Corrupción ciudadana le quita 67 millones de dólares al año a Transmilenio en Bogotá

Evasores y ‘colados’ quitan 67 millones de dólares al año a Transmilenio en Bogotá

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LA Network
12 mayo, 2019 - Seguridad y Convivencia

En Transmilenio, la red de buses de tránsito rápido de Bogotá que moviliza 2.5 millones de pasajeros diariamente, las personas que evaden el pago tienen en jaque a este importante servicio de transporte y destruyen así el patrimonio público.

Corrupción ciudadana le quita 67 millones de dólares al año a Transmilenio en Bogotá
384.000 personas, como esta en la foto, se cuelan diariamente en Transmilenio. Foto: Ambiente Estéreo.

Uno de los sistemas BRT (Bus Rapid Transit) más importantes de Latinoamérica, el Transmilenio de Bogotá, en Colombia, pierde anualmente más de 220.000 millones de pesos colombianos, algo así como 67 millones de dólares; gracias a los ‘colados’ o personas que usan el sistema, pero no pagan por ello.

De los 2’ 500.000 usuarios que el sistema tiene diariamente, 384.000 personas (que representa el 15,36 % del total de viajeros), evaden el pago del tiquete, se cuelan en el sistema. Si sumáramos estos malos ciudadanos al año totalizarían 140 millones de personas, 3 veces la población total de Colombia (45.5 millones de habitantes).

Para dimensionar el impacto de este mal comportamiento, hay que decir que, con ese dinero, advierten los expertos, se podría casi que comprar cada año un nuevo sistema de cables para esta megaciudad de cerca de 8 millones de habitantes (su primero tuvo un costo de 240.000 millones de pesos colombianos) o mejor aún, anualmente, cada uno de esos ciudadanos debe pagar, por culpa de estos ladrones de la confianza ciudadana, poco más de 8 dólares o 27.500 pesos.

“Súbete en un bus con 160 pasajeros, mira a tu alrededor y 24 de esas personas que viajan contigo, no han pagado por el servicio”, dice Darío Hidalgo, experto internacional en movilidad, bogotano y actual Director Ejecutivo de la Fundación Despacio, centro de investigación creado en 2008.

Para el experto, es tal la magnitud del robo, que con ese dinero también se podrían adquirir anualmente 250 buses que servirían para disminuir en gran proporción las quejas de los usuarios del servicio que indican que es de mala calidad o dicho de manera positiva, para aumentar la capacidad del sistema en un ‘maravilloso’ 17 %.

Y aunque nos les falta razón y mucho del fenómeno de los ‘colados’, como se denomina en Colombia a aquellas personas que ingresan al sistema saltando el torniquete, evadiendo las taquillas o saltando las puertas de las estaciones, podría justificarse como una venganza por el mal servicio y el coste del tiquete; Hidalgo piensa que mucho de este caos proviene de la cultura colombiana de que “el vivo vive del bobo” o, en otras palabras, “me importa un carajo el colectivo si yo me beneficio”.

Corrupción ciudadana le quita 67 millones de dólares al año a Transmilenio en Bogotá
Con el dinero que roban los ciudadanos al sistema se podrían adquirir anualmente 250 buses para mejorar el servicio. Foto: Bogotá AM PM

Estudio evidencia cómo los ciudadanos destruyen su patrimonio

Aunque ya se sabía de la gravedad del problema de los ‘colados’, -en los últimos 18 meses se adelantaron ocho iniciativas pedagógicas para reducirlo-; las alarmas se volvieron a encender con la reciente publicación del estudio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia que dedicó más de 48.300 horas de videograbación al análisis de este caso, que dio como resultado que el 15,36 % de los pasajeros no paga por el servicio ingresando al sistema de manera fraudulenta.

Llamada alguna vez la ‘Atenas Suramericana’ por su nivel cultural y en la actualidad muchas veces destacada como destino turístico internacional, la capital de Colombia es una de las megaciudades latinoamericanas pionera en los sistemas de buses de tránsito rápido (fue puesto en operación en el año 2000), mejor conocidos como BRT, hoy luego de casi dos décadas de funcionamiento, moviliza a diario a más de 2.5 millones de personas en 113 kilómetros de extensión y 147 estaciones habilitadas.

Sin embargo, el sistema está rezagado, como explica Hidalgo. “Por supuesto que TM tiene que mejorar. Es un servicio que ha debido expandirse mucho y básicamente está estancado: desde el año 2007 no se inicia una nueva troncal, desde 2012 no se pone al servicio ningún nuevo corredor significativo que mejore la cobertura y las oportunidades de viaje de los bogotanos y apenas ahora se están reemplazando los buses que debieron reemplazarse en el año 2011”, puntualiza el experto.

Ahora, el fenómeno de los colados o de la evasión, no es exclusivo de Bogotá y de su Transmilenio (TM), en grandes ciudades como París o Nueva York, las autoridades deben combatir con el fenómeno.

Otro referente latinoamericano es el sistema chileno Transantiago. Allí, tan solo en enero de 2017, luego de ser inaugurado en 2007, llegó a picos de evasión tan altos como el 34,6 % y en el indicador más reciente, enero – marzo de 2019, registra un importante 24,5 %, según informe del Programa Nacional de Fiscalización del Gobierno chileno.

Corrupción ciudadana le quita 67 millones de dólares al año a Transmilenio en Bogotá
La primera medida que se tomará para evitar el fraude será el cambio de torniquetes que eviten escenas como esta. Foto: @esnegrete (Twitter)

Desde perros a barreras, en la baraja de los intentos por controlar el desfalco

Protestas con bloqueos incluidos al sistema han sido frecuentes en los últimos años como forma de reclamación por un mejor servicio en TM. Los pasajeros viajan de manera incómoda gracias la densidad, los buses tardan en llegar a las estaciones y muchos de ellos sufren de grandes daños que muchas veces los dejan varados en medio de los recorridos; lo que genera una pésima percepción del servicio no solo hoy.

Desde 2015 el estudio ‘Accesibilidad al sistema Transmilenio: la perspectiva de los usuarios’, de la magíster en Ingeniería del Transporte, Gina Paola Cortés Pedraza, señalaba que tan solo el 3,6 % de los encuestados para la investigación calificaba como positivos los aspectos económicos y de comodidad. Sin embargo, se trata de un círculo vicioso bastante complejo de romper.

“Es difícil de solucionar porque las personas que se cuelan tienen múltiples razones, justificaciones que al fin y al cabo son inválidas porque son un robo que le hacen a la ciudad y a ello se agrega el maltrato al que someten a los demás usuarios del sistema”, recalca Hidalgo para referirse a que ciudadanos cultos que reclaman a los vándalos en ocasiones han sido agredidos.

“Cuánta inversión para mejorar la calidad de vida de la gente, estamos dejando de hacer por evadir, por no respetar lo que es de todos”, expresaba la gerente de TM, María Consuelo Araujo tras conocerse el estudio de la Universidad Nacional.

En este sentido son múltiples las medidas que se han tomado y se deben tomar para disminuir la evasión. Las primeras son de infraestructura y están relacionadas con la instalación de torniquetes mucho más altos que impidan el que los ‘colados’ salten encima de este sistema de ingreso. De hecho, un total de 10 de ese 15,36 % de evasores ingresa a las estaciones superando los torniquetes y el 5,36 restante, accede por lugares no autorizados como las puertas de las estaciones.

Además de ello está el reforzamiento y ampliación de las barreras, que Hidalgo lamenta deba hacerse por su impacto urbanístico pero que la gerente ya anunció, se hará junto con el mejoramiento de los sistemas de puertas de los buses y de las estaciones.

En segunda medida están las acciones fiscalizadoras o de autoridad sobre las que la gerente Araujo afirmó, buscan que ‘colarse’ no quede sin una sanción como generalmente ocurre hoy en día. Respecto a esta línea de trabajo, Hidalgo considera será el más complejo pues se requiere mayor capacidad policial, por ejemplo, una de las falencias no solo en TM sino a nivel del país (incluso se incorporaron perros en las entradas para evitar las evasiones, pero en las redes sociales abundan los videos en los que hasta esa medida es burlada por los usuarios).

La tercera línea es la de la educación, “se deben promocionar los buenos comportamientos, se deben buscar la apropiación de prácticas y cultura ciudadana”, insistió el experto en movilidad que finalmente señaló que para que TM resurja de esta crisis, se deben plantear acciones integrales que además de lo anterior deben considerar avances en infraestructura de ciudad como nuevas troncales y más integración modal, que se espera llegue con el prometido metro para esta megaciudad latinoamericana.