Nadie nos quita lo baila'o…ni la pandemia

Nadie nos quita lo baila’o…ni la pandemia

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LA Network
9 agosto, 2020 - Resiliencia

Ni siquiera la crisis por la pandemia actual impide que millones de latinoamericanos expresen con su cuerpo, con el baile, esa pasión que se lleva en la sangre…incluso para protestar.

Nadie nos quita lo baila'o…ni la pandemia
El baile ha sido para muchos una expresión cultural para dar y darse alegría en un momento de altísima incertidumbre.

Martha Isabel Bolaños es una actriz colombiana que se hizo muy popular en su país y en muchos otros del mundo por su papel de la “Pupuchurra”, en la exitosa telenovela colombiana “Betty la fea”. Durante esta pandemia, donde el trabajo actoral ha escaseado por las restricciones de bioseguridad y donde se ha debido estar aislados en casa, Bolaños encontró un método para ganarle la partida al tedio y al encierro: bailar. Asunto que además hace muy bien y con el que ayuda a enviar energía positiva a sus seguidores.

Dicen los neurólogos que el ejercicio físico, el movimiento, expresarse con el cuerpo, bailar, tiene efectos cardiovasculares claro, pero tiene fundamentalmente un efecto directo en el cerebro, lo protege, como lo hace el pensamiento optimista. Genera nuevas conexiones cerebrales, alegra el alma y la vida, fortalece el pensamiento creativo. Y los latinoamericanos saben expresarse con el cuerpo, está en su sangre.

Yeimy Navarro tiene 35 años, pero su cara de adolescente oculta con habilidad todas sus vueltas al sol. Desde niña, cuando vivía en Curiacó en el centro de Chile y a cerca de 180 kilómetros al sur de Santiago, las ganas de bailar la hicieron emigrar a la gran capital a estudiar y potenciar su pasión.

Y varios años han pasado desde ese viaje que la llevó a la universidad y a graduarse en Pedagogía y Coreografía en danza, a compartir con niños con capacidades diversas, a integrar compañías, salir de gira fuera de su país y danzar sin parar.

Cuando empezó la pandemia, el choque inicial la llevó a la inercia de la mayoría: organizar la casa, cambiar el orden de los muebles, hasta que llegó la cruda realidad de la pandemia, es decir la incertidumbre de cuándo terminaría y la certeza de que los espectáculos, el sector cultural, esa posibilidad de expresión artística que va por sus venas sería una de los más impactados por la crisis.

“Llegó el día en que no pude contenerme más y el cuerpo pidió movimiento, empecé a bailar en casa: poner música, estirar mis manos, extenderme, sentir mi cuerpo, empezar a entrenar y luego se empezó a armar una red con mis amigos. Empezamos a entrenar juntos y juntas. Danzar fue lo que logró sostener y calmar esa ansiedad”, expresa Navarro.

Con cerca de 20 mil seguidores en su cuenta de Instagram @_yeimy_, la chilena ha tenido en las redes, la posibilidad de estar en contacto con su gente y dejar salir la pasión que al igual que millones en la región, han encontrado en el baile su manera de ser resilientes y superar la crisis, las cuarentenas, las dificultades, hacerle una mueca de burla a la enfermedad y la muerte.

 

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Te dejo este flowcito pa que prenda la semana con unos perreitos que te devolverán tu ser bellaka! ???????? . Peeeerreeeeaaaaa ???????????????????? . El 4 de Julio estaré tocando en una fiesta de reggaetton virtual organizada por @bixa.colectiva ???????????? . Playlist ???? : 1. La casa de papel @albafloresoficial 2. Business Woman @nathypeluso 3. Agresivo II @jowellyrandy 4. Coronao RKT 5. Dale @itshotleche con Toby 6. Vamos a matarnos en la raya @hectorelfatherpr 7. El conejito Joan & Oneil 8. Arabe Sug @djyayo 9. Sácale todo el sudor Cruzito, Myztico 10. Intro tornado perreo Mister Remix 11. Mequetrefe @arca1000000 ???? 12. 4.20 @tomasadelreal 13. Po Pa RKT 14. Cono Hielo @ca7riel @pacoamoroso 15. Mueve ese Ass @aziel_wesley ???????????????????????????????????????????????????? . Buzo por: @brillaclab ????

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TikTok, Instagram, Facebook, han sido instrumentos en el mundo entero para aquellos que sienten el ritmo dentro y quieren, desde cualquier lugar, mover el mundo, mover su cuerpo. Desafíos o challenges, coreografías masivas integradas por estas redes, algunos espectáculos montados para ser disfrutados por la mediación digital han mantenido vivo el baile, la danza.

“No hay excusa para no bailar”, dice Juan Camilo Maldonado, exdirector del Ballet Folclórico de Antioquia en Colombia y hoy empresario con la Corporación Víalibre Arte Colombia, además de gestor cultural y presidente del Consejo de Danza de Medellín.

“La danza está en la sangre, es nuestra esencia. A pesar de la situación, podemos resimbolizar la casa y así conectarte y colaborar ya sea para bailar para ti o hacer coreografías. Yo siento que el movimiento es parte del ser humano y que para el ser humano moverse requiere solo el espacio que ocupa su cuerpo”, expresa Maldonado.

Se nota en sus palabras que pese a estar más dedicado a lo empresarial y a estar en los últimos años atrás del escenario, esa extraña y potente pasión que son el baile y la danza es difícil de contener. Por ello junto a más de 130 artistas, montó una coreografía Volveremos a Brindar en Danza (#EnEscenaDesdeCasa) que buscó alegrar y animar estos tiempos difíciles. “Yo les decía cualquier excusa para bailar siempre será bienvenida. Siempre será una excusa para movernos”.

Victoria Contreras, directora de la red mexicana @Conectacultura y cocreadora de LA Network, también ha hecho del baile una manera de quitarse el peso emocional negativo que produce la pandemia. De hecho, Contreras asiste a clases de baile virtuales, que son ofrecidas por Comfama, una reconocida caja de compensación familiar en Colombia, que se ha adaptado a la virtualidad para llevar su oferta de cursos de formación y servicios a sus afiliados.

“Comencé a asistirlas exactamente hace una semana. Ese domingo amanecí particularmente baja de energía, un poco melancólica, pues a veces el confinamiento es pesado. Así que mirando mi Facebook me topé con la clase de Hermes Calderón, la miré un poco y vi que era muy buena. Eso me hizo animarme a ponerme mi ropa de deporte, llenar una botellita de agua y hacer la clase. A mí por sobre muchas cosas, lo que más amo en la vida es bailar. Así que reconocí en la clase muy buena calidad, y por ser mexicana, pues me llamo mucho la atención aprender ritmos colombianos como el porro”, relata Contreras.

Para Contreras la distancia y las diferencias culturales solo sirvieron para enriquecer la experiencia. “Ese domingo al terminar la clase, muy sudada, quedé con mucha energía y muy contenta por haber descubierto una opción bonita para mi confinamiento. Desde ese día, he hecho una clase diferente cada día. Conozco bien Comfama y soy fan. Ahora más, pues incluso desde Ciudad de México puedo ser beneficiaria directa de sus excelentes servicios culturales, con algo que yo amo profundamente, que es bailar”, añadió.

No es el mismo caso de María Claudia Mejía, fundadora y bailarina de Malas Compañías (@malascompaniasdanza), quien no ha querido danzar. Se define a sí misma con una fiera en la danza, y su pasión por ella desde niña -la que le hizo dejar su profesión como Comunicadora Social y Periodista y buscar y vivir por el mundo entero su vocación-, es un animal que tiene atado con la correa de la impotencia y posiblemente de la rabia.

Dice que le parece maravilloso que la gente vibre con el baile y la danza. Se refiere a que millones de niños, jóvenes, adultos y ancianos se expresen con alegría y bailen hasta en un balcón buscando una catarsis a la crisis.

Pero ella, está en medio de una protesta que la tiene inmóvil. A ella que vibra cuando junto a sus compañeras, Tatiana López y Gabriela Giraldo, están en el escenario, sea que estén en la calle de una ciudad o el tablado brillante de un gran teatro. “No hay nada como el contacto con el público, es mi alimento, es mi territorio”, dice casi con ternura.

Pero de inmediato la fiera habla. “Yo envidio que la gente se exprese por las redes. Y yo los envidio porque yo no lo hago, entre otras cosas porque creo que estoy dando una manifestación política frente a las públicas que en mi país no han ayudado para nada a los artistas. Yo, María Claudia, creo que es el momento de preguntarnos qué le está haciendo esto al cuerpo y pedirles a los gobiernos más inversión (a la cultura)”.

Sin duda, en la postura de María Claudia hay todo un mundo de razones. El sector cultural es uno de los más golpeados por la pandemia. Y necesitará de una batería de recursos y voluntad política en las ciudades para volver a la normalidad. Pero lo cierto es que, en este caso, el baile ha sido para muchos una expresión cultural para dar y darse alegría en un momento de altísima incertidumbre. Martha Isabel Bolaños, por lo pronto, no se rinde en su rutina, que ya también la ha convertido en una lideresa de la esperanza en su país. Porque está claro que nadie nos quita lo baila’o…ni la pandemia.