La cabeza visible de esta organización le contó a LA Network cómo surgió este reconocimiento, cuál es su objetivo, cómo se hace seguimiento a estas propuestas y cuáles son los temas de más inquietud en esta población.
Colombia Líder es una iniciativa de la sociedad civil y el sector privado en Colombia, que busca construir democracia en lo local incentivando la buena labor de alcaldes y gobernadores, visibilizando sus buenas prácticas, para aprender y ser una plataforma de gestión de conocimiento.
Es una alianza que integran Revista Semana, Asobancaria, Fundación Bolívar-Davivienda, Fundación Saldarriaga Concha y Findeter, con el apoyo de RCN Radio y Televisión, y el Banco Davivienda. Lleva diez años de labores y tiene como actividad central los reconocimientos y la entrega del premio a los mejores gobernantes del país. El premio Construyendo Sueños ya tuvo una primera versión hace 4 años y hoy avanza en la segunda versión.
LA Network dialogó con Karem Labrador, directora de Colombia Líder, para comprender los alcances de este reconocimiento que involucra a los niños, niñas y adolescentes de los municipios y ciudades colombianas.
¿Por qué decidió Colombia Líder crear un reconocimiento de estas características, por qué vincular el tema de los niños?
Teníamos varias ideas: primero, era vincular todo lo que tenía que ver con el programa de la Procuraduría General con la estrategia “Hechos y Derechos”, que busca revisar precisamente el tema de infancia y adolescencia ; pero segundo, en el marco de nuestra visión de generar democracia desde lo regional y lo local, queremos empoderar a los niños y adolescentes en la participación en lo público, en la participación política y acercarlos a ellos a los entes territoriales, lo que implica también una mirada de los alcaldes y los gobernadores a esta población. Colombia Líder viene trabajando en cada uno de sus premios todo lo que es el curso de vida y lo que logramos identificar y aprender en estos procesos, era que no podíamos tener unas personas mayores, unos adultos felices, si no empezábamos a atender la primera infancia. Y finalmente, es que estos van a ser los próximos alcaldes, los próximos gobernadores, presidentes y demás, entonces era una manera de empezar a abordar esa participación y ese reconocimiento a los niños y adolescentes como ciudadanos del país desde su inicio, desde que están inclusive en el vientre de su madre.
¿Qué elementos comunes encontraron en estos trabajos que se hicieron por parte de estos gobernantes?
Primero, que cada vez tiene más fuerza o prioridad lo que es el proceso de convocatoria y de participación por parte de los entes territoriales para estos niños, niñas y adolescentes, porque no es fácil el solo hecho de convocarlos, en qué sentido: que tienen que tener mucha innovación y creatividad para invitar a los niños de zona urbana, de zona rural, niños que están en situación de discapacidad, niños víctimas del conflicto, población raizal, afrodescendiente -para solo el ejercicio de convocar-, si lo hacen a través de una canción, de una video clip… Segundo, cómo hacer ese ejercicio de participación cuando ellos deciden venir, cómo les vamos a dar voz, luego cómo les damos espacio para que esos temas priorizados por ellos sean incorporados en los planes de desarrollo.
¿Cuáles son aquellos temas de mayor preocupación de los niños en los municipios?
El primero, el tema ambiental. Yo creo que eso tenía que ver con un momento en el que el país le estaba dando prioridad a los temas de tratamiento del agua, cuidar el agua, conservarla… y los niños decían “¿bueno, y el agua de dónde viene? ¿Por qué tengo yo que cuidarla?”; también todo el ejercicio de pedagogía ambiental desde los programas educativos ambientales que se están desarrollando en las escuelas, la importancia que hoy se le da desde los niños a separar en la fuente, a reciclar, se manifestó en este premio. Un segundo tema, sobre todo en municipios donde el conflicto era muy fuerte, es el sueño de los niños por tener un territorio donde ellos puedan volar cometas, puedan jugar en campos libres de minas, sin conflicto, sin el riesgo de incursionar en los grupos al margen de la ley. Un tercer tema: la educación como un motor, niños que decían “bueno, yo sueño con ir a la universidad, yo sueño con manejar robótica, con ser enfermera, con el tema del bilingüismo. Y un cuarto tema fue la construcción también desde los territorios, cómo soñaban ellos sus ciudades, porque algo además que encontramos es que hoy los niños están siendo cuidados por sus abuelos. La salida de la madre al mercado laboral ha generado que las personas mayores sean los que están con ellos, entonces son ellos los que van a la reunión de padres de familia, los que van a recibir las notas, entonces cómo hacíamos también esa transmisión de saberes.
¿Y en el caso de los adolescentes, cuáles fueron sus prioridades?
El tema del microtráfico, cómo esto ha continuado en las escuelas y el mototaxismo también. Decían los alcaldes en varios ejemplos de los conversatorios: cómo hacemos para que el niño no sueñe con tener una moto para ejercer mototaxismo como una fuente de dinero inmediata y pueda tener acceso a una educación técnica, tecnológica; cómo hacemos para que el adolescentes quiera quedarse en su territorio, por ejemplo en las regiones que hay cultivo de café o que dependen del agro. Esos son varios de los temas que estuvieron en la agenda de los diferentes conversatorios; y hay uno último, los embarazos en las adolescentes: ¿cómo hacemos para que esto no se convierta solo en que no utilizó un método de preservación sino en que muchas jóvenes encuentren un proyecto de vida? Entonces cómo hacer para que las jóvenes definan ese proyecto de vida y no queden embarazadas en la adolescencia, porque eso nos cambia toda la dinámica del nacimiento del niño y las consecuencias para el resto de su vida.
Efectivamente ustedes ahora tienen unos finalistas, habrá unos ganadores, pero tiene contemplado Colombia Líder el seguimiento a estas buenas prácticas que se da en este inicio del plan de desarrollo, para que efectivamente culminado el plan sí se hayan materializado todos estos aportes de los niños.
Ahora vienen dos cosas en ese sentido: la primera, es hacer seguimiento a estos municipios que entraron en la final, pero también a los que participaron en nuestro premio. Tenemos contemplado tanto en el premio de superación de la pobreza (que vamos a tener en dos años), como en el premio de innovación y como en el gran premio, seguir monitoreando estos indicadores de infancia y adolescencia, y también tenemos contemplado para el primer semestre de 2017 unos ejercicios de intercambio de experiencias, donde los alcaldes que llegaron a la final van a ir a territorios donde el tema de infancia o no es una prioridad o es un tema central de la agenda, para intercambiar saberes y lecciones aprendidas y buenas experiencias.
Alguna experiencia de todas estas de los alcaldes que puedas compartir con los lectores por su espíritu innovador, por su capacidad de convocar a los niños por su creatividad.
Yo quisiera resaltar dos: una de un municipio que no logró entrar a la final que es el municipio de Corinto, Cauca, un municipio de conflicto que cuando fuimos a hacer el diálogo con los protagonistas allá en el intercambio de experiencias, fueron los niños los que presentaron todo el ejercicio y ellos decían “utilizamos el canto del rap para poderle dar voz a estos jóvenes” y ellos decían “a mí no me importa quien tape la mina (antipersonal)”, “yo quiero poder subir a la loma y volar cometa, y soñar con esos colores; y resaltar la experiencia por ejemplo de Nariño con el tema de El Principito, la metodología para captar esos sueños; y si me permites una última, en Santander con el tema ambiental, de la Gobernación fueron al Páramo porque los niños decían “yo quiero saber de dónde viene el agua” porque el agua no puede venir de una llave; dónde empieza en agua, qué es, dónde nace, y nos contaban que estaban todas las personas que lideraban el proceso de convocatoria allá mojándose con los niños. Yo creo que son las experiencias para resaltar.
