Las mediciones realizadas en 250 puntos de la capital peruana y Callao superan en su mayoría los límites recomendados. El ruido es un hecho.
Lima y Callao sufren de exceso de ruido. La capital peruana y su vecina eterna tienen un grave problema de contaminación auditiva en sus territorios.
“Además de los problemas de calidad del aire, hay que sumarle la costumbre de tocar el claxon por todo, esto genera una enorme contaminación auditiva, debemos buscar cambiar esa costumbre”, comenta Cinthya Yamamoto, abogada y co-fundadora de la organización ciudadana Peruanos de a Pie, sobre este problema que afecta a la población de estas dos ciudades conurbadas.
Y esta es solo un parte pues el problema no es menor. Según el Séptimo Informe de Resultados sobre Calidad de Vida en Lima y Callao, de la organización Lima Cómo Vamos; las mediciones realizadas en 250 puntos de estas ciudades, describen un panorama negativo.
“De los puntos medidos, el 100% de los puntos en zona de protección especial superó el nivel máximo; el 97.4% superó el límite en las zonas residenciales; en el 90.8% de las zonas comerciales ocurrió lo mismo, así como en el 22.2% de las zonas industriales”, indica el informe sobre la capital peruana.
Ahora, sobre el Callao, el asunto es igual de crítico: “Los resultados de los puntos evaluados en Callao indican que el 100% de los puntos en zona de protección especial, zona comercial y zona residencial sobrepasan los niveles máximos. Solo los puntos en zona industrial no exceden los niveles máximos”, señaló Lima Cómo Vamos en su último informe.
De hecho, la organización destacó los 20 lugares -10 en Lima y 10 en Callao- con mayores niveles de ruido, en un claro llamado a mejorar estas condiciones que por ejemplo en puntos de zona comercial de Lima muestran el exceso de ruido: el máximo permitido en este tipo de sector es de 70 decibeles en el día y 60 en la noche. Sin embargo, la medición indica que puntos como el distrito Ate, Carretera Central con calle La Estrella, alcanza un máximo de 84.3 decibeles. Además, en el distrito El Agustino, punto Av. José Carlos Mariátegui con Jr. 1 de Mayo, registra 84.9 decibeles, una clara muestra del exceso de ruido que deben vivir las personas que acceden a estos lugares.
Es más, de este listado de 10 lugares, el 100% de ellos supera el promedio de los 80 decibeles, ninguno baja de allí (ver tabla), sumándose a los otros indicadores que no permiten que Lima sea una ciudad totalmente sostenible.
Por otra parte, el municipio de El Callao, presenta este fenómeno en iguales condiciones que la capital: indicadores negativos que claro, afectan el objetivo de la región para ser una ciudad más humana e inclusiva.
“(…) El 100% de los puntos en zona de protección especial, zona comercial y zona residencial sobrepasan los niveles máximos. Solo los puntos en zona industrial no exceden los niveles máximos”, reporta el informe sobre este territorio conurbado con Lima.
En los distritos Bellavista, Ventanilla y Callao se supera en todos el 80% de decibeles mientras en zona comercial y de protección especial, el máximo permitido oscila entre 50 y 70 decibeles.
Todo este panorama configura unas ciudades que ponen en riesgo a sus ciudadanos. Por ejemplo, la contaminación y el exceso de ruido generan trastornos como el trauma auditivo, la elevación del umbral auditivo y la pérdida de audición, entre otros.
Así que para la capital peruana y Callao, el reto es enorme pues requieren empezar a tomar medidas que permitan disminuir esos números y mejorar las expresiones culturales que, como explicó Yamamoto se manifiestan con intensidad en la práctica de tocar el claxon, subiendo así ese número de decibeles que no es la ideal para los limeños.