A la luz de la pandemia por COVID-19 y de manera virtual, Low Carbon City en Colombia, realizó el primer Congreso ‘Economía, Riesgos y Oportunidades del Cambio Climático’: los peligros son múltiples, las oportunidades también.
La pandemia por COVID-19 que impacta actualmente al planeta está dejando enseñanzas y también innumerables acciones en distintas ciudades del mundo para resolverla; y entre esas lecciones más valiosas de esta coyuntura es que sirve como un buen simulador de lo que tendría que padecer la humanidad por causa del cambio climático: crisis humanitaria, económica, social.
Según la experta en riesgos de desastres por cambio climático del Departamento Nacional de Planeación de Colombia (DNP), Carolina Díaz, la ONU calcula que las pérdidas anuales por desastres en el mundo ascienden en promedio a unos US$250 000 millones y podrían aumentar a US$314 000 en 2030.
Pero esa espada de Damocles que pende sobre el mundo con sus inclementes desastres, también puede ser la oportunidad para transformar la realidad en acciones positivas e innovadoras que conjuren los efectos negativos de la variación en la temperatura mundial.
Así se pudo vislumbrar tras la realización este miércoles, del primer congreso virtual ‘Economía, Riesgos y Oportunidades del Cambio Climático’, realizado por Low Carbon City en Colombia, con la participación de expertos en gestión de riesgos de los sectores público y privado, la academia y la empresa.
“Los principales aprendizajes del evento son que el gobierno colombiano trazó una ruta a 2050 para la descarbonización del país y esa ruta tiene importantes herramientas en todos los sectores y estas las deberían conocer todos los actores económicos, sector público como privado, las universidades y los ciuadanos para apropiárselas. Que podamos avanzar de una manera más acelerada hacia la transición que necesitamos y que es cada vez más evidente por la crisis que pasamos en este momento, porque hay otro camino posible para que nuestra vida en el planeta esté garantizada”, indicó a LA Network una vez concluido el evento, Juliana Gutiérrez, Directora de Low Carbon City.
Gestionar la incertidumbre y las tensiones del cambio climático
Los expertos que participaron en el Congreso, tanto desde el sector público como desde sectores productivos como el energético, el agropecuario, las organizaciones que promueven la transición, expusieron las distintas acciones que vienen implementando con el objetivo de gestionar los riesgos ya no de una posibilidad sino de una realidad como el cambio climático, teniendo en cuenta el impacto que tiene sobre las personas y la economía.
“Este diálogo no es una conversación fácil ya que dos aspectos la permean profundamente: por un lado la incertidumbre y por el otro lado las tensiones que el cambio de paradigma trae consigo: tensiones económicas, políticas y sociales”, acotó Gloria Calderón, coordinadora del Fondo Acción, del Proyecto Moviendo la Estrategia del Desarrollo Bajo en Carbono del país.
Y es que justamente cuando se realizaba el congreso, en distintos lugares de Colombia, varias comunidades vulnerables rompieron el aislamiento de la cuarentena para reclamar a sus respectivos gobiernos locales por ayudas económicas y alimenticias para sobrellevar la crisis por COVID-19; ejemplo palpable de uno de los efectos más crudos: los impactos los padecen más las poblaciones vulnerables; lo que se convierte en un llamado para un desarrollo más sostenible que, indica la Directora de Low Carbon City, está tendiendo hacia el concepto del ‘Capitalismo Regenerativo’ que consiste en que la economía migre de una vez por todas hacia la transición, apropiándose del conocimiento de cómo funcionan los sistemas naturales y que el desarrollo económico aporte en la regeneración del deterioro ambiental causado.
En este sentido, organizaciones privadas como las multilatinas Sura y Celsia, mostraron que una trabajo permanente de estudio y gestión de los riesgos que ofrece el cambio climático, son oportunidades de transformación e innovación con nuevos productos, servicios y estrategias con valor agregado.
Daniel José Alzate, gerente de propiedad y agro seguros de Suramericana, señaló que este sector hay infinitas oportunidades y que, considerado el cambio y la variabilidad climática como una gran megatendencia, han creado una diversidad de observatorios para ofrecer soluciones al mercado asegurador de una manera más acorde con los retos del cambio climático.
En esa misma dirección indicó Juan Felipe López, líder de Sostenibilidad de Celsia, va su compañía. Esta empresa del sector energético, gestiona hoy un 89 % de energía renovable convencional y un 11 % no convencional pero, ante los riesgos que propoene el cambio climático, se han propuesto en los próximos cinco años cambiar esa proporción y ofrecer hasta un 25 % de energías renovables no convencionales como la eólica y la solar.
En esto llama la atención Juliana Gutiérrez: es necesario dejar de ver el cambio climático como solo un asunto ambiental. “Después de este congreso nos damos cuenta de que el riesgo está sumamente ligado a cualquier actividad que realicemos y particularmente desde el punto de vista completamente ligado a la economía”.
De esta manera se abren, indica Gutiérrez, infinitas posibilidades de generar negocios verdes, que las empresas cambien sus portafolios de inversión hacia negocios innovadores que aporten en la transición y sin dejar de lado a los ciudadanos a quienes la experta asignó también la responsabilidad de un consumo mucho más responsable.