Según la Universidad Nacional de Colombia, de 517 líderes religiosos, más de 400 aseguraron haber vivido algún caso de discriminación en 2016.
Luego de que Manizales oficializara hace un mes su Política Pública de Libertad Religiosa, la ciudad de Bogotá llevó a cabo el lanzamiento de su política pública enfocada en la misma dirección de libertad de cultos, con la cual la Alcaldía de la capital colombiana reconoce y garantiza los derechos, la diversidad y la pluralidad religiosa en la ciudad.
Con la puesta en marcha de esta política pública, que requirió de más de 116 encuentros en los que participaron más de 500 líderes de 40 comunidades religiosas, el Gobierno bogotano destaca el valor de las creencias y en la dimensión espiritual como un referente de la dignidad humana.
De acuerdo con Miguel Uribe Turbay, secretario de Gobierno de la capital colombiana, “reconocemos esta nueva política pública como un triunfo del trabajo que por años han venido realizando estas comunidades”, y agregó que de esta manera Bogotá “busca fomentar el respeto por las diversas creencias, y prevenir y reducir la vulneración o amenaza contra líderes, lideresas y la ciudadanía”.
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El funcionario remarcó que otro de los objetivos de la política pública de libertades religiosas en Bogotá es disminuir la intolerancia por diferencias de culto, pues según la Universidad Nacional de Colombia, de 517 líderes religiosos, más de 400 aseguraron haber vivido algún caso de discriminación durante el año 2016.
“Tener una religión y practicarla debe considerarse un Derecho Humano, y quien la defienda debe reconocerse como un defensor de dichos derechos”, agregó Uribe Turbay. Igualmente, esta nueva política pública apunta a contribuir con la reducción y la eliminación de la violencia contra niñas, niños y adolescentes en la ciudad.