huracanes, terremotos, sequías e inundaciones han afectado a 152 millones de personas en toda la región desde el año 2000.
Un nuevo informe de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios reveló que América Latina y el Caribe es la segunda región más propensa a desastres naturales en el mundo, siendo las tormentas y los huracanes los más letales al aportar la mayor parte de los 152 millones de afectados en la región.
Según la ONU, las tormentas que afectan a Centroamérica y el Caribe son cada vez más poderosas. Tormentas más frecuentes e intensas en la región significa que hay menos tiempo para la recuperación entre eventos, como lo atestigua el caso de Dominica: el país todavía se estaba recuperando del impacto de la tormenta tropical Erika en 2015, cuando en 2017 fue completamente devastado por el huracán María, que mató a 64 personas.
En los últimos 20 años, los países más afectados por las tormentas en la región han sido Cuba, México y Haití con 110 tormentas, 5 000 muertes, 29 millones de personas siniestradas y 39 000 millones de dólares en daños totales.
De otro lado, estudios sismológicos recientes han identificado grandes zonas a lo largo de la costa de Ecuador, Perú y el norte de Chile que podrían producir sismos de gran magnitud en el futuro. Existe la posibilidad de un terremoto de magnitud 9.0 o mayor en esta parte de América del Sur, con la brecha sísmica de Arica en el norte de Chile, identificada como el punto de un terremoto tan intenso.
Brasil se encuentra entre los principales países del mundo con mayor población expuesta a estas catástrofes, pero Colombia, Panamá, Costa Rica, Venezuela, Perú, Bolivia, Uruguay y Argentina también han sido afectados. En Colombia, más de 10 millones de personas han sufrido este tipo de desastre en los últimos años, la mayor cantidad de población en la región.