BanCO2 llega a Urabá con esquema de compensación para proteger su recurso hídrico

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LA Network
16 octubre, 2017 - Ecología Urbana

En cuatro municipios de la región se realiza la caracterización para implementar el pago por servicios ambientales.

¿Qué puede tener más valor que la naturaleza? Pues desde la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare, Cornare, surgió el esquema de pago por servicios ambientales que responde a la pregunta: invertir en la naturaleza es la mejor estrategia de sostenibilidad de la tierra.

Y ese esquema de compensación que ya se está aplicando en múltiples regiones del país, donde los campesinos reciben un pago y capacitación para conservar sus territorios, está próximo a llegar a Urabá.

Se trata del convenio firmado entre la Gobernación de Antioquia, su Secretaría de Medio Ambiente y Corpourabá con el operador de BanCO2, la Corporación Más Bosques, para realizar la caracterización en 12 municipios de este departamento entre los que están cuatro de la región urabaense: Carepa, Chigorodó, Mutatá y San Pedro de Urabá.

Esto para compensación de servicios ambientales asociados al recurso hídrico en zonas con predios en los que se asientan fuentes que abastecen acueductos municipales, veredales y distritales.

“En estos 12 municipios se va a implementar un esquema de pago por servicios ambientales con Corpourabá que ha seleccionado cuencas y microcuencas que son valiosas e importantes porque son las que surten los acueductos a los municipios, la mayoría de la comunidad”, explicó la ingeniera agropecuaria Yenifer Gómez Ramírez, Coordinadora del Convenio Interinstitucional.

A través de este convenio se vinculan cerca de 800 familias de los 12 municipios para compensarlos con recursos de los municipios que tienen la obligación de invertir estos en la conservación y mejoramiento de estas zonas de importancia estratégica (Decreto 953 de 2013, Minambiente).

El convenio y los recursos van hasta 2019, explicó la Coordinadora, y cubren el pago de las compensaciones en esta primera fase hasta finales de 2018, momento en el que “esperamos la renovación del convenio y el avance del mismo”. En los cuatro municipios de Urabá la inversión asciende a los 105 millones de pesos.

En este momento se realiza la caracterización de las familias que serán objeto de la compensación. En ese proceso las familias campesinas se convierten en socias de BanCO2, reciben acompañamiento asistencial para acciones complementarias como revisión de las actividades productivas que se realizan en el predio “para hacerlas sostenibles y que no degraden el medio ambiente”.

Se parte de una base de 300 mil pesos en promedio por familia pero la experta explicó que se realizará el cálculo del costo de oportunidad al destinar una porción de sus terrenos a la conservación frente a la actividad principal productiva de la propiedad.

Sobre este proyecto, Vanessa Paredes Zúñiga, Directora de la Corporación para el Desarrollo Sostenible de Urabá, Corpourabá, señaló que además “BanCO2 es nuestro proyecto priorizado para la paz”.

Agregó que esto va más allá del aspecto ambiental y el esquema contribuye a cerrar la brecha social. “Les hacemos un reconocimiento a los campesinos que salvaguardan los bosques, los ecosistemas, estos servicios ecosistémicos”.

La funcionaria indicó que aunque hay muchas familias que quieren ingresar al esquema de BanCO2, los recursos son por ahora limitados pero invitó al sector privado a que se vincule. A su vez llamó la atención de que el esquema se está enriqueciendo también con el componente educativo medioambiental.

La llegada del esquema BanCO2 cobra una mayor importancia si se tiene en cuenta que en Urabá, entidades como EPM indican que en verano hay ríos que pierden su caudal hasta en un 90% afectando el suministro de agua para los acueductos de los municipios y comunidades de la región.