En una conversación que algunos llamarían «el rostro humano del desarrollo urbano», expertos de diferentes países se reunieron en una sesión especial del Foro Urbano Mundial WUF9 en Kuala Lumpur, para debatir sobre cómo aprovechar la diversidad y la cultura para fortalecer la ciudadanía.
Al comprender que la cultura de las ciudades puede ser útil para unir a las personas, los participantes de la sesión especial sobre “Diversidad y Cultura para construir ciudades para todos”, enfatizaron en la necesidad de apertura, respeto y resiliencia para acercarse a la cultura e incorporar la diversidad.
«La cultura tiene que ser democrática», dijo Virginio Merolla, alcalde de la ciudad de Bolonia, y agregó que sin el respeto por los ciudadanos o su participación, los gobiernos locales y los planificadores urbanos no pueden crear ciudades resilientes que reflejen las necesidades de esos ciudadanos.
La cultura, tanto tangible como intangible, sigue siendo el recurso más importante de nuestro planeta. Ya sea formal o informal, nuevo o antiguo, tradicional o moderno, su impacto en la forma en que interactuamos con cada uno y con nuestras ciudades es una parte integral de nuestro desarrollo. Cuando se piensa en la implementación de la Nueva Agenda Urbana, es muy importante reconocer el rol de la cultura y la diversidad.
A medida que más y más personas se muden a las ciudades, no solo traerán su yo físico a la mesa, sino también sus diversos orígenes, tradiciones, ideas y rituales. En primer lugar, crearán comunidades pequeñas y modestas en la periferia antes de integrarse en el ámbito más amplio de la ciudad. Según Elizabeth Cardoza, presidenta de Heritage Malaysia Trust y una de las oradoras, es importante que los planificadores urbanos y los gobiernos locales reconozcan a estas comunidades.
«Las comunidades pequeñas y modestas pueden aprovechar su diversidad, pueden mirar para compartir su diversidad con los demás», afirmó.
Cardoza cree que al proporcionar programas que permitan a los nuevos habitantes de la ciudad integrarse en un formato más amplio, como el acceso a la vivienda, el acceso a la educación, la cultura se ve y se comparte sin problemas.
La diversidad cultural también puede encontrar su camino para ayudar a una ciudad después del conflicto y el desastre.
«Sin diversidad cultural, no podemos recuperarnos del conflicto», señaló Emmanuel Kouela, Director de Asuntos Culturales y Turismo de la ciudad de Ouagadougou en Burkina Faso. Para Kouela, la diversidad cultural es la herramienta necesaria para reconstruir las ciudades, proporcionando una especie de “ungüento” mágico y único a lo que se perdió en un conflicto o desastre natural a través de elementos como la comida, la música, el arte y las conversaciones. En esencia, la cultura es lo que ayuda a la resiliencia.
La nueva Agenda Urbana reconoce la importancia de la cultura y la diversidad como motores del desarrollo. Sin las contribuciones de diferentes personas y comunidades y el énfasis de la cultura, las ciudades no pueden ser inclusivas; no pueden ser ciudades para todos.
Como dijo Shain Shapiro, CEO de Sound Diplomacy durante la sesión: «Es importante construir casas, pero también es importante construir todo lo demás a su alrededor». La sesión instó a los miembros de la audiencia a pensar en la cultura de la misma forma en que los planificadores pensaban en las ciudades: utilícelo en la etapa más temprana posible e incorpórelo cuando piense en la capacidad de recuperación.
Con información de ONU Hábitat
