Salud mental

derecho_1
Bibiana María Guerra De Los Ríos
11 julio, 2021 - Salud

Imagen: pexels-photo-4496727

Por décadas, se tenía descuidada la salud mental y se creía, erróneamente, que quien padeciera de algún problema de esta índole estaba loco. Daba la impresión de ser vergonzoso si alguien iba al psicólogo o estuviera en terapia, porque el énfasis ha recaído sobre la salud física, el ejercicio y la comida. Lo anterior como parte fundamental del ser humano para mejorar los hábitos y tener una estilo de vida saludable que nos permita vivir más y mejor. En los últimos años, las altas tasas de homicidio y el aumento de pacientes con depresión o estrés (la enfermedad del siglo XXI), han llevado a la sociedad a volcar la atención hacia la salud mental. Aunque parezca repetitivo, la pandemia del covid-19, develó la importancia de cuidar nuestra mente y nuestro cerebro para vivir en armonía.
A raíz de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud ha sugerido las siguientes recomendaciones para mantener una adecuada salud mental. En primer lugar, seguir una rutina diaria, muy a pesar de los confinamientos, de menor actividad física y restricciones en la movilidad. De igual forma, se sugiere mantener buenos hábitos en lo que respecta a la higiene, la alimentación, el ejercicio y el descanso, este último, muy importante para realizar las tareas del día a día. Otro aspecto es reducir el tiempo de exposición en las redes sociales y a las noticias sin desconectarse totalmente ni dejar de estar informado por los acontecimientos. Finalmente, el contacto social, aunque muy minado en el contexto actual, es de suma importancia para la salud mental y aquí la tecnología juega un rol crucial al permitir los encuentros de forma virtual.
Hoy, afortunadamente, el tema ya no es un tabú. Por el contrario, cada vez hay más información al respecto y vemos testimonios reales de quienes se abren al mundo contando sus historias y exponiendo sus vidas personales para hacer de este tema un aspecto que hace parte de la vida de todos. También vemos cómo las empresas cuentan ahora con programas de bienestar y responsabilidad social porque entendieron que para ser productivos también se necesita promover estilos de vida saludables y fortalecer el lado personal y familiar del trabajador. De igual forma, recientemente se hizo un llamado a los gobiernos para que fomenten el cuidado de la salud mental como un tema de gobernanza y salud pública global. En algunas ciudades del país hay líneas de atención telefónicas y virtuales para que quienes lo deseen se comuniquen y reciban la respectiva asesoría.
Es claro que para estar bien no basta con tener una parte de nuestra vida en equilibrio. Un buen desarrollo humano debe incluir tanto el bienestar físico como el emocional para estar en balance. Por eso, para sentirnos bien en un mundo tan complejo como el de hoy, es necesario iniciar aceptándonos a nosotros mismos, reconociendo que somos únicos y diferentes y que en ese aspecto está nuestro mayor aporte. Es normal que haya momentos en que nos sintamos mal y bajos de nota, es normal que nuevos y distintos acontecimientos afecten nuestro funcionamiento emocional, mental y físico y, por ende, que respuestas como el estrés, la ansiedad, la soledad, el miedo y la preocupación aparezcan. Es normal también que podamos acudir a un especialista en el tema, así como cuando acudimos por una dolencia física. El primer paso para estar mejor es reconocer que algo pasa y tener la voluntad para pedir ayuda.