Los ojos del mundo continúan puestos en la capital de los ecuatorianos. Luego de las participaciones y reconocimientos obtenidos en el 2016, Quito se alista para un nuevo Encuentro, que convocará a más de 300 científicos, biólogos y especialistas de varios países.
Se trata de la XXV Conferencia Internacional de Osos, respaldada por International Bear Association (IBA), prevista a realizarse en noviembre del presente año. En esta cita se expondrá la situación actual en la que habitan estos mamíferos en el planeta.
En nuestro país, el oso andino u oso de anteojos, convive en grandes territorios de páramo y se mueve hasta los bosques nublados del noroccidente del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ). Estos territorios de páramos y paisajes subtropicales alcanzan una extensión de 65 mil hectáreas, asentadas en las parroquias rurales de: Calacalí, Nanegal, Nanegalito, Nono y San José de Minas, dentro del Corredor Ecológico del Oso Andino del Distrito, zonas que corresponden al 16 por ciento del territorio rural de Quito.
Verónica Arias, Secretaria de Ambiente del DMQ, explica que actualmente, el oso de anteojos, es el único úrsido (familia de mamíferos carnívoros adaptados secundariamente al régimen vegetariano y plantígrados), que existe en América Latina y es endémico de los Andes de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y el norte de Argentina.
“Es una especie que se encuentra amenazada por la destrucción de su hábitat y por la cacería; de los 2.000 que se estiman existen en el Ecuador, en el Distrito se han registrado 50 en el noroccidente, que están siendo monitoreados e investigados, bajo el Programa de Conservación del Oso Andino de la Secretaria de Ambiente del DMQ y la USFQ, para salvaguardar de la extinción de esta especie emblemática de Quito y la biodiversidad asociada que habita en el Corredor del Oso”, comentó la funcionaria.
Comentó que las amenazas para su supervivencia son la tenencia informal de la tierra, el uso desordenado del suelo y las prácticas agropecuarias extensivas que derivan en varios conflictos entre humanos y osos llegando a prácticas como la cacería.
La carretera Calacalí- Nanegalito-La Independencia, que atraviesa el noroccidente del DMQ, actúa como una barrera al normal desplazamiento de osos y otros mamíferos grandes que arriesgan su vida al cruzarla o simplemente no lo hacen, pero esta limitación puede comprometer la salud genética de la población de osos, al impedir el intercambio de genes entre individuos de un lado de la carretera con aquellos del otro costado.
Protección y legislación
Estos animales son silvestres, es decir, viven sin contacto con seres humanos y están catalogados como amenazados a nivel local y regional.
La legislación que los protege es amplia. La Constitución vigente en el artículo 400, declara como interés público a la biodiversidad silvestre; el Texto Unificado de Legislación Secundaria de Manejo Ambiental, Libro IV de la biodiversidad del 2003 (art.103), que prohíbe la cacería de esta especie amenazada o en peligro de extinción y la reciente incorporación de normativa en el Código Orgánico Integral Penal del 2004 (art.247), protege a esta especie, y lo cataloga como delito contra la flora y fauna silvestre aquella persona que cace, pesque, capture, recolecte, extraiga, tenga, transporte, trafique, se beneficie, permute o comercialice, especímenes o sus partes, sus elementos constitutivos, productos y derivados, de flora o fauna silvestre terrestre, marina o acuática., de especies amenazadas, en peligro de extinción y migratorias, listadas a nivel nacional por la Autoridad Ambiental Nacional y tratados internacionales ratificados por el Estado, con una sanción y pena privativa de libertad de uno a tres años.
Esta especie, el oso andino u oso de anteojos consta en el libro rojo de mamíferos del Ecuador desde el 2011.
A nivel local, desde el 2008 el Municipio del DMQ ha generado información suficiente para emprender acciones que aportan significantemente en el manejo del hábitat de la especie en esta zona del Distrito, así como Resoluciones del Concejo Metropolitano para la declaración del oso andino como especie emblemática de Quito en el 2012; creación del Corredor en el 2013 y la creación del Programa de Conservación del Oso en el 2015, con el fin de emprender proyectos de acción pública, privada y comunitaria para salvaguardar a esta especie en conjunción con la Autoridad Ambiental Nacional, la Policía Nacional y otros gobiernos autónomos, con la finalidad de consolidar una red de vigilancia y monitoreo para prevenir su captura, comercialización, transporte y caza ilegal dentro de su jurisdicción.
El anuncio de este nuevo Encuentro Internacional ratifica que en el Distrito Metropolitano de Quito existen únicos y exuberantes espacios de la más variada y significativa biodiversidad a nivel mundial. Particularidades que, a finales de 2016, motivaron el reconocimiento de la revista Traveler de National Geographic, del bosque nublado (ubicado en el noroccidente) del DMQ.
