En el Ranking de Ciudades Fatales de LA Network, Culiacán ocupa la posición 51 con una tasa de ocho muertes por cada 100 mil habitantes.
Mejorar intersecciones aledañas, adecuar 400 nuevos metros de banquetas y rampas; instalar nueva señalización, reducir el límite de velocidad a 20 kilómetros y plantar árboles que proporcionen sombra, hacen parte de las estrategias del programa calles escolares seguras que el IMPLAN Culiacán puso en marcha, inicialmente, en la escuela Ángel Flores.
La iniciativa, que hace parte de “Punto a punto”, busca el máximo de protección para niños y padres que acuden a los planteles educativos, y está integrado por un conjunto de pruebas de la nueva geometría de trazos definitivos para los sectores aledaños a las instituciones educativas.
Durante la presentación de la primera experiencia de Calles Escolares Seguras, Aureliano Félix Díaz, Coordinador General del Consejo Directivo del IMPLAN, invitó a la empresa privada a sumarse a estas estrategias de seguridad ciudadana, con la intención de contar con más intervenciones integrales de inversión conjunta. Esta primera intervención tendrá un costo cercano a los 32 mil dólares y será apoyada por Botnar Fondation y Global Road Safety Partnership (GRSP).
De acuerdo con el Ranking de Ciudades Fatales elaborado por LA Network a finales del año 2017, la ciudad mexicana de Culiacán ocupa la posición 51 con una tasa de ocho muertes por cada 100 mil habitantes, siendo así la segunda ciudad manita en el listado (de las 19 presentes) después de Chihuahua, ciudad que registra de 8.4 fallecimientos por cada 100 mil habitantes.
Los niños son los usuarios más vulnerables de las vías pues su cuerpo y habilidades todavía se encuentran en desarrollo. Por ejemplo, la visión periférica que permite detectar automóviles que se aproximan se desarrolla hasta pasados los 8 años. A su vez, la habilidad para medir distancias y velocidades de los autos al cruzar una calle, se sigue desarrollando hasta después de los 14 años.