Manizales cuenta con una veeduría cívica de control político y social

Manizales cuenta con una veeduría cívica de control político y social

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LA Network
17 noviembre, 2018 - Ética Ciudadana

La Corporación Cívica de Caldas, en su trabajo de 36 años, ha logrado acompañar la construcción de una política local para el cambio tecnológico en el transporte y trabajado en la construcción de indicadores ciudadanos.

Manizales cuenta con una veeduría cívica de control político y social
Manizales, capital del departamento colombiano de Caldas.

Muchos y muy sonados han sido en los últimos años los casos de corrupción en Colombia. Desde el más pequeño funcionario, pasando por gobernantes y grandes empresarios, purgan actualmente penas de cárcel por malos manejos de los recursos públicos, y otros tantos huyen de las autoridades, quienes tienen pruebas contundentes de sus malos pasos.

También, situaciones como seguridad vial, medio ambiente, calidad del aire y cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, han ocupado las principales agendas de los gobernantes en el país latinoamericano, al punto que con el tiempo han venido apareciendo organizaciones de la sociedad civil, quienes se han encargado de “ponerle ojo” a la administración pública, y se han apropiado, desde el activismo, de temas como la movilidad, el aire que se respira y estrategias de buen gobierno.

En Manizales, capital del departamento colombiano de Caldas, existe desde hace 36 años la Corporación Cívica de Caldas (CCC), una organización de la sociedad civil que se encarga de la defensa del interés colectivo a través de tres líneas de trabajo: Veeduría Ciudadana, Civismo y Pedagogía, haciendo de esta forma una veeduría para la transparencia, impulsando el civismo para el desarrollo sostenible y trabajando en pedagogía para la democracia.

“En veeduría ciudadana y lucha contra la corrupción, tenemos un activismo permanente en el fortalecimiento del acceso a la información pública. Exigimos a las entidades que tengan mejor transparencia de sus datos y sus procesos, y formamos ciudadanos en seguimiento”, destacó a LA Network el gerente de la Corporación, Camilo Vallejo Giraldo.

La Corporación Cívica de Caldas (CCC) se encarga de la defensa del interés colectivo a través de tres líneas de trabajo. Foto: Corporación Cívica de Caldas

Esta veeduría, además, está acompañada por un énfasis en el seguimiento a la información contractual, y de planeación de desarrollo y territorial. Para ello, la Corporación Cívica de Caldas lleva a cabo un proyecto, junto con el Periódico La Patria, destacado nacional e internacionalmente y que se denomina #LupaALaContratación, una estrategia en la cual “transparentamos y tratamos datos de contratos”, como destaca Vallejo Giraldo.

De otro lado, la Corporación enfoca sus voluntades en hacer una construcción de ciudad a través del civismo, para lo cual llevan a cabo diferentes estrategias que les permiten acercarse a la ciudadanía, unas de ellas, la #RevoluciónPeatonal y la calidad del aire.

“En lo que llamamos la línea de civismo, hacemos activismo y promoción para la implementación de los ODS en la región. Hemos tomado iniciativas a favor de la #RevoluciónPeatonal y en la lucha por la calidad del aire”, destaca Vallejo, quien agrega que en la #RevoluciónPeatonal “hemos trabajado de la mano con Dérive LAB. Buscamos cambios de enfoques. Para la calidad del aire logramos instalar la mesa por la calidad del aire de Manizales, en alianza con Manizales Cómo Vamos y la Caja de Compensación Familiar de Caldas, ConfaCaldas”.

Un proceso que arroja resultados

Si bien este tipo de iniciativas se alimentan de buena voluntad, investigación, regulación, supervisión y atención a los procesos, es imperativo que los resultados en favor de ciudades bien manejadas y control político, se hagan visibles. Además, es necesario para ellos que la ciudadanía conozca qué pasa, por qué pasa y qué se está haciendo para que lo que resulta irregular, no se siga repitiendo.

“Primero, en el tema de corrupción, hemos detectado una proliferación de la contratación directa -un tema nacional-, hemos encontrado faltas de planeación de proyectos y licitaciones de pocos proponentes. Son riesgos de corrupción. Segundo, en la seguridad vial, nos hemos encontrado con que Manizales es una de las ciudades con peores indicadores en seguridad vial, según Manizales Cómo Vamos. Hemos detectado un discurso pro-peatón pero una realidad en infraestructura pro-vehículo y pro-velocidad”, afirma el gerente de la Corporación Cívica de Caldas, Camilo Vallejo Giraldo.

Con la Corporación Cívica de Caldas, los ciudadanos aprenden a realizar veeduría a través del acceso a los documentos públicos. Foto: Corporación Cívica de Caldas

Ante esta perspectiva, por ejemplo, en seguridad vial, desde la corporación han procurado por generar espacios en los que se hable del tema. De esta manera, en la Secretaría de Tránsito de Manizales “ha habido eco para lograr la reducción de velocidades, pero todavía falta infraestructura peatonal y decisiones en el control de velocidad”, como lo destaca Vallejo.

De otro lado, hace apenas un mes, investigadores reunidos en el “Congreso Internacional Ambiental: calidad del aire, salud pública y movilidad sostenible”, destacaron que, aunque la ciudad cumple con la norma nacional anual y diaria de concentración de material particulado en aire ambiente, los promedios obtenidos en todas las estaciones que monitorean el PM10 y el PM2.5 superan la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Afirmación que secunda Vallejo Giraldo, al remarcar que, si bien la calidad del aire en Manizales no está en niveles críticos, sí tiene mala percepción. “Con los aliados hemos procurado liderar un discurso de que Manizales está a tiempo de tomar decisiones correctas para prepararse para cumplir los estándares más exigentes que vienen”, dice.

En adelante, la Corporación Cívica de Caldas, que con su trabajo de 36 años ha logrado acompañar la construcción de una política local para el cambio tecnológico en el transporte y trabajado en la construcción de mejores indicadores ciudadanos, tiene como metas consolidar “políticas concretas de transparencia (no compromisos generales) con los candidatos a Alcaldía y Gobernación; perfeccionar los medidores ciudadanos para entregarlos a organizaciones sociales. Y hacer seguimiento a indicadores peatonales del nuevo POT y de los planes de desarrollo”, todas acciones que permitan articulaciones con otras organizaciones en favor de sus planes estratégicos con las apuestas ODS.