Establecer un control tarifario por distancia recorrida, ofrecer rutas turísticas y prestar el servicio de pautas publicitarias son algunas de las iniciativas que permitirían formalizar el bicitaxismo en el sector conocido como Valle del Lili, al sur de la capital vallecaucana.
Aunque hasta hace algunos años dicho sector –ubicado entre los ríos Meléndez y Lili– era conocido como “ciudad perdida” por estar alejado del centro de la ciudad, hoy está conformado por tres barrios: Ciudadela Comfandi, El Caney y Urbanización Lili, en los que habitan 190.885 personas, según Cali en Cifras, organismo de la Alcaldía de Santiago de Cali y el Departamento Administrativo de Planeación.
Uno de los efectos de tal densidad poblacional se relaciona con los problemas de movilidad (trancones por automóviles y motos en horas punta), situación que ha generado la masificación del uso de bicitaxis, también conocidos como triciclos o tricimoviles no motorizados o de pedaleo asistido.
Aunque con la Resolución 3256 del 3 de agosto de 2018 el Ministerio de Transporte autorizó “la prestación del servicio público de transporte de pasajeros por este medio, en las modalidades de primera y última milla, especial o turístico”, dejó a discreción de los gobiernos locales la tarea de expedir la reglamentación de las condiciones de operación, habilitación y otorgamiento de permisos, entre otros aspectos, teniendo en cuenta la homologación del vehículo que realice el ministerio.
En Cali dicha reglamentación todavía no se ha realizado, por lo que el bicitaxismo es una actividad informal, pese a su potencial como generador de empleos, en una ciudad cuya tasa de desempleo asciende al 19,3 % en el último trimestre del año, según el DANE.
En su trabajo de investigación, Julián Andrés Sánchez Vidal, estudiante de la Maestría en Administración de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, se dio a la tarea de diseñar un modelo de negocio para el bicitaxismo.
Negocio con proyección
Durante el diagnóstico realizado en 2019, identificó que cuatro empresas informales agrupan 115 bicitaxis que generan 130 empleos y realizan un promedio de 3.500 viajes diarios.
Evidenció además que no existe una ficha técnica estándar de los tricimóviles que permita controlar las condiciones de estos vehículos, y que tampoco se ha documentado un perfil del cliente que utiliza el servicio, y por lo tanto no existen estrategias de fidelización de usuarios.
En cuanto al análisis financiero, estableció que para los conductores los “días malos” son los martes y miércoles, cuando contabilizan unos 15.000 pesos cada día, mientras que los “días buenos” suman hasta 70.000 pesos.
Los propietarios se encargan de hacer el mantenimiento de los tricimóviles y los alquilan a los conductores por 10.000 pesos al día, pagaderos al final del turno, que puede durar de 8 a 12 horas.
El investigador recalca que el estudio se desarrolla a partir de un concepto en que el transporte informal se considera sin autorización, registro comercial ni regulación.
Hacia la formalización
La investigación usa una metodología exploratoria que incluye una revisión documental sobre el fenómeno del bicitaxismo en Cali y en otras ciudades del país, cuya experiencia aporta datos valiosos.
Así mismo, aborda la teoría administrativa y organizacional para darle forma al modelo de negocio de manera que se ajuste a las características de este servicio. Como técnica de recolección de datos se usan las entrevistas a profundidad con integrantes del gremio.
El plan trabaja sobre diferentes aspectos como el establecimiento claro de un control tarifario por distancia recorrida. La tarifa mínima es de 2.000 pesos y varía según el lugar de destino, el cobro se fija mediante negociación entre conductores y clientes.
En cuanto a las rutas turísticas, estas son un servicio especial a 10.000 pesos por hora, y con el servicio de diligencias se ofrece el pago de facturas a cambio de un costo determinado por el cliente.
Por último, el servicio de pautas publicitarias se ofrece a través de un contrato con término a 30 días entre los clientes y propietarios, en el que se dispone de los tricimóviles para llevar publicidad de empresas.
La investigación avanza hoy hacia la prueba de viabilidad financiera del modelo para consolidar el plan de negocio para futuras empresas –legalmente constituidas– que presten este servicio público de transporte. Esta fase se ha visto retrasada por la situación de paro nacional que vive Colombia, y en especial en Cali.
Agencia de Noticias UN