El Smart City Expo Latam Congress en México convocó la voluntad de varias organizaciones para impulsar el desarrollo sostenible de las ciudades en clave de Nueva Agenda Urbana.
La ciudad de Puebla (México) fue el escenario para la firma de un importante convenio entre la Alianza Smart Latam, ONU Hábitat y organizaciones como Mercociudades, la Unión Interamericana para la Vivienda – Uniapravi,y el Instituto Dialogue, que creará un ecosistema “que permita financiar soluciones urbanas integrales en ciudades grandes, medianas y pequeñas de Latinoamérica”, explicó a LA Network el vicepresidente de Comunicación y Gestión del Conocimiento de Uniapravi, el mexicano Tulio Vázquez López.
Un pacto para promover, facilitar y acelerar el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible – ODS 11: Ciudades y Comunidades Sostenibles, resulta más que pertinente cuando, por ejemplo, en la dimensión de vivienda y según el Banco Interamericano de Desarrollo – BID, el 94 % de los hogares urbanos de la región, no tiene suficiente calidad o peor aún existen “alrededor de 500 millones de personas en la región que viven en ciudades bajo un proceso de urbanización acelerado, defectuoso y exclusivo que causa importantes brechas en la cantidad y calidad de la vivienda para familias de bajos ingresos”.
Esta voluntad se formalizó a través de una Carta de Intención en la que se establece que la región no carece de la capacidad de atraer fondos de inversión, sin embargo, si el objetivo es ir a escala en el cumplimiento de los ODS, “es necesario articular de forma novedosa estrategias compartidas para la movilización de recursos”, señala el documento.
Luis Pereyra, integrante de la División de Relaciones Internacionales y Cooperación de la Intendencia de Montevideo y responsable de la Secretaría Técnica Permanente de Mercociudades, destacó la propuesta y sus características, así como la importancia de que Mercosur con sus 349 ciudades miembros de 10 países, sea parte fundamental de esta intención, lo que podría articular con mayor facilidad la relación gobiernos – ecosistema.
“Lo que se plantea es generar una estructura validada de ofrecer a los distintos tipos de gobiernos locales por su tamaño, las formas de llegar al financiamiento, uno que sea sostenible en el tiempo, que integre a todos los actores”, señaló el funcionario.
En resumen, acelerar el desarrollo y activación de programas de transformación urbana integral de “larga escala en el mediano y largo plazo”, expone la carta.
Según el Vicepresidente de Uniapravi, esta alianza es la manera ideal de cómo el sector privado, el sector financiero, le da lectura a la Nueva Agenda Urbana y se une al cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el 11.
“Esta alianza identifica qué vehículos de inversión pueden acercarse a financiar soluciones urbanas integrales. Propuestas que cumplan mecanismos de impacto comunitario, de impacto medioambiental y de impacto social. El rol que nosotros buscamos, que deben jugar los organismos internacionales como ONU Habitat es que validen ese cumplimiento y de esa manera, en términos prácticos, estamos respondiendo como sector privado al cumplimiento del Objetivo Desarrollo Sostenible 11 que es tener mejores ciudades”, señaló Vázquez López.
Para el integrante de Uniapravi, al momento de la formulación de la Nueva Agenda Urbana (Quito, 2016), el sector privado sintió lejanas las posibilidades de participación en las propuestas y preocupaciones de ONU Habitat. Sin embargo, poco apoco se ha ido despejando el panorama para integrarse a la acción por los ODS.
“Desde el punto de vista de las instituciones financieras queremos que las personas puedan acceder, adquirir, rentar, mejores soluciones habitacionales”, expresó respecto a la alianza que estimulará y facilitará la unión en fondos de inversión de recursos que permitan el desarrollo de proyectos de vivienda y de otro tipo en un esquema de ganancia mutua: que ganen las ciudades, sus comunidades y también las organizaciones integrantes del ecosistema con la validación de ONU Habitat.
“Desde el punto de vista social queremos también que las comunidades estén mucho más vinculadas y generen valor agregado en cada una de las ciudades, eso es Nueva Agenda Urbana”, indicó.
Un buen ejemplo de lo que podría estimular esta alianza es el que aborda el BID en el marco de una de sus más recientes investigaciones realizadas en Nicaragua donde existe un 70 % de déficit de vivienda y en el que en unión de distintas organizaciones ya se están planteando soluciones como la peruana donde la construcción de ‘viviendas verdes’ ha dinamizado soluciones urbanas integrales.
“Estas casas proporcionan el confort suficiente y permiten ahorros significativos en el consumo de agua, electricidad y gas. Estos ahorros, basados en las llamadas “ecotecnologías” y los nuevos materiales locales, permiten que más ingresos disponibles ofrezcan préstamos a familias de bajos ingresos”, indica el organismo, basado en su libro Vivienda, ¿qué viene?
“Creo que el enfoque siempre debe estar en la Nueva Agenda Urbana y en los ODS. Cómo ejecutamos los gobiernos locales la Nueva Agenda, cómo podemos desarrollar los ODS en nuestras ciudades”, concluyó Pereyra.