En algunas ocasiones por algo que estemos viviendo, o algo que haya sucedido a nuestras personas, o a nuestro alrededor, podríamos pensar o creer, que la motivación y las historias las buscamos o les ponemos mayor atención, cuando las cosas están un poco complicadas.
Podríamos pensar que apelamos a algo que nos motive cuando de repente las fuerzas flaquean, la iniciativa decaiga o la energía escasee, vaya que la buscamos o necesitamos, cuando tengamos algún tipo de bajón o contra tiempo. Pero no forzosamente es así.
En casi todas las cosas que realizamos, sin importar si estamos en momentos positivos y de crecimiento, o situaciones de desafío y adversidad, buscamos o nos orientamos constantemente a las historias, que nos recuerden que lograr las cosas es posible, que otros ya lo han logrado, o que otras u otros lo están intentando.
¿Por qué sucede esto?, hay un dicho Maorí que lo explica perfectamente y que algunos escritores lo retoman o parafrasean muy bien,
“cuando nos encontramos ante escenarios de miedo, debilidad u oportunidad, el ser humano busca la unidad, las historias y la posibilidad”.
Esto lo podemos interpretar como el proceso de evolución más antiguo, pero también la respuesta de resolución más práctica que hemos aprendido a implementar, ante la emoción básica más potente que tenemos, el miedo, buscamos aquello que nos recuerde que no estamos solas ni solos, buscamos esas historias que reafirman la confianza en nosotras y nosotros, o en los demás, y buscamos saber que siempre hay y habrá una ventana de posibilidad.
Y esto no aplica para momentos adversos, desafiantes o negativos, el miedo como emoción básica puede activarse tanto ante lo desconocido, desconcertante y que se anticipa como un impacto des favorecedor, como ante algo que se vislumbra como realizable, exitoso o un gran triunfo.
El miedo, las historias y la motivación van muy de la mano y generalmente es el preámbulo de situaciones, cambios y escenarios que identificamos o “sentimos” como trascendentales en nuestra vida, tanto recibir esa excelente o pésima noticia, como a dar el paso que puede culminar todo por lo que hemos trabajado.
¿Por qué entonces las historias que nos motivan son clave?, porque siempre será lo más básico, instintivo, (también aprendido), práctico y accesible a lo que podemos apelar cuando estamos atravesando por un momento que ya estamos interpretando o desarrollando como importante, desafiante o prometedor.
Entender este principio, es entender en gran parte la naturaleza de las reacciones personales ante los eventos que se presentan como significativas en el día a día, tener como eje de fortalecimiento en la relación o desarrollo de las personas, la necesidad de satisfacer esa inquietud primigenia de las historias, es clave independientemente de si la situación es desafiante o esperanzadora.
En muchas ocasiones vale demasiado la pena, recordar que nuestro acompañamiento o liderazgo, puede ser aún más potente, cuando:
- Les recuerdo que no están solas ni solos, y que todo lo podemos lograr en unidad.
- Les acerco, comparto, traslado o permito una historia de posibilidad que además de motivarlos, les inspire y muestra otras formas de avanzar.
- Les guío, estructuró o dirijo acciones de posibilidad esperanzadora y realista.
Generalmente, cuando hablo por primera vez con un público, con un grupo directivo, o con el personal encargado de capital humano de una organización, les recuerdo que indistintamente de la estrategia, de la planeación, de la sensibilización o del fortalecimiento emocional, siempre será necesario tener presente el origen básico de necesidades y oportunidades para con su equipo de trabajo.
Y que todo lo que se propongan implementar, invertir o lograr, será más potente, cuando ellas o ellos, representan realmente esa unidad, cuando se convierten en parte de esa historia de realización, que fortalecerá su motivación al recordar que ante lo que venga, siempre habrá una ventana de logro, posibilidad y éxito, cuando lo hacemos juntas y juntos con una dirección y muchas historias emocionalmente potentes alrededor.
Todas y todos queremos formar parte de una historia de posibilidad aún en lo adverso, a partir de la unidad.
¿Cuál es tu historia?
Te dejo un fuerte abrazo,
Fernando Hernández Avilés / Presidente ResilienciaOrganizacional.org
Twitter: @generacambios / (+521) 559191-9292
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