La promoción del turismo rural a través de los deportes de aventura

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Benjamin Morales Irato
24 marzo, 2020 - Empresas
Festival del Andinismo: ciudadanía activa con mensaje de sostenibilidad
Tras algunas escaramuzas iniciadas en 2004, en el año 2012 nació el Festival del Andinismo, que en su momento convocó los deportistas, turistas, patrocinadores, acompañantes y la atención que Morales Irato quería para su actividad económica. Foto: Festival del Andinismo

Los eventos deportivos, a nivel mundial, se han convertido en activaciones masivas generando todo un negocio a su alrededor, con un impacto económico considerable en aquellas localidades que albergan este tipo de eventos.

Salir a correr, montar bicicleta o simplemente salir a caminar (entre otras actividades) a las afueras del casco urbano, para practicar un poco de deporte y mantenerse en forma, ha pasado de ser un pasatiempo a convertirse en todo un fenómeno de masas. A muchas de estas prácticas de campo se les denomina “Deportes de Aventura”.

Consecuentemente nacen los eventos y competencias de deportes de aventura a nivel mundial que, además de generar un espacio competitivo para estos nuevos deportistas, requieren de la contratación de diferentes servicios: empresas de cronometraje, seguros, marketing deportivo, y otros; y traen consigo infinidad de oportunidades de negocio para el sector hotelero, el comercio o las agencias de viaje que venden paquetes turísticos que incluyen desde la estancia en un hotel hasta la elaboración del dorsal para participar en dichas pruebas (Hinch y Higham,2004; Kotze, 2006; citados por Soler y San Martin, 2017).

En cuanto a la expansión del mercado, o los deportistas tanto amateurs como elite, y el consumo que estos generan, tomando como referencia a la Revista Runners 2014, en el año 1997 se vendieron 430,000 pares de zapatillas, en el año 2009 se vendieron 1.1 millones y para el año 2013 fueron 2.2 millones de pares de zapatillas solo en España (Soler y San Martin, 2017).

Dado su crecimiento, se realizaron estudios del impacto de los grandes eventos sobre el turismo en la década de los 80 (Kotze, 2006, citado por Soler y San Martin, 2017). Desde entonces son muchas las definiciones que se han dado del turismo de eventos deportivos o turismo deportivo (Gibson, 1998, citado por Soler y San Martin, 2017). Para Delpy (2003, citado por Soler y San Martin, 2017) el turismo de eventos deportivos incluye “aquellas actividades o competiciones deportivas capaces de atraer un número considerable de visitantes con el objeto de participar o asistir como espectadores”. Por su parte, Weed y Bull (2004, citados por Soler y San Martin, 2017) lo definen como “un fenómeno social, económico y cultural que emerge de la interacción entre una actividad, un lugar y un grupo de gente”.

No obstante, los turistas deportivos no son únicamente los que participan en un evento deportivo, sino que se puede clasificar en tres categorías (Nogawa, Yamguchi y Hagi, 1996; Herstein y Jaffe, 2008, citados por Soler y San Martin, 2017):
a) Participantes del evento: deportistas inscritos

  1. b) Espectadores del evento: asistentes que acompañan al deportista o simplemente van a disfrutar del espectáculo.
  2. c) Amantes del deporte: deportistas que viajan con el fin de participar en deportes “auto-organizados”

Los eventos deportivos son un claro ejemplo del tipo de actividades que, con imaginación, compromiso y una buena organización y gestión, se pueden realizar en el mundo rural para promover el desarrollo económico y turístico. Se definen los siguientes beneficios:

  1. Publicidad como destino de turismo rural. – Principalmente por parte de los participantes inscritos quienes promocionan el destino.
  2. Valoración económica positiva. – El costo – beneficio entre la inversión pública y los consumos realizados durante el evento son ampliamente positivos.
  3. Movilización social. – El evento genera hábitos saludables entre los pobladores. Al mismo tiempo, la participación directa o indirecta del poblador en la organización supone un elemento de satisfacción y orgullo personal, al sentirse parte del éxito de la prueba.
  4. Impacto medio ambiental mínimo. – Los deportistas de aventura utilizan los recursos naturales tal y cual están por lo que no se transforma el entorno. Así mismo, la cultura “outdoor” de los deportistas es consecuente con la protección del ambiente.

Así, pues, en momentos de crisis económica como la actual, considerar la organización de eventos deportivos supone una gran estrategia para la reactivación económica, además de ser actividades inclusivas y que fomentan la construcción de una comunidad saludable a través de los valores que ofrece el deporte como lealtad, respeto, tolerancia, responsabilidad, solidaridad, entre otros.

En la Región Áncash se viene gestando desde hace unos años el proyecto “Áncash en Acción”, una iniciativa que busca dinamizar la economía a través de un calendario anual de eventos deportivos de trascendencia local, nacional e internacional. La iniciativa “Áncash en Acción” es liderada por el sector privado, pero funciona de manera multi actor, es decir, con alianzas privadas, públicas y de la sociedad civil. Este calendario está conformado por cinco eventos, tanto en la sierra como en la costa de la Región Áncash, calendarizados de la siguiente manera:

Febrero: Festival Porteño Huarmey (costa)

Mayo: Festival del Andinismo Cordillera Blanca (sierra)

Junio: Ultra Trail Cordillera Blanca (sierra)

Agosto: Génesis Inka MTB (sierra y costa)

Octubre: 3 Piedras Stage Run (costa)

Estos 5 eventos recorren 12 municipios, generan un impacto económico de más de 1 millón de soles en consumos de servicios locales y rebotan en medios regionales, nacionales e internacionales promocionando los recursos geográficos, paisajísticos y culturales de la Región Áncash para una muy probable visita de turistas post evento.

Áncash en Acción se desarrolla gracias al trabajo y aporte de empresas como la Promotora Save, Minera Antamina, Minera Huinac, Mitsubishi, The North Face, Buff, Energizante Siente, Asociación Warmy, entre otras; y el soporte de entidades públicas como el Parque Nacional Huascarán, la Dirección Desconcentrada de Cultura de Áncash y las municipalidades de la zona de influencia.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:

  • Soler, F. y San Martin, E. (2017). La promoción del turismo rural a través del trail running: el caso de Carrícola en la comarca de La Vall d’Albaida (España). PASOS Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15(1), 49-67. Doi: http://www.pasosonline.org/Publicados/15117/PS117_04.pdf