Unidas en Alide, las instituciones financieras de segundo piso indican que están en la “primera línea de mitigación”: apoyo a gobiernos, sectores económicos, pymes y deudas hipotecarias, entre las acciones.
Con un listado de 25 tipos de acciones de apoyo durante lo transcurrido de la pandemia por COVID-19 en la región, la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo, Alide, presentó el balance de lo hecho hasta ahora para hacer frente a los distintos impactos de la crisis sanitaria en las economías regionales.
Se trata del análisis ‘Acciones de la Banca de Desarrollo frente a la crisis’ que incluye también, además del inventario de acciones en el ámbito urbano, lo hecho para apoyar el sector agrario en 12 países y la transferencia de conocimiento e información especializada, todo durante los meses transcurridos de la pandemia por COVID-19.
“Entre las acciones de los bancos de desarrollo destacan el contacto con clientes afectados; revisión y modificación de modalidad de pago de intereses; prórrogas de capital y ajuste a la baja de tasas de interés; valoración de nuevas operaciones; otorgamiento y revisión de garantías e historial crediticio; aumento del límite de endeudamiento de los intermediarios financieros a fin de dotarlos de mayores recursos; créditos preferenciales a segmentos específicos; entre otros”, señala la organización con sede en Lima y que reúne a 59 instituciones.
Para Alide, los bancos de desarrollo han estado presentes en todas las etapas por las que los gobiernos han discurrido como la atención de la emergencia y su impacto inicial en el sector productivo, lo que llevó a medidas iniciales como la reducción de las tasas de interés de los créditos, la congelación de esas deudas, facilitar liquidez, tareas en las que, indican, no siempre los bancos privados respondieron. “Tanto es así que un papel importante ha recaído sobre los bancos públicos en la sustentación del crédito, la provisión de la liquidez y del financiamiento de corto y largo plazo”, señala el análisis.
Justamente dentro de esas acciones están la habilitación de nuevas líneas de préstamos; la postergación y diferimiento del vencimiento de cuotas de créditos personales, con acciones en Brasil, Costa Rica y Paraguay donde la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), destinó US$93 millones para la renegociación de créditos para capital y/o inversiones, con plazo de hasta siete años.
Otras de las acciones destacadas son los préstamos específicos destinado para la adquisición de nuevas tecnologías y la suspensión temporal del pago de deudas por créditos para la compra de vivienda, con operaciones en Brasil donde, con la Caixa Económica Federal (CEF), principal banco hipotecario de Brasil se apoyó a empresas constructoras y desarrolladores para pausar el pago de sus compromisos financieros. Así mismo se participa en Uruguay, Ecuador y de nuevo Brasil, con medidas para reducción de cuotas y la ampliación de los plazos de pago. En este último país un programa con la Sociedad Hipotecaria Federal cuenta con recursos por US$363 millones para estabilización de deuda.
En una región en la que se calcula una informalidad cercana al 50 % de las economías, el apoyo a las Pymes resulta fundamental para promover la formalización y por ello ese también ha sido uno de los focos de los miembros de Alide con el tipo de acción Garantías del crédito para las micro y pequeñas empresas hasta por 100 % del crédito.
“(…) caso de Argentina, entre 80 y 98 % en Perú, dependiendo del tamaño de la empresa. Para las empresas medianas y grandes el porcentaje de cobertura en Argentina es de 25 %. Con el programa de garantías llamado Reactiva Perú, el más grande de la historia del país, equivalente a 4 % del PBI, se espera apoyar a 350 000 empresas”, señala el documento.
Créditos para el sector turístico; avales para emisión títulos valores; garantías de crédito para restaurantes y bares; oferta de capital para empresas; congelamiento y apertura de nuevas líneas de financiamiento para gobiernos estaduales, provinciales o municipios y creación de alternativas para los programas de mitigación de los efectos del coronavirus, con apoyo para empresas del sector salud en distintos países; por citar algunos de los tipos de acciones más destacados, son los que presenta Alide y que también se declaró en alerta para actuar día a día y responder a la evolución de las situaciones generales y puntuales.
“Es función de los bancos de desarrollo, en estas circunstancias de baja del ciclo económico, actuar de manera anticíclica con alternativas sencillas, rápidas y efectivas. El objetivo inmediato es proveer liquidez a las familias, llevando los recursos asignados por el gobierno con los programas de ayuda social, y al sector empresarial, sobre todo a aquellos que, por su posición, son más vulnerable y con menos respaldo financiero para soportar una crisis tan aguda como la que estamos enfrentando”.
