El agua es indispensable para el desarrollo de la vida en el planeta y para cualquier actividad económica. Sin agua, no hay vida y mucho menos economía, por eso resulta relevante la aparición de la venta de contratos de agua en los tableros de la Bolsa de Nueva York. En contraste, la condición hídrica de California no se puede mirar con el mismo entusiasmo. El estado ha sido catalogado como una de las megametrópolis más sedientas, alcanzando la categoría de “estrés hídrico grave” y es donde se encuentra el subyacente que da sustancia a los contratos negociados en la Bolsa.
Futuros: El afluente financiero por donde circulan las materias primas
Los primeros contratos de futuros se pactaron en Japón para cosechas de arroz, por ahí, en las inmediaciones del siglo XVII. Los contratos fijaban el precio futuro de las cosechas para cubrir riesgos de algún eventual revés climático o por plaga.
El mecanismo era simple, el productor y el comprador fijaban un precio antes de recoger el cultivo, de tal modo que, si perdía la cosecha por algún acontecimiento natural adverso, el contrato de futuro aseguraba al agricultor no quedarse con las manos vacías, mientras que su contraparte esperaba asegurar un precio de mercado más bajo por las materias primas -hoy conocidas como commodoties– al momento de liquidar el contrato.
En 1865 se negociaron los primeros contratos a plazo (forwards o contratos individuales) y, más adelante, los contratos de futuros para cosechas de granos en el Chicago Board Trade de la bolsa de Chicago. Esto permitió organizar en un mercado bursátil que pocos años antes todavía se hacía informalmente en la calle.
Hoy en día, el mercado de futuros se ha sofisticado y organizado en las bolsas de valores con un amplio abanico de opciones y activos para especular. En él, se siguen operando materias primas como el arroz, pero paulatinamente fue evolucionando alcanzando una variedad de activos al que paulatinamente se consideraron al petróleo, divisas, tasas de interés, índices, bonos y acciones.
El Toro está sediento
Ahora que se cotizan contratos de futuros en todos los mercados financieros del globo, razón por lo que no hay que extrañarse que GME Goup y Nasdaq Index diseñaran contratos para pactar precios adelantados de agua en un mercado que comercia y especula con casi cualquier cosa, la creatividad es el límite.
A propósito del agua, elemento consustancial para la existencia y sustentabilidad de la vida en el planeta, representa el 71 por ciento de la superficie terrestre, pero simplemente el 2.5 por ciento es agua dulce y únicamente el 0.007 por ciento está disponible para consumo humano debido a que la mayoría se encuentra congelada en los polos y glaciares.
El agua en su vertiente de materia prima es indispensable para el desarrollo de cualquier actividad económica. Siete de cada 10 litros de agua disponible, se usa para la agricultura y una quinta se inyecta a la tubería de la industria -particularmente alimentos y bebidas- y tan solo 8 por ciento es para uso doméstico.
Cosa que los mercados financieros saben, y supongo que era cuestión de tiempo, que el agua cotizara dentro de las fauces de mercados muy sedientos y especulativos en los mercados de materias primas de Wall Street.
La obra es de las bolsas GME Group y Nasdaq Index quienes lanzaron el Nasdaq Veles California Water Index[1] bajo el ticker symbol: NQH2O con datos de WeastWater Research.
El índice fue lanzado en octubre de 2018 y rastreo los precios de las transacciones de derechos de agua (arrendamientos y ventas) en las cinco regiones más grandes y comercializadas en California, que incluyen cuatro cuencas de aguas subterráneas como la cuenca Central, la cuenca del Chino, la cuenca principal de San Gabriel y la cuenca de Majove.
A pesar de que el Nasdaq Veles California Water Index cotiza en los tableros de la bolsa de Nueva York cinco días a la semana o en operaciones bilateral en cualquier momento, el activo subyacente se encuentra almacenado en las principales cuencas endorreicas, subterráneas y superficiales de la costa del pacífico en California: el mercado más grande de agua de Estados Unidos como lo sentencia GME Group en su página web[2].
Estos instrumentos están en la posibilidad con forwards de agua comprometer suministro y precio a los consumidores más sedientos como coberturistas del sector agroindustrial, industrias de alimentos y bebidas, textiles o energéticos, y al mismo tiempo, abre la puerta a otros jugadores como operadores individuales, administradores de carteras o hedge funds para jugar con instrumentos especulativos en el mismo mercado.
El mercado que juega con variables como capacidad de almacenamiento de las cuencas subyacentes, suministro y demanda, así como las variables propias del cambio climático, donde el agua es el punto de referencia y protagonista frente a las variaciones de la temperatura atmosférica que condiciona los ciclos y volúmenes de las precipitaciones pluviales y la gravedad de las sequias.
En síntesis, el atractivo para especuladores o coberturistas sobre el subyacente, el agua en las cuencas californianas, es su condición de escasez. Entre más escaso sea el activo esencial para la vida en el planeta y para el desarrollo económico, es más codiciado y mayor el potencial de valorización de aquellos contratos negociados en el seno de ese mercado.
De acuerdo con la bolsa Nasdaq Index en su pizarra la valorización del Nasdaq Veles California Water Index pasó de 253 a 486 dólares[3] en doce meses por unidad: equivalente a un pie de acre, ósea, 325 mil 851 galones de agua. Un incremento de 92 por ciento.
California cada vez más deshidratada
En California, por su parte, el 80 por ciento del agua es consumida por la agroindustria, ubicada -principalmente- en las áridas tierras del Valle Central[4] y es un sector que demanda cada vez más, asegura la organización Earthjustice.
Asimismo, el estado de la costa del Pacífico alberga dos regiones metropolitanas; San José-San Francisco- Ockland y Los Ángeles-San Diego. Ésta última, diagnosticada con “estrés hídrico extremo” por el Word Resurses Institute[5], a la par de ciudades como Chennai y Nueva Delhi en India o la Ciudad de México. Es decir, son ciudades que abastecen prácticamente toda el agua que tienen disponible, cualquier variación en la precipitación promedio las deja comprometidas, colocándolas en una situación de riesgo y vulnerabilidad hídrica.
En los últimos años, California, ha sido asediado por las sequías y expertos como Jon Christensen, profesor adjunto del Institute of Environment and Sustentability de la UCLA, avecina una crisis[6].
Pese a los efectos producidas por el fenómeno del Niño, las cuencas están a punto de alcanzar niveles preocupantes y habrá un momento que se comprometa la demanda, incluidas las cuencas con el que se fija el subyacente que cotiza en los mercados financieros.
No obstante, en los últimos 30 años el consumo se redujo, pasando de 250 a 100 galones per capita al día[7], entre otras cosas gracias al desarrollo de sistemas más eficientes de desalinización y reciclaje de agua.
En California el suministro de la demanda de agua proviene de varias fuentes como los ríos Sacramento, San Joaquín, Owens Valley y río Colorado, este último es una variable cardinal dentro de toda la ecuación de suministro de agua en la región oeste de Estados Unidos.
El río Colorado se alimenta de afluentes que descienden desde las Rocallosas hasta el lago Powell, y del que depende el 25 por ciento del suministro de la ciudad de Los Ángeles, por ejemplo. Sin embargo, el río Colorado también aporta a estados como Arizona, Colorado, Nuevo México, Nevada, Utah, Wyoming y otros estados del norte de México, los cuales, actualmente se encuentran en tensas renegociaciones de acuerdos y tratados sobre la gestión del río Colorado.
Adicionalmente, es importante considerar que a esas mismas fuentes se ejercen presiones adicionales consecuencia del acelerado crecimiento urbano de ciudades como Phoenix y Las Vegas[8].
Estas condiciones colocan a todo el sistema en un delicado equilibrio hídrico en la región.
Por su parte, el Nasdaq Veles California Water Index sugiere un potencial prospección alcista, pero sin superar a otras materias primas como el algodón, el oro, el litio, el cobre o el petróleo cuyas cadenas son más complejas y costosas, aunque servirá de referencia para que entras regiones del planeta adopten instrumentos similares.
Rodrigo Alonso
Director de City Manager Lab y consultor externo en Housing & Urban Development para el Banco Interamericano de Desarrollo.
Twitter: @JRodrigo_Alonso y Linkedin: rodrigo-alonso-mx
[1] https://www.cmegroup.com/trading/equity-index/us-index/nasdaq-veles-california-water-futures.html
[2] Ibidem.
[3] https://indexes.nasdaqomx.com/Index/History/NQH2O
[4] https://earthjustice.org/features/espanol/california-drought
[5] https://www.wri.org/resources/data-sets/aqueduct-projected-water-stress-country-rankings
[6] https://laopinion.com/2019/07/30/sabes-de-donde-viene-el-agua-que-bebes-en-los-angeles/
[7] Ibidem.
[8] https://www.latimes.com/espanol/california/articulo/2020-09-15/aumentan-probabilidades-de-escasez-de-agua-en-oeste-de-eeuu