Rosario – Unión Europea: contra el cambio climático y por energías renovables

derecho_1
LA Network Ciudades
25 octubre, 2017 - Alianzas y Comunidades

El convenio es una respuesta a la necesidad de tener ciudades mejor preparadas ante los retos del cambio climático.

Foto: Intendencia de Rosario

La Intendencia de la ciudad argentina de Rosario y la Unión Europea, firmaron un acuerdo de asociación que le permitirá a los rosarinos tener como par a la ciudad italiana de Génova, y participará en el programa europeo de cooperación urbana internacional (IUC-LAC).

El trabajo con esta ciudad, entre otras cosas, permitirá que Rosario pueda recibir recibirá apoyo técnico y logístico para desarrollar actividades relacionadas con el cambio climático y el desarrollo urbano sustentable. También, la cooperación tiene como objetivo crear una relación duradera entre ciudades europeas y latinoamericanas. Esto se logrará haciendo coincidir los intereses de las respectivas ciudades y creando el marco propicio para la asociación.

Además, podrá Rosario comenzar a hacer parte de una discusión que está enmarcada en seis sectores clave de la urbanización sostenible: Planificación urbana de bajas emisiones de carbono, construcción sustentable, movilidad sustentable, gestión de aguas, gestión de Residuos Sólidos y uso de energías sustentables; entre otros.

Igualmente, a través de esta cooperación Rosario podrá agregarse a paneles relacionados con prácticas relevantes, compartir experiencias y, sobre todo, desarrollar un diálogo constructivo entre expertos y funcionarios municipales.

El Programa de Cooperación Urbana Internacional (IUC), financiado por la Unión Europea, es una plataforma interdisciplinaria entre América Latina, el Caribe y Europa sobre Planeamiento Urbano Sustentable. Ofrece a las ciudades latinoamericanas participantes la oportunidad de ser asociadas a ciudades europeas.

Según diversos estudios, alrededor del 54% de la población mundial reside en las ciudades, una cifra que no deja de aumentar. El incremento de los residentes en grandes urbes urbanas supone una mayor creación de riqueza, pero también una mayor presión sobre los servicios urbanos (energía, agua, salud, transporte, alojamiento, entre otros), lo cual a su vez perjudica al medio ambiente y puede afectar a la calidad de vida.