Inteligencia artificial, realidad virtual, gamificación…la revolución digital ofrece una amplia variedad de opciones para combatir problemas como el tráfico, los accidentes viales y hasta la falta de monedas para pagar en el transporte público.
Por: Guillermo Mulville, Felipe Ezquerra, Mercedes Garate
El sector del transporte se entiende como estratégico en América Latina y el Caribe, tanto por su relevancia en el nivel industrial, pilar fundamental en el nivel comercial y como eje vertebrador de la movilidad de la ciudadanía.
IDB Invest y NTT Data han llevado a cabo una serie de investigaciones para proporcionar hallazgos, perspectivas y recomendaciones sobre cómo las nuevas tecnologías están transformando diferentes industrias.
Como parte de esa serie, el estudio «Cómo las Nuevas Tecnologías Están Transformando el Transporte en América Latina y el Caribe» resalta las nuevas iniciativas que están contribuyendo a la transición hacia una movilidad renovada.
A pesar de los desafíos considerables que implica para el sector, estas iniciativas generan oportunidades que tienen un impacto positivo en el entorno socioeconómico.
El nuevo paradigma tecnológico brinda grandes oportunidades para, combinando las ventajas que esta nueva coyuntura ofrece, ser capaces de evolucionar nuevos modos de hacer y, a la vez, paliar los grandes desafíos a los que se enfrenta el transporte.
Desafíos como la congestión en la movilidad urbana de grandes capitales, la necesidad de mejorar infraestructuras deficientes, o la alta contaminación que generan los crecimientos poblacionales por el uso del transporte privado, precisan acelerar la búsqueda de soluciones a través del impulso de la transformación digital.
En particular merece la pena destacar nueve retos donde los habilitadores tecnológicos y de la innovación son la clave de esta necesaria evolución:
- La conexión con las ciudades donde se incluyen campos que van desde la mejora de las infraestructuras (carreteras, aeropuertos, muelles de carga o puertos) hasta el impulso de las rutas inteligentes promovidas por la mejora de la información y conexión con el exterior apalancadas en el dato y la IA.
- La seguridad y la ciberseguridad aplicada al transporte o las infraestructuras permitiendo la smartización de estaciones o control y gestión de aforos a través del Internet de las Cosas IoT, o colaboraciones ante desastres en tiempo real a través de modelos predictivos basados en el dato.
- La accesibilidad o inclusión en el transporte público, permitiendo minimizar accidentes en vías, o fomentando el uso de señalética inteligente.
- La sostenibilidad y el bienestar mediante la búsqueda continua y el uso de nuevos combustibles como el hidrógeno, la electrificación de nuevas flotas de vehículos público y/o privados, y el fomento del uso del transporte público mediante el impulso de parkings disuasorios.
- La mejora de la experiencia del pasajero, facilitando nuevos medios de pago a través de innovaciones como la biometría o pasarelas de pago cada vez más seguras, mejorando la atención del cliente a través de avatares, robots o call centers cognitivos, la hiper personalización del viaje a través de un loyalty más atractivo.
- La movilidad como servicio otorgando soluciones de primera y última milla a la ciudadanía, movilidad compartida, favoreciendo el uso de plataformas colaborativas y/o comunidades.
- La evolución del ecosistema que rodea a los empleados del sector, facilitando herramientas digitales que faciliten trabajos actualmente tediosos y costosos que permiten grandes eficiencias a través del uso de gadgets como las gafas hololens, gamificaciones que faciliten la formación, inteligencia artificial que haga eficiente la gestión de turnos o fomento del teletrabajo con la mejora continua del puesto de trabajo digital.
- La eficiencia en la operación a través de mejoras de la conectividad con el uso de gemelos digitales, realidad virtual, aumentada o mixta, y/o automatización de operaciones.
- La logística y el mantenimiento Smart, permitiendo robotización de almacenes o controles remotos de los mismos, trazabilidad de activos o soluciones de logística inteligentes.
La tecnología y la innovación brindan oportunidades de evolución del sector de transporte en América Latina, pero su adopción dependerá de la naturaleza de cada territorio, el grado de madurez del sector y la calidad de las políticas públicas.
Desde la perspectiva de la inversión privada, también son fundamentales la atracción de la inversión y la estabilidad financiera y política de los países que busquen poner en marcha soluciones tecnológicas efectivas a sus problemas de transporte.
Columna publicada originalmente el Blog del BID