Su inauguración coincide con la polémica alrededor del recorte en ciencia y tecnología previsto en el presupuesto nacional de 2017, entregado al Congreso para su discusión.
El alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro argentino de Ciencia, Tecnología e Innovación, Lino Barañao, entregaron a la ciudadanía la Plaza de las Ciencias en el barrio Palermo.
Ubicado en Godoy Cruz entre Soler y Paraguay, se trata de un espacio verde público de 10.100 m2, con elementos que acercan la ciencia y la tecnología desde un aspecto lúdico.
La Plaza de las Ciencias cuenta con 350 m2 para plantaciones de arboleda, un pabellón de exposiciones y un sistema de recuperación de aguas de lluvia para el riego de 25.000 litros, entre otras características.
La nueva plaza tiene además módulos interactivos donde los visitantes podrán comprobar mediante el juego algunos conceptos sobre el movimiento, fuerzas, energía, agua y percepción sensorial, en un modo entretenido de acercarse a la ciencia a través de la generación de experiencias.
El ministro Barañao explicó que “esta era una zona abandonada, pero con buenas bases, y se reconstruyó un edificio que tiene todas las características de la alta tecnología” y aseguró que se trata del “único lugar del mundo donde se integra la investigación, la administración y la divulgación de la ciencia”.
El ministro se refería así al Polo Científico y Tecnológico, vecino de la nueva plaza, que fue entregado al país en 2011 y construido en unas antiguas bodegas vinícolas. Fue proyectado como edificación por los estudios Hauser Ziblar y Parysow Arquitectos con conceptos de arquitectura sustentable.
Además de vincularse con las actividades del Polo Científico y Tecnológico, la nueva plaza cuenta con zonas destinadas a exhibiciones o espectáculos emparentados con las actividades del Centro Cultural de la Ciencia.
“No hay nada más lindo que inaugurar un espacio verde público para que disfruten todos los vecinos”, expresó el alcalde Rodríguez Larreta y destacó el plan de su gobierno en el objetivo de sumar en estos 4 años 110 hectáreas verdes en la capital argentina.
Por su parte, Barañao dijo sentir una “profunda satisfacción” al “completar este proyecto emblemático por muchos motivos: por la integración a la Ciudad y aportar al espacio verde, pero también por la simbología de lo que ha pasado con la ciencia argentina”.
Polémica por presupuesto
A pesar de esta buena noticia, los medios argentinos han especulado con la renuncia del ministro Barañao –único ministro que viene desde el gabinete de Cristina Fernández de Kirchner-, y que días atrás afirmó que si no llegan los fondos para su área, podría alejarse del cargo, esto ante el anuncio de un recorte del 32,5 por ciento en ciencia y tecnología que prevé el proyecto del presupuesto de 2017 enviado por el Gobierno de Mauricio Macri al Congreso.
Justamente el jueves anterior en Buenos Aires, científicos, estudiantes y docentes universitarios entregaron un documento al Congreso con más de 30.000 firmas para protestar por el recorte de 990 millones de pesos (66 millones de dólares) que prevé el Gobierno central para ciencia y tecnología. En 2016, el presupuesto para esta área fue de más de 3.043 millones de pesos (unos 203 millones de dólares), pero la intención del Gobierno es reducirlo a unos 2.053 millones de pesos (136 millones de dólares).
Según los académicos, este recorte significaría una disminución de 0,7 a 0,59 del porcentaje del Producto Interno Bruto PIB dedicado a la ciencia y la tecnología en el país.
