La primera alcaldesa de Barcelona ha levantado la voz desde su infancia, a finales de los años 70, para que su escuela fuera una institución pública. Desde allí hasta el 2015, cuando ganó las elecciones para el primer cargo de la ciudad, Colau no ha parado de batallar por lo que llama su ‘compromiso social con la lucha por el cambio social’ con base en la movilización ciudadana.
Esta estudiante de Filosofía sin título de la Universidad de Barcelona, al interior de la academia ya practicaba el disenso participando en las asambleas internas y además se empapaba de la dinámica de los movimientos de defensa de la educación pública.
Con el paso del tiempo y sus caóticos cambios, Colau también se somete a una transformación que no se detendría hasta que asumiera el cargo de primera autoridad de su ciudad: el activismo
Participa del movimiento Okupa que toma terrenos desocupados donde se inicia en la defensa por la vivienda. Protesta contra el G8, el Banco Mundial, la Europa del Capital; contra la segunda Guerra de Irak. Luego comenzó su etapa de movilizaciones como ‘Miles de Viviendas’; realización de actividades de difusión y talleres, procesos de denuncia frente a lo que consideraba abusos del sistema en 2006.
Es en 2007 entonces cuando llega al Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Observatorio DESC) de Barcelona, el que considera el ‘trabajo más estable que haya tenido nunca’. Posteriormente lanza la campaña ‘Stop Desahucios’ cuando se incrementaron estos en la ciudad.
Ya en 2014, la futura la alcaldesa inicia su proceso para erigirse como precandidata y luego candidata en nombre del movimiento Barcelona En Comú por el que finalmente en 2015, se convertiría en la primera alcaldesa de la importante ciudad europea con el objetivo de “devolver la ciudad a sus habitantes, y hacer de Barcelona una ciudad más justa y democrática”.
Pese a obstáculos de tipo político, desde su posición, ha trabajado por la creación de 2.000 viviendas públicas y la detención de desalojos de ciudadanos; creó el Plan de Barrios para invertir en la disminución de las desigualdades sociales en educación, cultura e infraestructura y también intensificó programas como las becas comedor, esencial en Barcelona; entre otros logros.
Colau es una convencida de promover el derecho a la ciudad. Y ese derecho comienza incluso por un aire limpio y una ciudad en armonía con el entorno. Es por ello que se ha propuesto un ambicioso plan de reducción de emisiones de dióxido de carbono por habitante del 40% para 2030.