Latinoamérica ya cuenta con más de 10 edificios que superan los 200 metros de altura. Los incendios podrían ser su talón de Aquiles.
Desde las torres Parque Central en Caracas con una altura de 225 metros, hasta el edificio más alto de Latinoamérica, la Torre Costanera de 300 y 62 pisos, ubicada en Santiago de Chile, la región cuenta con 12 rascacielos, catalogados como construcciones superiores a los 150 metros de altura.
Y uno de los riesgos de este tipo de estructuras es la atención de incendios en ciudades que no cuentan con equipos ideales para atender emergencias que superen los 50 metros (las actuales escaleras más extensas no superan esa altura) de alcance en una región cada vez más urbanizada.
De allí que en China se halla presentado un dron de alta capacidad que puede atender este tipo de episodios.
Se trata del EHang 216F que cuenta con la habilidad de alcanzar los 600 metros de altura con lo que podría atender a muchos de los edificios de gran altura del mundo a excepción de los dos más altos: el Burj Khalifa de 828 metros y la Torre Shanghai de 632 metros; pero podría ayudar a salvar vidas en el Makkah Clock Tower de 601 metros y a partir de allí a todos, incluidos los de Latinoamérica y que están congregados en muy pocas ciudades: Caracas, Ciudad de México, Monterrey, Panamá y Santiago.
Sin embargo, una de las tragedias más recordadas en Latinoamérica por incendios de edificios ocurrió en 1974 en Sao Paulo. Se trató del edificio Joelma de ‘tan solo’ 25 pisos de altura, pero al que no pudieron acceder los bomberos con un resultado de 188 víctimas y cerca de 300 heridos.
El dron contra incendios de gran altura además de su capacidad para alcanzar los 600 metros transporta hasta 150 litros de espumas especiales y seis bombas extintoras.
Desplegado desde una estación de bomberos, el EHang 216F podría tener un radio de alcance de cinco kilómetros por lo que podrían llegar a ser la avanzada previa a la llegada de los propios equipos humanos y evadiendo uno de principales retos de la atención de emergencias y el tiempo adecuado de respuesta en centros urbanos densos: las congestiones vehiculares.
De hecho, estudios realizados por la revista China Fire, indicaron que en este país de vertiginosa construcción de edificios de gran altura (superior a los 150 metros), se registraron en 2019 cerca de 7 000 incendios, lo que representa un incremento superior al 10 %.
El dron EHang 216F está dotado con cámaras de vídeo, además de un láser de sucesión para romper las ventanas y alcanzar con sus chorros el interior de las estructuras afectadas por las llamas.