La vida de los mexicanos continúa básicamente normal pese a los 316 contagiados por coronavirus.
“Aquí no pasa nada o nos están ocultando lo que pasa verdaderamente”, dice Paula Yaneth Zapata, una comerciante que vive en Ciudad de México, cerró su negocio en el centro de la gran urbe desde el miércoles anterior y salió de la ciudad con sus dos hijos y su esposo para aislarse voluntariamente del covid 19 en la capital.
Sin embargo, dice, “si todo sigue en calma regresaré el miércoles”.
Ese es el panorama que se vive en el gigante latinoamericano que, pese a que la mayoría de países ya tomaron medidas como los toques de queda y la cuarentena obligatoria, sigue su ritmo casi normal, de hecho mientras en el mundo se cierran fronteras, el Ministerio de Relaciones Exteriores ‘solamente’ recomendó a sus nacionales “que se encuentren en el exterior y tengan la intención de regresar a territorio nacional en el corto plazo, consideren utilizar las opciones comerciales que se encuentran disponibles en este momento”.
Adicionalmente, en las últimas horas, se conoció que, junto al gobierno guatemalteco, se impulsan “medidas conjuntas” como intensificar la vigilancia epidemiológica en sus fronteras y facilitando la colaboración “para la atención de posibles casos”, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Mientras países con números menores de contagiados y sin víctimas mortales ya han tomado medidas como la cuarentena obligatoria en todo su territorio y el cierre de fronteras -Caso de Colombia con 235 casos confirmados-; el presidente Andrés Manuel López Obrador apenas restringió la frontera con Estados Unidos para permitir solamente los “viajes esenciales”.
Ello en contraposición a medidas como la tomada este domingo en la que López Obrador destinó recursos al Ejército para el aprestamiento de 10 hospitales y brindar el apoyo necesario a las autoridades nacionales sanitarias en su labor de atención de la crisis por covid 19.
Pese a la orden, el contexto de las medidas del mandatario no parece ser el ideal, justo cuando se conocen cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que señalan las deficiencias del sistema de salud mexicano y que se pone a prueba en medio de la pandemia: 20 millones de quejas se recibieron durante 2018 por mala atención, más de 1’700.000 tan solo en CDMX.
