La herramienta permite medir la calidad del transporte público en materia de horario y recorrido de rutas.
Un grupo de profesores y estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá, desarrolló un software para transporte que consiste en un sistema integrado por un chip de radiofrecuencia que se instala en el parabrisas del vehículo, de manera que al pasar por determinada calle o intersección, puede ser detectado por unos lectores instalados.
Según el profesor Félix Vega, del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Facultad de Ingeniería de la U.N., en contraste con las soluciones de monitoreo que resultan bastante costosas, la iniciativa del equipo de la Institución plantea algo muy similar, pero a un costo mucho menor.
La herramienta fue probada con éxito en un ambiente controlado realizado en el campus de la Universidad, en el que participaron 600 vehículos. Además, se hicieron pruebas con 150 buses de trasporte intermunicipal que recorren la ruta Bogotá–Chía, en el departamento colombiano de Cundinamarca.
El profesor Vega, agregó que que un chip de radiofrecuencia electrónica (o RFID) es un circuito electrónico en miniatura de escasos milímetros, es el desarrollo que puede ser instalado en una calcomanía con unas dimensiones de 10 cm de largo por dos de ancho y no usa baterías porque se alimenta de la misma señal que le envía el lector de radiofrecuencia.
Además, aplica un código identificador similar a las cajas que tienen instalados los semáforos y está diseñado para funcionar a la intemperie. Igualmente, el lector está provisto de una antena mediante la cual se envían ondas electromagnéticas al chip de radiofrecuencia, mismo que después de recibir la señal, la interpreta y responde al lector con un código identificador único, asignado a cada bus.
“Cuando los lectores detectan el paso del vehículo, guardan los datos correspondientes a la identificación del bus, la hora y el lugar donde se tomó la medida para luego subirlos a la nube, de manera que se pueda establecer la calidad con la que se está prestando el servicio”, agrega el profesor Vega.
Lugares como paraderos en los que se registran las mayores aglomeraciones de pasajeros y terminales donde comienzan y terminan los recorridos, deberían ser considerados para instalar los lectores con intervalos de dos a tres km entre cada punto.
Con información de la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional