En el estado de Zulia, 1.500 personas están en lista por un trasplante.
La dirección de la organización venezolana Amigos del Paciente Trasplantado, confirmó ante medios locales que ya pasó un año desde que los centros de salud de carácter público en Maracaibo realizaron el último trasplante de órganos y que la situación con los medicamentos es crítico por el desabastecimiento.
Reymer Villamizar, directivo de la entidad, destacó igualmente que la falta de reactivos para el almacenamiento de órganos y los quirófanos no óptimos para la prestación de servicios de alta complejidad, han obligado a que sólo sean trasplantadas aquellas personas quienes tienen la capacidad económica para asistir a un centro de salud particular donde, por ejemplo, un trasplante de riño podría costar 200 mil dólares.
La situación se agrava de una manera más preocupante, máxime cuando en la capital zuliana existen al menos tres mil 500 personas, quienes se deben realizar procedimientos de diálisis tres veces por semana; de este número, una gran parte aspiran a engrosar la lista de mil 500 personas quienes esperan por una oportunidad para realizarse un trasplante.
Pero, la situación se para en ese punto: la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (Ontv) alertó sobre la falta de un medicamento llamado Tracolimus, que sólo puede ser suministrado por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, y que por el momento no aparece en los inventarios de la entidad.
Igualmente, la carencia de personal especializado para trasplantes, agrava las necesidades y acorta los tiempos de quienes padecer enfermedades que requieren con urgencia un órgano sano. De acuerdo con los datos de las entidades que abogan por los trasplantados, en Venezuela deberían existir al menos 31 médicos especializados en trasplantes, es decir, uno por cada millón de habitantes.