Se trata de una manifestación cultural que engloba la visión contemporánea de los descendientes de esclavos negros rebeldes de la época colonial.
Las expresiones rituales y festivas de la cultura congo, que consiste en una celebración de los descendientes de esclavos negros rebeldes de Panamá, fueron inscritas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO, en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Esta manifestación cultural engloba la visión contemporánea de una celebración de los descendientes de esclavos negros rebeldes de la época colonial. Hoy en día, los participantes en estos ritos y festividades tocan instrumentos e interpretan músicas congos, celebran su libertad, entonan canciones joviales sobre su vida diaria, representan espectáculos y ejecutan danzas descalzos para comunicarse con la tierra.
Desde muchas generaciones atrás, este elemento del patrimonio cultural ha contribuido a la integración social y constituye un medio de expresión de la alegría y sensualidad de las comunidades congos.
En la temporada de festejos y ritos congos, que se extiende desde el 20 de enero, día de San Sebastián, hasta el Miércoles de Ceniza (apertura de la Cuaresma para los católicos), los participantes escenifican en palenques la historia simbólica de una sociedad matriarcal gobernada por una reina y su corte.
La transmisión de los conocimientos y prácticas del elemento se hacen oralmente y son obra de todos los participantes. En las escuelas también se imparten programas de enseñanza de canto, música y danzas congos, y en la universidad hay cursos sobre la cultura congo. Además, se organizan formaciones y talleres de fin de semana sobre este elemento del patrimonio cultural.