Resiliencia: 6 desafíos que las empresas y gobiernos de América Latina, están ya encarando para cambiar su posición ante las adversidades y los retos

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Fernando Hernández Avilés
23 febrero, 2017 - Ciudadanía Sostenible

Resiliencia: 6 desafíos que las empresas y gobiernos de América Latina, están ya encarando para cambiar su posición ante las adversidades y los retos

Lic. Fernando Hernández Avilés

Presidente de la Asociación Mexicana de Resiliencia

La velocidad y dinamismo con que cambian y evolucionan los escenarios, mercados y movimientos sociales, tecnológicos, migratorios y claro económicos, en los que las organizaciones, empresas y dependencias, buscan participar, coadyuvar, establecerse y desarrollarse a lo largo de un tiempo y momento social dado, demandan de sus líderes, representantes, encargados y equipos, habilidades, recursos y características precisas y particulares que faciliten su rápido entendimiento de que la dinámica socio económica de países en vías de desarrollo como lo son la mayoría de los que formamos parte de América Latina, es ahora flexible, global, impredecible, mutable y veloz.

Su capacidad de entendimiento, tiene que contar con un umbral mucho más alto, de lo que los conocimientos tradicionales de una formación de grado o posgrado podría aportar a su visión y posición profesional, demanda de ellos también una respuesta, en donde su gestión administrativa e incluso su capacidad directiva, ya no digamos estratégica, debe ser flexible y firme a la vez, punto de partida que contrapone la mayoría de los preceptos de los que dirigen o coordinan el quehacer político, económico y social de nuestros países.

Se forman, practican y encaminan a dirigir, realizar o coordinar actividades que promuevan y faciliten el cambio en sus diferentes sectores y áreas de acción, sin que nadie les dijera, que en sí mismo, el cambio está dado y se da a velocidades y a través de medios altamente dinámicos, de tal suerte que cuando quieren gestionar, planear o lograr, se topan con la barrera de lo que era, ya no es, y hay que re plantear la estrategia.

Es así que capacidades como anticipar, responder y aprovechar a su favor, los retos, recursos y situaciones adversas, no previstas, inesperadas y cambiantes que se puedan presentar en el camino, son ahora parte del verdadero valor agregado que le puedes aportar a la organización en comparación con la dependencia o empresa de enfrente.

Sin embargo, no nos gusta mover demasiado las cosas, quizá de pronto, por que la estructura tradicional sobre la que la mayoría de los negocios, empresas y gestiones socio políticas, está diseñada de forma lineal, abrazando la planeación burocrática, como parte eficaz de la realización de las cosas, en donde el aparente orden y control, facilitan la realización. Es aquí en donde de pronto nos vemos apremiados ante viejas y nuevas adversidades, retos y desafíos.

Pero lo verdaderamente preocupante, es que, está capacidad instalada de infraestructura, organigramas, recursos, departamentos, gestores y directivos, acoge y encajona, aún sin desearlo, a la parte más importante de todo su equipo de trabajo, es parte que conlleva el verdadero engranaje que hace que se destaque, sobreviva, supere y logre todo, el corazón emocional e intelectual de su personal, desde directivos, hasta el becario que sólo está de paso.

Por lo que identificar, solucionar, desafiar e innovar en sus diferentes sectores, puede convertirse en sí mismo en un verdadero estigma, del cual tendrán que romperse demasiados paradigmas internos, antes de si quiera poder dar la batalla en el campo y momento de verdad.

El cambio constante y sobre todo permanente, los escenarios de crisis, la volatilidad de los mercados, los cambios migratorios, los nuevos hábitos de consumo, las tecnologías emergentes, los fallos o éxitos de la globalización, la velocidad con que viaja la información, los impredecibles cambios en las líneas de producción y comercialización, la cadena de suministro, e incluso el acceso a nuevos productos de consumo, inexistentes en la historia del hombre, como paquetes de emoticones para tu Smartphone, las relaciones de pareja, la procreación, la mutación y desaparición de la flora y fauna, así como la inestabilidad socio política, son sólo algunos de los retos que las organizaciones y dependencias, deberán conocer, interpretar y transformar a su favor, si desean seguir vigentes y sobre todo efectivos en las encomiendas que tienen a su cargo, ya sea en el sector público o privado. Los mercados, escenarios, necesidades y características globales, son y serán cada vez más cambiantes, dinámicos y siempre diferentes a lo que por más de 2,000 años nos acostumbramos a vivir.

Es por tal razón que sí, la resiliencia, viene a satisfacer un hueco metodológico, descriptivo y funcional, de las personas y las instituciones, ante lo adverso, el cambio permanente que nos vulnera (todavía) dada nuestra incapacidad de apropiación del cambio, (más no adaptación) y el enfoque laboral de disrupción y desafío, al que queriendo o no, todos nos estamos sumando, ante la velocidad de esté mundo, del cual, no nos podemos bajar.

De este modo, el aprovechamiento y gestión de las crisis, retos constantes y variables a favor del crecimiento y proyección de las empresas, organizaciones, instituciones y dependencias, puede encontrar un pilar sostenible que le facilite el logro, el salir del estancamiento e incluso el salvar el bote, a partir de potencializar y empoderar sus propios recursos, características y habilidades, con la finalidad de salir fortalecidos y posicionados a partir de los momentos adversos que se puedan presentar.

Esto demanda, una nueva generación de liderazgo, mando, negociación y colaboración, con un enfoque y visión orientados a potencializar los riesgos, optimizar los recursos, controlar las crisis, empoderar la organización y posicionar sus fortalezas, a través de una visión y dirección flexible, capaz de adaptarse a condiciones no planeadas y preparadas para responder ante lo inesperado, siempre con una actitud positiva, constructiva. Entendiendo que aunque la meta sea la misma, los objetivos y estrategias deberán ser dinámicos, ya que ni los clientes, ni socios de negocio, ni los aliados, podrán tampoco estar en una zona de confort o descanso momentáneo, y esto abre otra ventana, quizá mi dependencia de gobierno o mi empresa, pueda ser aquella que establezca la ruta a seguir.

La resiliencia como concepto o marco integrador, permite superar las adversidades que se le presentan a las empresas y dependencias, para hacerles frente y además aprender dinámicamente de ellas, saliendo empoderados de una situación que parecía un revés, o incluso encontrando nuevos recursos para lograr nuevas metas, volviendo más flexible, responsable y auto gestionable a cada pieza de su organización, dándole incluso la oportunidad de nuevo y natural de reconocer y empoderar las habilidades emocionales, intelectuales, y tácticas de cada miembro, para fortalecer al todo.

Lo que nos lleva a de inicio considerar 6 de los muchos desafíos que tienen en puerta las empresas, organizaciones y dependencias de gobierno actualmente.

El capital humano y su capacidad de participar y apropiarse de los nuevos entornos sociales, empresariales y político gubernamentales.

Son tres las tendencias que hay que entender y potencializar, para una rápida capacidad de posicionamiento o liderazgo, recuperación o penetración social y de mercados, que facilite la productividad socia económica.

  1. Romper la barrera de los retos generacionales, el uso de la tecnología, y los medios de comunicación tradicionales.

Estamos en un punto de quiebre que cambia la forma en que veníamos haciendo las cosas desde hace poco más de 100 años, la tradicional línea de producción establecida por Ford y que después el grueso de las empresas adoptaría, es una historia muy lejana. Además a que los intereses y perfiles de los colaboradores generación tras generación, encontraron un momento de cambio, en el que los intereses y forma de entender la vida, cambio drásticamente, la forma en que trabajamos, nos comunicamos y logramos los objetivos. Desde hace 10 años, con el cambio y avances tecnológicos, sociales en cuanto a medios de comunicación y relación humana, así como en la cadena de producción, de suministro e incluso de acercamiento social, nos demanda un acercamiento amigable a trabajadores, burócratas, clientes y ciudadanos, que antes anhelaban trabajar hasta la jubilación mientras desarrollaban a su familia, cuando en la actualidad y nuevas generaciones, el perfil es cambiar constantemente de empresa, no tener familia y no generar raíces en su lugar de trabajo. Si adicional agregamos que ahora toda la comunicación es impersonal, tenemos un reto bastante fuerte en la ideología y necesidades sociales.

  1. Favorecer la respuesta laboral favorable, a partir de la resiliencia, en condiciones donde se generan altos indicadores de estrés, pero también de rutina y de inercia.

Las altas exigencias laborales, los contra tiempos, el que disminuya la plantilla, aumenten las cargas de trabajo, por un lado generan ansiedad y estrés colectivo generalizado, pero también nos estamos enfrentando de nuevo a un escenario no tan abordado, la habituación laboral, con un ritmo de trabajo lineal y aparentemente monótono, generando otro tipo de condiciones de estrés y ansiedad. Inquietudes que se enfocan hacia tratar de hacer más cosas, participar de una forma más creativa, de ahí que algunas organizaciones, busquen ocupar y brindar la posibilidad de realización a los empleados en actividades de responsabilidad social.

  1. Aumentar los beneficios y disminuir la inversión en capital humano.

Deberán establecer la capacidad de cambiar el modelo de incentivos y compensaciones que tienen sus empleados dentro de la organización y dependencias, así como de co participación en la organización. La tendencia no estará enfocada sólo en una remuneración económica competitiva, sino en un sentimiento de realización y colaboración realista, que combinado con un buen plan o paquete de incentivos económicos, ayude a aumentar y mejorar las condiciones de productividad de los equipos de trabajo.

Deberemos entender que conforme vayan cambiando las generaciones en el espacio de trabajo, tendremos que armar un plan de trabajo que enriquezca la oportunidad de ser, casi a la par de tener.

Su adaptación tecnológica, en tiempo y forma. 

  1. Tecnologías emergentes

Estamos a un paso de superar la ficción de ver convertido en realidad la mayoría de soluciones que veíamos en las películas de los 60, 70 y 80, líneas de automatización y producción autónomas, medios de comunicación y control social, en tiempo real, auto gestionados, capaces de reducir costos, personas, y producir grandes resultados, con el menor margen de error. La brecha que se abre, es entre tener acceso financiero o intelectual para poder subirnos al tren que las grandes corporaciones o empresas puedan tener para mejorar su capacidad productora, de atención, servicio y solución

Y aunque esto pudiera parecer desalentador, la misma velocidad con que está desarrollándose la tecnología, nos acerca muchas soluciones que nos ayuden a aprovechar nuestras áreas de oportunidad y fortalezas, de acuerdo a las capacidades y tamaño de nuestra empresa o dependencia, el punto clave, es saber participar del medio y de dónde se generan las oportunidades y tecnologías. Además de preparar y actualizar a nuestro capital humano, en lo tecnológico, emocional e intelectual que eso supone.

  1. Start ups

Hay otra línea de atención importante, nos encontraremos con empresas, ONGs, dependencias y organismos autónomos emergentes con capital semilla, proveniente de diferentes inversores, pero con riesgos controlados, lo que hace que se dispare la aparición de empresas que puedan competir con nosotros, en un modelo tradicional, o incluso evidenciar lo que hacemos mal o no estamos haciendo.

Sin embargo, una de las ventajas es que muchas de esas empresas, también podrán ser parte de nuestro catalogo de proveedores, o socios de negocio.

Estas empresas se caracterizan por elaborar modelos de producción y atención híbridos. Tendremos que conócelas, y en su momento, nuestros líderes y equipos de trabajo, deberán dominarlas.

  1. Cambiar el modelo de comunicación con clientes, usuarios, ciudadanos, empleados, proveedores y todo aquel que es vital para nuestro desarrollo.

No es menos importante, pero si trascendente que la comunicación que tengamos con los actores principales de nuestro negocio, o que hacer social, sea ágil, en tiempo real, funcional y aporte valor y resultados. Ya no vale sólo el mensaje, sino importa, por donde se envíe y recibe, así como la capacidad instantánea de discriminar, atender o desechar la comunicación, pero sobre todo usarla para solucionar algo en tiempo real.

Atraer nuevos clientes, acercarnos a nuestros ciudadanos, compartir con proveedores, tener informados en tiempo real a nuestros empleados, son líneas de trabajo que las áreas de comunicación y mkt y comunicación pública, deben estar trascendiendo. De lo contrario, podemos perder valor, aún siendo el mejor, al menos por el momento. Los clientes, usuarios y ciudadanos, ya no sólo buscamos calidad, rapidez y costo, necesitan saber, quieren controlar, y si no es con nosotros, con alguien más lo podrán encontrar.

Y lo anterior sólo representa la cara que todos conocemos de lo adverso y nuestra capacidad de apropiarlo, el devenir de empoderar la resiliencia en nuestras empresas y gobiernos, no refiere a que sea una tangente de escape, a adaptarnos, y hacernos fuertes ante la oleada de retos y crisis que puedan venir, sino a la capacidad de fondo de trascender los “cómos” que hemos venido usando para hacer las cosas, está orientada a apropiarnos y evolucionar el momento humano actual, y como tal requiere una profesionalización nada a ligera de nuestro entendimiento, comprensión y participación ante lo adverso y como crecer a partir de ello.

El próximo 3 de marzo, estaremos impartiendo un curso de Resiliencia Organizacional, Empresas y Gobierno, en la Ciudad de México, Polanco. Más información aquí: https://www.eventbrite.com/e/curso-resiliencia-organizacional-empresas-y-gobierno-cdmx-tickets-32037385683 y en el whatsapp 559191-9292

Fernando Hernández Avilés

> Psicólogo por la UNAM, especialista en Dirección Estratégica por la Universidad Complutense de Madrid
> Presidente de la Asociación Mexicana de Resiliencia / www.resilienciamexico.org
> Speaker de Conferencistas México / www.conferencistasmexico.com
> Autor del Libro: “Basta de Fracasos” VyR Editoras / www.vreditoras.com
> Miembro del Consejo Mexicano de Psicología / www.comepsi.mx
> Director de la Red Latinoamericana de Investigación y Capacitación en Resiliencia / RELICAR
> Premio Juvenil de Ciencia y Tecnología en Área Social Psicológica por Modelo Resiliente de Psicología Aplicada

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