Arte, cultura y políticas públicas para transformar los territorios

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LA Network
10 noviembre, 2023 - Cultura

En la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales se realizó el Encuentro Internacional de Cultura, Territorio y Gestión en el Desarrollo Local, Urbano y Rural con ocho entidades más, incluyendo a la Unesco y al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile, con el fin de mostrar –a través de experiencias en territorio– cómo el arte, la cultura y las políticas públicas impactan y transforman problemas como el hambre, la pobreza, la minería y la desigualdad social en Iberoamérica.

Resignificar los problemas de la comunidad a través del diálogo, la mesa, y la toma de decisiones conjuntas. Foto de Denniz Futalan: https://www.pexels.com/es-es/foto/personas-en-ropa-tradicional-marron-bajo-un-cielo-azul-3453057/

¿Pero qué es una política pública? El profesor Winston Licona Calpe, de la Facultad de Administración de la UNAL Sede Manizales y líder del Encuentro, mencionó que “este es un ejercicio de índole social, en el cual, a través de propuestas, decisiones y acciones, se resuelven problemas territoriales para un bien común”.

“Estos ejercicios son guiados o acompañados por un individuo o colectivo, que puede pertenecer a una institución pública, privada o comunitaria, para liderar o gestionar proyectos en los que se involucre a la comunidad, pero a partir de las ‘capacidades’ o los recursos tanto materiales como económicos disponibles con los que puede contar o a los que podría acceder un territorio”.

Estos aspectos se abordaron en áreas tanto urbanas como rurales, y algunos panelistas gestores sociales, invitados de México, Honduras, España, y por parte de Colombia de Soacha y Manizales, compartieron sus experiencias sobre algunos desarrollos en los que están involucrados conjuntamente el arte, la cultura y el territorio en sus comunidades.

Por México, las gestoras sociales Irma Castillo y Guadalupe González, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, se enfocaron en temas como la no transferencia de los modelos culturales y sociales de un territorio a otro, pues consideran que no es posible replicar una estrategia a una comunidad, y luego aplicarla a otra.

“Aunque los instrumentos puedan ser los mismos, como encuestas, mapeos y cartografías, entre otras, cada país es único y cada propuesta tiene un objetivo diferente”, mencionaron.

Dentro de sus experiencias, las expertas contaron cómo en una comunidad de más de 30 familias, a través de mesas colectivas, se sigue ejecutando la “Milpa cultural”, una tradición ancestral en la que, a través de policultivos (variedad de semillas) como maíz, frijol, calabazas y chiles, se gesta un desarrollo alimenticio para saciar el hambre; además los habitantes aprenden a laborar la tierra y a compartir sus conocimientos con otros.

De otra parte, el gestor social Mario Hernán Mejía, director de Cultura de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, habló sobre el impacto que ha tenido para este territorio adaptarse a un nuevo acervo cultural como los objetos, la música, los símbolos y las tradiciones que se van desarrollando y mostrando en los más jóvenes.

“Se propone deconstruir la identidad mediante dispositivos electrónicos como computadoras y tabletas para generar procesos divulgativos –como campañas, turismo y guías virtuales– con el fin de enseñar y promover nuestro patrimonio cultural, fortaleciendo teatros, museos y lugares emblemáticos de la ciudad”, señaló.

Por su parte, la profesora Victoria Eugenia Valencia Maya, del Departamento de Ciencias Humanas de la UNAL Sede Manizales, se refirió a cómo a partir de los monocultivos de aguacate Hass se pudo construir una resistencia o barrera natural a ciertas multinacionales mineras que pretendían extraer mercurio de Aránzazu (Caldas).

“Un estudio de la UNAL buscaba verificar si el mercurio en las montañas de Aránzazu estaba afectando la salud mental de los habitantes, pero se encontró que no era así, por el contrario, en sus cabellos había partículas de oro y plata, lo que atrajo el oído de multinacionales mineras para posibles estudios de explotación”.

“En este municipio se formó un colectivo rural que plantó más de 300 hectáreas de aguacate, destacando la resistencia al sistema y la valoración del territorio como un modelo económico sostenible que preserva el ecosistema y evita la contaminación ambiental”, explica la profesora Valencia.

Desde Soacha, la gestora social Diana Patricia Gómez Flórez detalló cómo su trabajo sirvió para impulsar la creación del Consejo Municipal de Cultura, beneficiando a más de 1.500 artistas a través de la veeduría territorial.

“Este es un órgano de participación en donde se reúnen mesas colectivas y se eligen representantes para danza, música, medios de comunicación, escuelas, casas culturales, etc., para que cada ingreso que se le disponga al municipio sea debidamente usado y gestionado”, mencionó.

“Podemos hablar de la transformación territorial, en cuanto a seguridad y actividades propositivas en el arte, la música y el teatro a jóvenes de la vereda El Charquito, en el corregimiento 2 de Soacha, o la formación de la escuela itinerante tiene su formación en teatro para los niños y gestiona bibliotecas, entre otras actividades”, añadió.

El profesor Licona mencionó que “puede existir un sinfín de iniciativas, miles de proyectos en la cabeza o en el papel, para el cuidado de la tierra, el agua, escenarios para el arte, etc., pero la pregunta es, ¿quién se encargará después de cuidar estas iniciativas, de mantenerlas en el tiempo, de hacer que perduren?”.

En el marco de las conversaciones se iniciará a la apertura de la Escuela Itinerante de Memoria y Patrimonio Local, que visitará universidades, municipios de Caldas y otras ciudades del país para mostrar reflexiones sobre un patrimonio vivo, y la escucha como planeación hacia los problemas territoriales.

Con información de la Agencia de Noticias UNAL