Las obras pueden ser visitadas en los jardines de la Coordinación de Monumentos y Obras de Arte (MOA).
Alrededor de 2.200 estatuas y monumentos que por su alto valor artístico hacen del espacio público de Buenos Aires un lugar privilegiado en el mundo, son el foco de trabajo de un grupo de 15 artistas y restauradores quienes se encargan de recuperar para la ciudad estas piezas de arte deterioradas por el vandalismo.
El lugar de trabajo de estos artistas, conocido como “El Hospital”, tiene en “cuidados especiales” a muchas obras que están a la intemperie y expuestas a sustancias corrosivas, las cuales obligan a hacerles mantenimientos periódicos, pero que tienen como principal enemigo a la mano del hombre y sus intenciones vandálicas.
La problemática con el vandalismo que afecta a las obras de arte, según Carlos Estévez de la Coordinación de Monumentos y Obras de Arte (MOA), es que algunas personas tienen la osadía de llevarse alguna parte de las obras para sus casas. Un brazo, un dedo, todo es robado como un “trofeo” artístico.
Igualmente, el funcionario de la MOA afirmó que desde la oficina ya detectaron que un grupo de karatecas se entrenan golpeando algunas de las obras instaladas en Barrancas de Belgrano. Además, relató que un paseador de perros ataba a los animales de los cuernos del cervatillo de la estatua Diana Cazadora que se encuentra ubicada frente a la Aduana y estos terminaron por quedar rotos.
De acuerdo con el inventario de obras afectadas que tienen en el jardín de la MOA, una de las piezas más vandalizadas es el conjunto escultórico de la Loba Romana (Parque Lezama). Allí, las piezas originales de bronce que representaban a Rómulo y Remo desaparecieron hace tiempo y tuvieron que ser reemplazadas por piezas de resina poliester, un material más resistente y más complicado para el accionar de los vándalos.
