Cerrar las brechas de acceso a las tecnologías de la información y la comunicación es casi siempre el objetivo, bastante costoso para las municipalidades, pero que el Distrito Metropolitano logró hacer financieramente autónomo.
Entre tres y tres millones y medio de dólares anuales debería ser la inversión que el Distrito Metropolitano de Quito tendría que hacer para proveer el servicio de Internet a sus ciudadanos en los más de 550 puntos en los que actualmente está disponible: plazas, parques, paradas de transporte público, espacios masivos o centros culturales y de desarrollo comunitario.
Sin embargo, a través de un modelo de negocio colaborativo, esta ciudad de Latinoamérica ha logrado la autosostenibilidad financiera del proyecto #QuitoTeConecta, que hoy por hoy tiene nada menos que 48.000 usuarios diarios conectados sin que la municipalidad deba hacer inversiones, lo que permite que esos recursos puedan ser destinados a otras necesidades de la ciudad ecuatoriana.
“#QuitoTeConecta es un proyecto que le apuesta justamente a un modelo de gestión de economía colaborativa. Analizamos proyectos en otras ciudades, locales e internacionales, y vemos que una inversión a nivel municipal no era tan viable. En ese modelo invitamos a las empresas públicas, privadas, a formar parte del proyecto y a aprovechar la infraestructura ya existente dentro de la ciudad”, dice Xavier Fernando Benítez Mejía, responsable del programa que se articula desde la Agencia de Promoción Económica, CONQUITO.
Según Benítez Mejía, la estrategia se ha basado en seis pilares, no todos desarrollados aún, pero que han demostrado su efectividad y eficacia.
El primer es la vinculación de las empresas privadas; el segundo, el apadrinamiento de espacios públicos; el tercer pilar es la vinculación de las entidades municipales; el cuarto es la participación del sector del comercio; el quinto es la suma al proyecto de la academia con todas su posibilidades y sexto, la gestión -transversal a todas las anteriores dice Benítez Mejía-, de la publicidad en todos los espacios públicos posibles.
“Primero es la conversación con los operadores del servicio para que sean ellos quienes brindan el servicio a la ciudad de forma gratuita a través de un intercambio de publicidad. Esto junto a un apadrinamiento de las empresas privadas de los espacios públicos, parques, plazas, etcétera en todo el municipio y les dijimos ‘Bueno ya que eres el padrino del parque, sea padrino también del WI-FI’”, explica el líder del programa digital quiteño.
El tercer pilar se basa en la premisa de que el aporte también empieza por casa. En este caso, la colaboración y el aporte de las entidades municipales con su red, amplían su radio de influencia dentro y fuera de sus sedes para asumir también un papel activo en #QuitoTeConecta, gracias a su presencia estratégica en todo el territorio.
Para sumar al sector comercial del distrito metropolitano, Benítez Mejía y su grupo de trabajo, adelantan actualmente su estrategia con base en el ‘Distintivo de Calidad’ que se le otorga por ejemplo a restaurantes, para que dentro de esa certificación de buen servicio, se tenga en cuenta el acceso gratuito a internet para sus clientes a través de #QuitoTeConecta.
Sobre el quinto pilar, la academia, el programa ha querido ser casi que orgánico al sumar dentro de su oferta a las universidades. Ellas dentro de su quehacer ofrecen a la comunidad académica la posibilidad de navegación dentro de sus campus. “Entonces le propusimos a la Academia que abra dentro de sus estructuras de campus el acceso al WiFi y lo que hacemos es un esquema de gana-gana al direccionar, a través de un link nuestro a los servicios universitarios para que todos ganemos”, recalca el también magíster en Dirección de Proyectos y Marketing Digital.
Para el sexto pilar, #QuitoTeConecta realiza un ejercicio muy sencillo de aprovechamiento del espacio público en beneficio de los ciudadanos, pues la propuesta a las marcas es que pauten en determinados puntos, hagan presencia y a través del suministro del servicio de acceso a internet, “donde se les deja en claro a los ciudadanos que en ese punto el WiFi es un aporte de esa marca”, explica Benítez Mejía.
En este punto, el responsable del programa digital, advierte que sobre esos pilares se construyó una sostenibilidad que destaca, va más allá del vaivén político de los cambios en las administraciones municipales, ya que logra ser autónomo con base en el modelo de negocio que vincula al sector privado, mucho más estable y concreto. “Eso queríamos con el alcalde Mauricio Rodas, dejarle a la ciudad un modelo digital sostenible, que no se perdiera en el tiempo”, reitera.
Pero además de este valioso modelo y ejemplo para las ciudades, el programa está dando pasos más allá del acceso al servicio con sus múltiples bondades en equidad, educación y demás. Benítez explicó que han creado la Academia Cisco en la que los ciudadanos acceden a cursos presenciales sobre temas tecnológicos que hacen, según el funcionario, mucho más integral el programa.
“Hemos logrado en 6 meses de Academia contar con 2.300 estudiantes registrados de los que hoy 700 se encuentran en un nivel de actividad permanente. Al momento son 190 estudiantes graduados que han recibido certificado en cualquiera de los tres cursos iniciales que estamos brindando: conectividad, ciberseguridad y el Internet de las Cosas”.