¿Quieres evitar la depresión? Camina 90 minutos en zonas verdes

derecho_1
LA Network
2 septiembre, 2018 - Salud

Diversos estudios en los años recientes han demostrado los beneficios de los espacios verdes y de naturaleza en las ciudades para evitar enfermedades mentales, entre ellas la depresión.

En el estudio, dos grupos de participantes caminaron durante 90 minutos, uno en un área cubierta de hierba, con árboles y arbustos

Nunca antes en la historia del ser humano, un porcentaje tan grande de personas se ha alejado de la naturaleza. Hoy casi el 55 % de las personas vive en áreas urbanas, y para 2050, esta proporción será del 70 %. ¿Cómo afecta a la salud mental este cambio demográfico acelerado y progresivo? Aunque la urbanización tiene impactos positivos, también se asocia con un aumento de los niveles de enfermedad mental, incluidos los trastornos de ansiedad y la depresión.

Ante este escenario, diversos científicos han adelantado estudios para identificar la correlación y encontrar eventuales soluciones. Hay evidencia clara que la disminución de la experiencia en la naturaleza puede ayudar a explicar el vínculo entre la urbanización y la enfermedad mental.

Los hallazgos muestran que crecer en ambientes rurales vs. urbanos se asocia con una menor capacidad de respuesta al estrés. Un estudio de 2013 liderado por el doctor en psicología, Mathew P. White, de la Universidad de Exeter (Inglaterra), midió el bienestar y la angustia mental de más de 10 000 personas durante un período de casi dos décadas y demostró el efecto positivo sobre el bienestar de la proximidad al espacio verde. En resumen, las personas experimentan una angustia mental más baja y un mayor bienestar cuando viven en áreas urbanas con más espacios verdes.

Otro estudio publicado en 2015 en American Journal of Preventive Medicine por el equipo de Kristiann Heesch, de la Universidad de Tecnología de Queensland (Australia), demostró que hacer ejercicio con una intensidad moderada o salir a caminar mejoraba la calidad de vida de las mujeres de mediana edad con depresión.

En esta investigación, las participantes que hacían 150 minutos semanales de ejercicio de intensidad moderada (gimnasia aeróbica, natación, baile o golf) o 200 minutos de caminata por semana dijeron tener más energía, socializar más, sentirse mejor emocionalmente y no estar tan limitadas por la depresión.

Pero quizás una de las investigaciones que más ha aportado a esta confirmación de la relación entre más naturaleza y menos enfermedad mental, es la adelantada por científicos de la Universidad de Stanford (EE. UU.) y liderados por Gregory Bratman.

En el estudio, dos grupos de participantes caminaron durante 90 minutos, uno en un área cubierta de hierba, con árboles y arbustos; y el otro junto a una carretera de cuatro carriles con tráfico vehicular. Antes y después, los investigadores midieron la frecuencia cardíaca y la respiración, realizaron escáneres cerebrales y recogieron un cuestionario sobre el estado de ánimo de los participantes.

Fue así como demostraron que aquellas personas que tuvieron la experiencia en caminar 90 minutos en la naturaleza disminuyeron tanto la acción de rumiar ideas y dar vueltas en la cabeza a los problemas y también disminuyeron la actividad neuronal en la corteza prefrontal. Mientras los que hicieron el recorrido urbano no.

Cabe señalar que estudios paralelos han evidenciado que darle vueltas una y otra vez a los problemas en nuestra mente nos hace más vulnerables a la ansiedad y la depresión. Precisamente una prueba desarrollada por la Universidad de Liverpool y la Cadena BBC con 32 827 personas de 172 países dejó clara esta relación.

«Hemos descubierto que los individuos que no rumian sus problemas ni se culpan por las experiencias negativas de su vida tienen niveles de depresión mucho menores que las que sí lo hacen», explicó Peter Kinderman, el profesor de psicología clínica que lideró el estudio.

Los resultados de la investigación de Stanford también indicaron que los habitantes de la ciudad tienen un 20 % mayor riesgo de trastornos de ansiedad y un 40 % más riesgo de trastornos del estado de ánimo en comparación con las personas de las zonas rurales. «Las personas nacidas y criadas en ciudades tienen el doble de probabilidades de desarrollar esquizofrenia», afirmó Gregory Bratman.

«Este hallazgo es interesante porque demuestra el impacto de la experiencia de la naturaleza en un aspecto de la regulación de las emociones, algo que puede ayudar a explicar cómo la naturaleza nos hace sentir mejor», agregó Bratman.

En conclusión, tomados en conjunto, estos y muchos otros estudios proporcionan evidencia convincente de que la experiencia de la naturaleza puede conferir beneficios psicológicos reales. Llenar de verde las ciudades, proteger la naturaleza a su interior, promover la biodiversidad urbana es un camino necesario para hacer saludable la vida en nuestras ciudades.