En El Salvador son 21 los gobiernos locales que se han integrado a la ejecución del Programa Mesoamérica sin Hambre.
El Programa Mesoamérica sin Hambre, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO, está logrando generar sinergias entre los alcaldes de ciudades y municipios de El Salvador, con el propósito de avanzar en el mejoramiento de la seguridad alimentaria y nutricional de más de mil familias en zona del llamado corredor seco, una región que comparten Guatemala, Honduras y El Salvador.
Para lograr con los propósitos, los Alcaldes y sus Concejos municipales acordaron incluir en sus presupuestos, fondos que ascienden a $500 mil dólares para erradicar el hambre a través del desarrollo de iniciativas productivas, en comunidades donde se evidencia la pobreza en sus diversas dimensiones y los efectos de las migraciones.
«Hacer acciones que garanticen la seguridad alimentaria y nutricional de la población, el autoconsumo familiar nos va a llevar a tener niños y adultos que desarrollen de manera plena de sus funciones como persona dentro de una sociedad, por ello es importante que los alcaldes tengamos esta área de trabajo como área estratégica, yo la veo como eje transversal desde la gestión municipal-territorial», destacó René Sánchez Funes, alcalde de Alegría, un municipio ubicado en el departamento de Usulután.
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De acuerdo con la FAO, los fondos aportados entre mandatarios locales han sido destinados para la contratación de 38 extensionistas, quienes brindan asistencia técnica a las familias; la instalación de 10 bancos de semilla de frijol; la adquisición y mantenimiento de 10 incubadoras; la instalación de dos centros de reproducción de tres mil 845 aves de doble propósito; y de cinco escuelas de campo, lo cual favorece la generación de hortalizas y vegetales para unas 380 familias.
Igualmente, la estrategia apoya grupos de interés enfocados en la comercialización de productos como hortalizas, frutas y semilla de frijol, dinamizando con ello la economía y promoviendo las compras locales a través de programas gubernamentales que incentivan la producción en asocio.
En El Salvador, el Programa Mesoamérica sin Hambre entró en vigencia en el año 2015, con el financiamiento de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), el apoyo técnico de la FAO, y es ejecutado a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería, el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) y 21 gobiernos locales.