La municipalidad de Marinilla, ubicada a 50 kilómetros de Medellín (Colombia), quiere que los niños crezcan montando en bici y sean ellos la nueva generación sostenible.
El 8° Foro Mundial de la Bicicleta de Quito, que culminó este domingo, vio cómo la ruralidad y los municipios pequeños han pujado por un espacio para cambiar la historia de sus habitantes a partir del uso la bicicleta.
Rueda es el proyecto del municipio colombiano de Marinilla, ubicado a 50 kilómetros de la ciudad de Medellín, con 62 000 habitantes y un área de 115 kilómetros cuadrados de los que el 96 % es rural, esto quiere decir 110.6 kms2.
Allí, la secretaria de Movilidad y Tránsito, Jeannette Dahiana Ramírez Salazar, lidera este programa que tiene por objetivo que todos los niños de la población escolar –unos 11.000-, usen la bicicleta, los de la zona urbana claro, pero especialmente los que están en las zonas rurales donde muchos de ellos deben caminar 40 minutos e incluso más para llegar a las aulas, pues los medios de transporte no llegan a algunos lugares de difícil acceso. “Queremos entregarles bicis para transformar sus vidas”.
Y para ello, Ramírez pensó con su equipo en diversas líneas de trabajo que son: cuidado del medio ambiente; seguridad vial; reconocimiento del territorio; movilidad alternativa; acciones pedagógicas; entre otras.
Sin embargo, “nosotros no solamente queremos fomentar el uso motivándolos a la bicicleta, también queremos resolver un tema de movilidad urbana, porque de hecho ya hay muchos proyectos, pero la característica principal es que se piensa en enamorar a la gente de la bicicleta”, explica la funcionaria.
Esa pasión que se necesita para contagiar a los niños y jóvenes, la están imprimiendo ella y su coordinador, Juan Fernando Marín, en el piloto del proyecto con 100 niños a los que invitan al ‘Taller de la Bicicleta’, un espacio pensado “en todo el tema de la promoción, porque son los niños los que se movilizarán en el futuro en la bici”, agrega la secretaria.
Luego de ese espacio en el que, entre otras actividades, conocen la historia de la bici, se realizan recorridos por sus veredas (zonas rurales en las que se divide el territorio) para, como dice el coordinador Juan Fernando Marín, “que el paisaje, no se vuelva paisaje”, lo que apunta a un objetivo esencial, el reconocimiento del territorio, la conciencia del territorio.
Esto a su vez encaja con el diagnóstico que se viene realizando para determinar el plano de las acciones que seguirán en Rueda y en el municipio. Se trata de una Encuesta Origen Destino (EOD) en 33 instituciones educativas (va en 12) con la que se determinarán las necesidades de los niños, los trayectos, también los aspectos de infraestructura y seguridad vial.
Además de estas acciones con la población infantil y sobre el territorio, dos líneas estratégicas vienen marchando paralelamente: los espacios de comunicación y las alianzas con entidades e instituciones públicas y privadas.
En la primera de ellas, Rueda se ha propuesto comunicar por todos los canales posibles el proyecto. A la salida de los colegios, en tiendas, por mensajes en redes sociales, correos electrónicos. De hecho, por ello asistieron al Foro Mundial de la Bici, con el propósito de conectar con aliados y expertos internacionales que les ayuden a fortalecer el programa.
Pero desde Marinilla tienen una meta aún más ambiciosa: llevar el proyecto Rueda a varios municipios del Oriente antioqueño, ello tras la afortunada coincidencia con algunas políticas públicas que están fomentando el uso de la bicicleta en todo el departamento de Antioquia, al cual pertenece Marinilla, y los aspectos alrededor de ese uso como la infraestructura.
Son ellos San Vicente, El Peñol, Guatapé, San Rafael, San Carlos, Granada, Cocorná, San Francisco, San Luis, Alejandría y Concepción. Varios de ellos integrados en los que se conoce como la Provincia de Agua, Bosques y Turismo.
“Con ellos queremos llegar y también hacer lo mismo que en toda la Provincia. Que logremos nosotros ser multiplicadores del uso de la bicicleta”.
Por último, el programa pretende también ser un articulador de todas las instancias municipales. Por ello se le ha propuesto a la Secretaría de Hacienda del municipio, una reducción en el valor de los impuestos de Industria y Comercio (para comercios o industrias) y del Predial (sobre las propiedades) para quienes se movilicen en bici. “Yo le hago reducciones en sus impuestos y usted certifica que se mueve en bicicleta”, recalca Ramírez, quien agrega que esto a su vez se puede articular con otras dependencias como la secretaría de Salud integrando el uso de la bici a programas de disminución de la obesidad u otras enfermedades, por ejemplo.
Pero, advierte Ramírez, esto como un estímulo para que también los adultos se unan al propósito con el que este pequeño municipio de Colombia quiere cambiar no solo las zonas rurales de su población y su región; sino de todo su país, para ser así reconocido como municipio líder en movilidad sostenible, gracias a la coherencia y articulación de las políticas públicas.
