Desde Finlandia, el tercer país con mejor desempeño en transición energética según el Foro Económico Mundial aparece la propuesta de estos equipos que si bien contribuyen con la limpieza de las ciudades, también dejan de aportar emisiones.
Las barredoras de calle, esos pesados equipos que surcan las calles de las grandes ciudades con sus cepillos gigantes emiten en su conjunto en el mundo y según cálculos de la firma finlandesa Trombia, unos tres millones de toneladas métricas de CO2 (dióxido de carbono), además de aportar a la contaminación auditiva de los complejos urbanos.
De allí que justamente desde ese país, el tercero en el Índice de Transición Energética del Foro Económico Mundial, se esté desarrollando una barredora que además de ser autónoma, elimina la emisión de gases como el CO2 por ser eléctricas y adicionalmente, usa un porcentaje menor de la energía que consumen estos equipos que básicamente, todavía usan tecnología de mitad de siglo XX cuando fueron desarrolladas inicialmente.
“Simplemente no podemos entrar en la era verde y sostenible de la década de 2020 con una solución tan obsoleta”, indicaron voceros de la compañía que, para dotar a sus barredoras de la capacidad de ser autónomas, han aplicado la tecnología de radar Lidar.
Esta tecnología que ha revolucionado desde hace algunos años disciplinas como la arqueología se basa en el uso del láser para la georreferenciación y ha sido incorporada a la barredora desarrollada por Trombia, considerada así la primera del mundo en contar con esta habilidad luego de un trabajo iniciado en 2013 y que espera tener estos equipos disponibles para las ciudades y operadores en 2022.
La denominada ‘Trombia Free’, con un diseño estilizado que le hace parecer más un robot que una barredora tradicional, cuenta con algoritmos que le permiten recopilar los datos del mundo físico en detalle y producir con esos millones de datos una imagen precisa del entorno en el que debe operar, priorizando la seguridad ante obstáculos como peatones y demás generando mayores eficiencias en sus trayectos.
Con esta característica, los desarrolladores prometen incluso, su operación en las condiciones climáticas más adversas.
Otro de los atributos, tal vez el más importante de las barredoras ‘Trombia Free’ es su motor eléctrico que además de reducir casi por completo las emisiones de ruido, no genera emisiones y su recarga completa se ubica en el rango de entre las 5 y las 15 horas.
En este caso, la propuesta tecnológica de la firma finlandesa ha eliminado los característicos cepillos circulares de las barredoras en las ciudades latinoamericanas y en general del mundo. Estos han sido eliminados y la succión potenciada.
Este aspecto, que pudiese ser de menor valor, es de suma importancia ya que investigaciones realizadas por distintas universidades como la de Surrey (2005) y la española Politécnica de Cartagena (UPCT) en este 2020, señalan que las barredoras tradicionales propician la propagación de los contaminantes que se han asentado en las vías.
En el caso de la investigación de la UPCT se calcula que incrementan entre un 60 % y un 70 % la cantidad de partículas en suspensión contaminantes PM 2,5 y PM 10, altamente dañinas para la salud humana y sugieren incluso, respecto a su capacidad contaminante auditiva, que deberían ser restringida su operación.
Los investigadores calcularon que la onda de polvo que emiten las barredoras tradicionales puede permanecer en el aire hasta por cuatro minutos, facilitando su ingreso en las vías respiratorias de las personas e incluso, afirman, contaminando alimentos en los alrededores.
Es decir, además de las emisiones generadas por el uso de tecnologías obsoletas como su motor diésel, las barredoras tradicionales ayudan a la propagación de compuestos cancerígenos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos.
Finalmente, Antti Nikkanen, director ejecutivo de Trombia Technologies, señaló que la compañía busca distintos modelos de negocio que permitan a las ciudades, empresas de aseo y concesionarios, una implementación rápida de esta tecnología que “ayuda a salvar el planeta”.