Por medio del software Copert IV se establecieron las potenciales reducciones en emisiones de dióxido de carbono en esta ciudad colombiana, como un antecedente para promover la transición hacia sistemas de transporte más limpios.
La implementación de vehículos eléctricos reduce hasta un 100 % las emisiones de gases efecto invernadero. Foto: Alcaldía de Ibagué
Con el propósito de ayudar a reducir la excesiva emisión de Gases de Efecto Invernadero GEI, la magíster en Transporte Laura Patricia Rico, integrante del grupo de investigación Calidad del Aire de la Universidad Nacional de Colombia, calculó la reducción de emisiones que se obtendrían al implementar buses eléctricos en la flota de transporte público de la ciudad de Ibagué (Tolima), que hoy cuenta con un poco más de 800 buses que movilizan alrededor de 226.000 pasajeros diarios.
“El resultado más representativo del estudio es confirmar una reducción de unas 54.000 toneladas al año de CO2 (Dióxido de Carbono), lo cual significa un gran aporte para impulsar la electrificación del transporte en general”, asegura la investigadora.
Agrega que “no se trata solo de buscar alternativas de electrificación, sino que también es importante motivar el uso del transporte público al hacerlo más eficiente, mejorar su calidad y atraer a un mayor número de usuarios para que disminuyan el uso del automóvil privado a base de combustibles fósiles”.
“Debemos tomar conciencia sobre la urgente necesidad de reducir emisiones; es importante que los Gobiernos impulsen proyectos que aporten contra el cambio climático, un problema real al que no se le ha dado la prioridad que merece, pero del que seguramente se sentirán impactos negativos con el paso del tiempo si no se toman medidas, por eso es clave brindar alternativas más sostenibles y esta es una buena opción para empezar”, asegura la investigadora.
Inventarios de emisiones
La investigación considera los inventarios de emisiones como una herramienta muy importante para la gestión de planes y medidas de control tendientes a mitigar el cambio climático y mejorar la calidad del aire.
“Con la ayuda de SITSA SA –empresa de transporte general de Ibagué– se realizó un inventario mediante el software especializado Copert IV, que nos permitió obtener datos clave sobre rutas, frecuencia, despachos, y operación y longitud de cada ruta”, detalla la autora del estudio.
La profesora Sonia Mangones, directora de la investigación, explica que “después se utilizó el software, y por medio de diferentes análisis obtuvimos los datos de entrada para conocer los resultados de emisiones actuales de diferentes tipos de contaminantes, teniendo en cuenta solo los GEI”.
Las investigadoras proponen reemplazar gradualmente las rutas y longitudes que más contaminan, por vehículos eléctricos: “encontramos que, pese al avance de la tecnología, su uso en la ciudad todavía no ha sido totalmente potencializado, lo que además a largo plazo podría generar una disminución de costos en la sostenibilidad del transporte”, asegura Rico.
La flota de buses de Ibagué cuenta con un poco más de 800 buses de modelos 2000 en adelante que funcionan con diésel. Foto: Alcaldía de Ibagué
Congestión vehicular
Con más de 500.000 habitantes, Ibagué presenta un importante problema de congestión vehicular, pues la mayor demanda de transporte privado hace que el parque automotor esté en constante crecimiento: en 2016 se alcanzó un promedio de 30.686 vehículos por cada 100.000 habitantes, aumentando en un 7,2 % entre 2015 y 2016.
“Este estudio espera impactar positivamente en las decisiones que se toman en la planeación de programas de reducción de emisiones, no solo en Ibagué sino en todo el territorio colombiano, que permitan visualizar y comparar los beneficios tanto al medioambiente como a la salud humana, lo que conlleva implementar nuevas tecnologías al sistema de transporte público”, señala la investigadora.
Para finalizar, considera que “se debe tener en cuenta que no solo es necesario adquirir las unidades de vehículos que deben cumplir los requerimientos de operación de la flota, sino también contar con una correcta infraestructura para su efectivo funcionamiento, lo cual se refiere a cargadores que puedan suplir las cargas nocturnas de estos vehículos.
También se conocen los vehículos más comerciales del momento que se podrían implementar conociendo su autonomía y necesidad de carga, para así definir el número de cargadores necesarios”.
Con información de la Agencia de Noticias UN