La elección del propio camino a seguir en la vida no debería verse limitada por prejuicios ni obstaculizada por un entorno poco propicio para prosperar.
Hay que apoyar a las chicas y a los chicos para que desarrollen su talento al máximo y sin las limitaciones que suelen imponer los estereotipos de género. No obstante, las mujeres tienen muchas menos probabilidades de matricularse en muchos de los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en ingles), con la excepción de las ciencias biológicas. Actualmente, las mujeres siguen representando sólo el 28% de los licenciados en ingeniería y el 40% de los licenciados en informática, y en campos como la inteligencia artificial sólo 1 de cada 5 profesionales es mujer. Esto parece contradictorio, ya que las chicas obtienen resultados tan buenos o mejores que los chicos en ciencias y matemáticas en pruebas estandarizadas como PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) o TIMMS (Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias), por lo que es pertinente identificar y abordar los principales factores que disuaden a las chicas y mujeres de seguir carreras científicas. Con el rápido crecimiento de la economía digital mundial, es imperativo que se establezcan políticas deliberadas para garantizar las oportunidades de que tanto las niñas como los niños adquieran competencias relacionadas con STEM.
La pandemia del COVID-19 ha puesto de relieve la importancia de la contribución de las mujeres a la ciencia, pero también ha puesto de manifiesto las disparidades de género. Por un lado, las mujeres científicas y profesionales como la profesora Sarah Gilbert, que lideró el desarrollo de la vacuna de Oxford/Astra-Zeneca contra el COVID-19, y muchas otras han sido historias de éxito. Por otro lado, la pandemia ha tenido un impacto negativo en la escolarización y el empleo de niñas y mujeres en todo el mundo. Aunque los primeros datos son contradictorios y emergentes, los estudios han encontrado casos de pérdidas de aprendizaje más altos para las niñas que para los niños (Sudáfrica y México) y tasas más bajas de regreso a la escuela para las adolescentes (Kenia). Estudios también han encontrado que las mujeres tienen más probabilidades de perder sus empleos durante la pandemia. En Estados Unidos, la tasa de empleo de las madres se redujo en un 7% y su tasa de participación en la fuerza laboral disminuyó en un 4%. También ha habido impactos negativos en las investigadoras, especialmente en las que han tenido que cuidar de los niños. Una encuesta en línea realizada en 2020 entre 170 académicas de EE.UU. reveló que las mujeres dedicaban 43 horas semanales al cuidado de sus hijos, declaraban tener que trabajar fuera del horario laboral y eran más propensas a pedir permisos remunerados o no remunerados para cuidar de sus hijos. Estos retos demuestran lo importante que es atraer y retener a las mujeres en los campos STEM y que es crucial un cambio en los ecosistemas escolares, universitarios, domésticos y laborales.
¿CÓMO PUEDEN LOS SISTEMAS ATRAER Y RETENER A MÁS MUJERES EN STEM?
1. Abriendo el camino: Desmontar los prejuicios que impiden a las niñas soñar con una carrera científica
En primer lugar, eliminar los prejuicios de género en los materiales didácticos. Estos materiales suelen mostrar ejemplos masculinos de profesionales, como ingenieros y científicos, mientras que las mujeres suelen ser representadas como profesoras, enfermeras, etc. Dado que las aspiraciones de las personas se enmarcan desde una edad temprana en lo que ven alrededor, es importante que haya una variedad en la representación y en los modelos de conducta. Las investigaciones sugieren también que reforzar los planes de estudio de STEM y vincularlos a situaciones del mundo real (utilizando experiencias interactivas, aprendizaje basado en proyectos y otras estrategias) tiende a atraer más a las niñas que utilizar métodos más tradicionales.
En segundo lugar, los padres y los profesores deben ser aliados. Entre el 8 y el 20 por ciento de los profesores de matemáticas de América Latina informaron de que creían que las matemáticas son más fáciles para los chicos, y las investigaciones muestran que los padres de algunas regiones del mundo muestran una mayor preferencia por que los hijos varones trabajen en STEM. El interés natural de las niñas (en igual medida que el de los niños) por la ciencia debe ser apoyado y alimentado a tiempo en el hogar y en las escuelas.
El proyecto del Banco Mundial Iniciativa para el Aprendizaje y el Empoderamiento de las Adolescentes (AGILE, por sus siglas en ingles), apunta a mejorar las oportunidades de educación secundaria de las niñas en estados participantes de Nigeria y ofrecerá formación en alfabetización digital e incentivos financieros, como becas, para apoyar aún más la permanencia en la escuela secundaria por parte de las niñas.
2. Proporcionando apoyo en el camino: La tutoría, el desarrollo de habilidades y las oportunidades de creación de redes son fundamentales
En el nivel terciario y más allá, las mentorías y las redes sólidas promueven la persistencia en los campos de la ciencia entre los estudiantes universitarios. Además, los datos sugieren que las mujeres que cuentan con el apoyo de una persona u organización con influencia en su campo tienen más probabilidades de pedir aumentos de sueldo (y de conseguirlos) y de experimentar mayores niveles de satisfacción profesional. Los colegas también deben ser aliados, ya que el desmantelamiento de los estereotipos de género concierne y beneficia a todos. Por ejemplo, las ingenieras tienen más probabilidades de ser socias o altas ejecutivas que los empleados varones cuando cuentan con el apoyo de mentores masculinos. Además, la participación de un ecosistema más amplio es relevante, ya que el sector privado puede desempeñar un papel importante proporcionando apoyo financiero a través de becas, redes, subvenciones y otras iniciativas, proporcionando formación centrada en las habilidades digitales y otras habilidades STEM, y ofreciendo oportunidades de prácticas dirigidas a las niñas de la escuela secundaria y estudiantes universitarios.
El Proyecto de Mejora de las Habilidades y la Formación (STEP, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial en Bangladesh ha invertido en 45 institutos politécnicos para mejorar la inclusión y ofrecer resultados de habilidades relevantes para la industria, con más de 40.000 estudiantes mujeres de bajos ingresos recibiendo estipendios, y la matrícula femenina incrementándose del 5 al 14%.
3. Reteniendo a las mujeres en la fuerza laboral eliminando los obstáculos en sus trayectorias: Mejorar las perspectivas de empleo y las políticas de retención
Las mujeres del sector científico están muy poco representadas en el mercado laboral, cobran salarios más bajos y tienen menos posibilidades de obtener ascensos. Las startups dirigidas por mujeres sólo recibieron el 2,3% del capital de riesgo en 2020. Aumentar la participación en la fuerza de trabajo es fundamental y las estrategias para cerrar la brecha de género incluyen la eliminación de las barreras para la contratación de mujeres (que pueden ser legales o institucionales), por ejemplo, en algunos países todavía no se permite a las mujeres realizar trabajos considerados como peligrosos.
Las políticas que fomentan la retención, como el trabajo flexible, la licencia familiar remunerada y el apoyo al cuidado de los hijos, pueden beneficiar tanto a las mujeres como a los hombres y a los empleadores, y son especialmente cruciales durante y después de la pandemia. Una revisión de 22 estudios encuentra un impacto positivo de la atención infantil institucional (aumento del acceso a la atención, aumento de las horas de atención o reducción del coste de la atención) en los resultados del mercado laboral materno en los países de ingresos bajos y medios.
AVANZAR HACIA EL FUTURO
Ahora, más que nunca, es un momento crítico para apoyar a las niñas y las mujeres para que persigan sus sueños y desafíen las barreras visibles, pero también las sutiles, a las que se enfrentan para prosperar en los campos STEM. Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer y las Niñas en la Ciencia para lograr el acceso y la participación plena e igualitaria de las mujeres y las niñas en la ciencia. Cambiar la mentalidad y crear un ecosistema más favorable en los hogares, las escuelas, las universidades y los lugares de trabajo, con el apoyo de cambios institucionales y políticas específicas, es un proceso complejo. Se necesita una combinación de medidas a corto y largo plazo. Las sociedades no pueden permitirse perder las contribuciones de millones de niñas y mujeres a la innovación y la tecnología.
Agradecimientos: Agradecemos a nuestros colegas Cristóbal Cobo, Marjorie Chinen e Iñaki Sánchez Ciarrusta del equipo EdTech del Banco Mundial por sus comentarios a las versiones anteriores de este blog, publicado originalmente en el Blog del Banco Mundial.