Los espacios públicos son esenciales para el desarrollo urbano sostenible. Los parques, las plazas, y las zonas verdes no solo definen en gran medida la identidad y el atractivo de las ciudades, sino que también estos espacios abiertos contribuyen a la calidad de vida de los habitantes.
Según la OMS el espacio público que se debería tener es de 10 m² por habitante, cifra en la cual, a la ciudad de Medellín, aún le falta mucho por trabajar ya que solo contamos con una cifra de alrededor de 4 m² por habitante.
Espacios como Ciudad del Río, Parque de los Deseos y Parque Lleras, por mencionar algunos, han sido espacios que se han utilizado por los habitantes de Medellín para el disfrute y la recreación. Uno de los más actuales es Parques del Río, que por cierto, ha sido objeto de varias controversias y opiniones divididas en cuanto a su construcción.
Hace poco hacía una lectura de una columna en el periódico más reconocido de la ciudad, en la cual el autor se preguntaba dónde estaban los beneficios del soterrado (lugar donde se encuentra Parques del Río) y hacía una crítica de algunos fallos técnicos y ponía en manifiesto una inundación ocurrida el pasado 11 de abril.
Es cierto que se han dado algunos fallos técnicos, pero son situaciones que se pueden arreglar y tener en cuenta para que no vuelvan a pasar en el futuro. Uno de los problemas que tenemos es nuestro pensamiento de inmediatez y muchas veces perdemos la mirada hacía la futuro y nos enfocamos a ver lo malo que tienen las cosas, en este caso, la construcción de este parque.
Estoy seguro que a muchos de nosotros nos dio molestia la congestión vehicular que se formaba en la zona de la construcción pero creo que no teníamos en cuenta que era una situación que iba a durar solo unos meses para un cambio que va durar muchos años en la ciudad.
Y es solo uno de los casos, la mayoría de veces no nos gusta cuando van a hacer un nuevo espacio público por las molestias que se pueden generar, pero no tenemos en cuenta el cambio que podría traer no solo a la ciudad sino a la zona donde se construye.
La ciudad cuenta con pocos espacios, pero buenos, y hay que tener en cuenta que esa calidad muchas veces no se ve en los barrios donde más se necesitan y esto es un reto para tener en mente porque se pierden muchas oportunidades para los habitantes de esas zonas.
Sin embargo, la percepción que tenemos los habitantes de los espacios no es la mejor, debido a problemas secundarios que hacen perder la motivación de ir a visitar estos lugares con más frecuencia como la inseguridad. Y otro caso “reciente” es la contaminación del aire.
Así que el trabajo no es fácil y debe ser fuerte para que estos espacios puedan ser aprovechados al máximo sin ningún inconveniente.
PD: Hace poco salió el siguiente dato: “Partícula en el aire del Aburrá es 53,4% cancerígena”. ¿Qué estarán esperando nuestros dirigentes para hacer algo?
