Los cálculos permitieron cuantificar 21.200 toneladas de compuestos orgánicos volátiles (COVB) emitidas en 2013.
Tal vez no sea la primera vez que se lleva a cabo una investigación buscando este mismo propósito, pero la “calculadora” de emisiones de la vegetación, desarrollada en la Universidad Nacional de Colombia sede Manizales, tiene un plus que la hace especial dentro de sus similares: tuvo en cuenta para su análisis la topografía del terreno colombiano, lo que la convierte en una aliada ideal para estudiar la calidad del aire de las ciudades del país.
Este desarrollo, se trata de una apuesta que permite analizar los compuestos orgánicos volátiles (COVB) que se producen de la densidad de las plantas, sustancias que rápidamente se transforman en la atmósfera e influyen en la calidad del aire.
Ante esta situación apareció BIGA, un modelo para calcular las emisiones provenientes de la vegetación considerando las altitudes o el gradiente altitudinal, y que fue probado en el departamento colombiano de Caldas, donde el 98,4 % del territorio está cubierto de vegetación: 35 % cultivos, 34 % pastos y 29 % bosques.
“Todas las plantas emiten compuestos orgánicos volátiles; lo hacen porque reaccionan al estrés provocado por las plagas o la temperatura, y en las áreas urbanas como respuesta a los altos niveles de contaminación”, destacó la docente Beatriz Aristizábal Zuluaga, directora del grupo de trabajo académico en Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la U.N. Sede Manizales.
BIGA, permitió la elaboración de un inventario de los compuestos orgánicos volátiles (COVB), el cual permitió cuantificar 21.200 toneladas de estos compuestos emitidas en 2013: las emisiones en días de temporada seca son hasta un 35 % más altas que en días húmedos.
Con los resultados obtenidos, BIGA se convierte en una aliada esencial en la formulación de políticas y estrategias apropiadas para reducir y controlar contaminantes: igualmente, permitirá realizar programas de reforestación y planes de prevención, esto con el propósito de establecer guías para evaluar el efecto del uso y la cobertura del suelo en las emisiones de estos compuestos.
