La alcaldesa Claudia López destacó que el espíritu de este protocolo es construir confianza entre todos.
La ciudad de Bogotá (Colombia) cuenta desde ahora con un nuevo protocolo para garantizar el derecho a la protesta y lograr que estas se desarrollen de una manera pacífica, como es el espíritu propio de estas movilizaciones que desde finales de 2019 se han convertido en frecuentes por todo el territorio colombiano.
El manual está compuesto por cuatro instancias que a partir de ahora se deben seguir en la ciudad para atender las manifestaciones que se adelanten, donde siempre primará el diálogo y la concertación antes que el uso de la fuerza.
Las cuatro instancias, se conforman de Sanción social, buscando lograr que los mismos ciudadanos que se manifiesten rechacen las acciones que afecten el patrimonio público: Intervención de Madres Gestoras de Paz y Gestores de Convivencia, un grupo aproximado de 100 madres que acompañarán las movilizaciones como gestoras de paz.
Por su parte, la tercera instancia para atender manifestaciones detalla la Intervención de Fuerza Disponible de la Policía: si agotados los dos primeros pasos de este protocolo no se logra una mediación, intervendrá la Policía Nacional con los miembros de la Fuerza Disponible. Y, finalmente, Intervención del ESMAD como último recurso y solo se utilizará en Bogotá en el caso de que se presenten riesgos para la vida.
Desde ahora, la secretaría de Gobierno capitalina será quien coordine la respuesta del Distrito a los procesos de movilización social y la responsable del dialogo social. Igualmente, esta misma dependencia deberá garantizar los protocolos de Derechos Humanos establecidos para la fuerza pública. A su vez, la Secretaría de Cultura velará por la promoción del arte y la cultura durante estos encuentros ciudadanos y la Secretaría de la Mujer se encargará de proteger especialmente los derechos de las mujeres que marchan y de las mujeres policías.