En Medellín se construirá una vía rápida a nivel, fracturando por completo la ya precaria relación con el río, el cual, al parecer, volverá a ser mutilado por una nueva canalización que amenaza con borrar su último rasgo natural.
Se ha anunciado en los últimos días por parte del Área Metropolitana y la Alcaldía, que ya se encuentran listos los diseños para realizar las obras correspondientes a la ampliación de la vía distribuidora Regional Oriental Norte. Un proyecto dividido en 4 fases dos de las cuales se encuentran ubicadas en Medellín.
Una obra que lleva muchos años en los escritorios de las diferentes administraciones y que refleja un modelo de ciudad de los años 50. Inclusive hay quienes afirman que su origen tiene fecha de 1940, cuando el presidente Alfonso López visitó Medellín y en el marco de un proyecto llamado Parques Nacionales, paradójicamente optó direccionar los recursos en la construcción de las vías paralelas a lo largo de todo el río.
Hoy revive esta iniciativa como “respuesta” a la problemática de movilidad del Valle, con el objetivo de mejorar la conexión nacional y homogeneizar los flujos en el corredor vial. Sin embargo, los diseños propuestos evidencian una visión geriátrica en la planificación de las ciudades.
Se construirá una vía rápida a nivel, fracturando por completo la ya precaria relación con el río, el cual, al parecer, volverá a ser mutilado por una nueva canalización que amenaza con borrar su último rasgo natural.
De la misma forma se deberán expropiar más de 500 predios, y sin ninguna oportunidad de renovación urbana en sitio, estas personas correrán la misma suerte que tuvieron aquellos trasladados a los suburbios de Nuevo Occidente.
Pero lo más grave aún, tanto el Área Metropolitana como el Municipio de Medellín están desconociendo los diferentes instrumentos de planificación, aprobados por la ley como las directrices Metropolitanas y el Plan de Ordenamiento Territorial vigente, aprobado por el Concejo de Medellín mediante el Acuerdo 48 de 2014, el cual dice de forma enfática: “La Autopista – Vía Travesía que recorre el municipio en sentido sur norte y viceversa y que será objeto de intervención en el marco del proyecto Parques del Río Medellín, conectando con las Autopistas de la Prosperidad hacia el norte, centro y sur del país.”
Este proyecto presentado a la ciudad desconoce en todos los sentidos el Proyecto Parques del Río, echando a la basura todos los diseños que ya se habían realizado para el norte de la ciudad, diseños y proyectos discutidos con las comunidades y aprobados por el Concejo de Medellín.
Si bien es cierta la importancia que tiene para Medellín, poder mejorar su competitividad a través de su infraestructura de transporte, los retos actuales exigen de una mirada moderna en la planificación del territorio y un mejor entendimiento de la palabra Transporte.
Parques del Río Medellín propuso para el norte una intervención integral que pudiera dar continuidad a la Regional Norte, pero generando espacio público para las comunas de Medellín que menos metros cuadrados tienen para el disfrute, de la mano de un macroproyecto de renovación urbana que permitiera la reubicación de estas poblaciones en sitio, completamente interconectadas de manera prioritaria con los sistemas masivos de transporte público, y lo más importante recuperando la relación con el Río Medellín como protagonista central del tejido urbano del valle.
Esta columna no pretende sino, hacer un llamado al alcalde y sus concejales de bancada quienes en campaña reconocieron las bondades que tendría Parques del Río en el Norte, y al director del Área Metropolitana, quien cuando era candidato a la Alcaldía defendió la importancia de recuperar el río para los ciudadanos; para que no perdamos el Norte, ese que la ciudad hace mucho tiempo viene discutiendo, ese mimo que fue aprobado por diferentes normativas de planificación y que es el modelo escogido por las principales ciudades alrededor del mundo.