Cerca del 90% de los componentes de los aparatos que reciben los Puntos Verdes móviles, se puede reciclar.
Con el propósito de sumar esfuerzos a la labor que realizan los Puntos Verdes de la ciudad de Buenos Aires, apostados en diferentes parques de la ciudad, ahora la ciudad contará con cuatro Puntos Verdes Móviles que recorrerán las 15 comunas de la capital argentina para favorecer el reciclado de aparatos eléctricos, electrónicos y aceite vegetal usado.
Esta apuesta móvil en favor del medio ambiente y que incentiva la cultura del reciclaje de materiales peligros, se suman a los casi 60 Puntos Verdes Fijos ya existentes para que los vecinos puedan planificar la recolección de estos materiales altamente contaminantes.
Durante esta apuesta, que próximamente recibirán también pilas, baterías y cartuchos de impresoras, los aparatos que se reciben son enviados a la Cooperativa Reciclando Trabajo y Dignidad donde son desmontados, sus partes reciclables se envían a empresas de reciclaje y los componentes peligrosos reciben el tratamiento que les corresponde.
«Con la incorporación de estos cuatro Puntos Verdes Móviles acercamos la posibilidad de reciclar a los vecinos. El año pasado hicimos un gran trabajo con campañas para recuperar aparatos electrónicos y eléctricos en desuso, y este año comenzamos a recibir aceites. Pronto sumaremos la recepción de pilas, baterías y cartuchos de impresoras, entre otros», destacó Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público porteño.
De acuerdo con el Funcionario, durante las campañas de recepción realizadas el año pasado por el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, a través de la Agencia de Protección Ambiental, se juntaron 10.024 aparatos electrónicos y eléctricos en desuso, cifra que equivale a 16,7 toneladas.
El número, es altamente gratificante puesto que se trata de residuos que son muy contaminantes por lo que, si no se descartan de manera correcta, generan grandes impactos en el medio ambiente.
Además, se destacan porque son elemento de cuyas partes cerca del 90% se puede reciclar -principalmente plásticos y metales como oro, plata, cobre, aluminio- como una forma de minería urbana que reduce la necesidad de extraer estos recursos de la naturaleza. Una pequeña fracción de estos equipos tiene componentes peligrosos, que deben ser gestionados adecuadamente.
