La cantidad de dióxido de carbono en el planeta ha alcanzado niveles que no se veían hace 5 millones de años, señala organización experta en el tema.
El informe del año 2015 entregado este lunes por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), no podría ser más desalentador en su conclusión: el aire nunca estuvo tan contaminado por el dióxido de carbono (CO2) como en el año pasado. De acuerdo con la organización, la concentración media de la atmósfera alcanzó las 400 ppm (partes por millón).
La OMM advierte en su boletín anual sobre gases efecto invernadero que “la barrera de las 400 ppm (partes por millón) de CO2 ya se había alcanzado antes, en algunos lugares y durante algunos meses del año, pero nunca antes a escala global y durante un año entero”.
El crecimiento las emisiones de dióxido de carbono tuvo como causa, principalmente, el fenómeno climático de El Niño, que surge cada cuatro o cinco años y que provoca el calentamiento del planeta. Un “fenómeno que generó sequías en regiones tropicales y redujo la capacidad de absorción del CO2 por los bosques y océanos”. No obstante, El Niño se fue y los niveles no han bajado. Este año 2016 se espera aumenten las emisiones de CO2, lo que resulta aún más preocupante.
Lo grave, según los expertos, es que este CO2 es el “problema número uno”, pues “permanece durante miles de años en la atmósfera y todavía más tiempo en los océanos”. Es un contaminante de larga vida. Cualquier medida paliativa que se tome se debe esperar 30 y hasta 50 años para observar un cambio positivo.
En los últimos 50 años la concentración de dióxido de carbono global aumentó más de ochenta puntos, pasando de 320 a 400 ppm. Para el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, la lucha contra el cambio climático pasa por “la lucha contra el CO2”.
La OMM reconoció como positivo la firma reciente en Kigali (Ruanda) de un acuerdo para eliminar progresivamente otros gases de efecto invernadero, los hidrofluorocarbonos (HFC), pero señaló que se requieren mayores acciones que deben ser planteadas de manera urgente, incluso en las negociaciones sobre el cambio climático que tendrán lugar en Marrakech (Marruecos) del 7 al 18 de noviembre.