En Chiribiquete se protegen 708 especies representativas de plantas únicas o con algún grado de amenaza.
Colombia se convirtió desde este lunes en el país poseedor del Parque Nacional de selva húmeda tropical más grande del mundo, luego de que, además de haber sido ampliado a 4.3 millones de hectáreas, el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete fuera declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Al respecto, el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo, remarcó que “hoy el país tiene cerca de 43 millones de hectáreas protegidas a perpetuidad, lo que le permitirá a las nuevas generaciones disfrutar de los activos ambientales”.
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La Serranía de Chiribiquete es el más grande de los 59 parques naturales que tiene Colombia. Para los indígenas amazónicos, es el lugar más sagrado de su territorio. Con la declaratoria y la ampliación territorial, se podrá garantizar la conservación de los recursos naturales, su milenaria riqueza y el bienestar de las comunidades que viven allí.
“Nunca se había delimitado un páramo y este Gobierno se trazó la meta de conservar la totalidad de estos ecosistemas (37) que tiene el país. Hoy ya tenemos 30 páramos bajo esta figura y próximamente oficializaremos la delimitación de los sietes restantes”, destacó Luis Gilberto Murillo, titular del MinAmbiente, sobre la oportunidad de proteger estas zonas llenas de biodiversidad.
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Este lugar, declarado Parque Nacional Natural en septiembre de 1989, es un punto crucial y de contacto entre los biomas Amazonía, Andes y Orinoquía; además, su protección permitirá el mantenimiento y monitoreo del régimen de bajantes y crecientes de los ríos, y beneficiará a las comunidades Uitoto, Tucano, Cubeo, Wanano, Desanos, Pijaos, Piratapuyos, Yukuna, Matapí, Tanimuka y Andoque, entre otras, quienes aún viven en la Serranía de Chiribiquete, conocida también como la Maloca Cósmica de los Jaguares.
El nuevo Patrimonio de la Humanidad ubicado en Colombia, se ha mantenido en un importante nivel de aislamiento durante siglos, lo que ha evitado la colonización humana. En Chiribiquete aún viven comunidades indígenas que permanecen en aislamiento voluntario, son los guardianes milenarios de sus joyas naturales y culturales.
