Fue aprobada la Ley de Seguridad Pública Integral, que oficializa la creación del nuevo cuerpo de seguridad. Iniciará operaciones con 25 mil oficiales.
Los astros se alinearon en beneficio de la seguridad de Buenos Aires. Por primera vez y después de casi 20 años los gobiernos central y de la ciudad comparten un mismo color político y ello ha permitido desatar un tema largamente esperado por la capital porteña: la autonomía en materia de seguridad.
Y gracias a la aprobación con 55 votos a favor, tres en contra y una abstención, pasó a sanción la nueva Ley de Seguridad Pública Integral, la base para la creación de la nueva Policía de la capital argentina.
“Este es un día histórico que venimos soñando hace mucho tiempo. Hoy la Ciudad tiene su propia Policía”, destacó el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
El traspaso de la Policía Federal a la órbita de la Ciudad comenzó a principios de este año con la aprobación por ley del Convenio de Transferencia Progresiva de Facultades y que finalizará el 1 de enero de 2017. Larreta afirmó que a partir de la puesta en marcha de la nueva fuerza, prevista para la fecha mencionada, están “todas las condiciones dadas para trabajar en mejorar la seguridad de los vecinos”.
La ciudad de Buenos Aires registra altas cifras de delitos contra las personas y la propiedad. La tasa de robos en 2015 fue de 2064 por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, la cifra de homicidios es baja con un número de 5.4 por cada 100 mil habitantes. El reto de la nueva Policía será disminuir estas estadísticas.
La nueva Policía va a estar conformada por 25.000 efectivos (19 mil transferidos desde la Federal y poco más de 6 mil de la Metropolitana). Larreta ya había advertido previamente en medios de comunicación de la ciudad que ningún policía va a perder derechos por pasarse a la nueva Policía de Buenos Aires, un tema que inquietaba a algunos oficiales y que tendrá que ser resuelto con prontitud.
Formación, Equipamiento y Cercanía
Tanto los cadetes que egresan del instituto como los policías transferidos se van a formar en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP), donde recibirán instrucción en derechos humanos, legislación porteña, la aplicación de la Constitución Nacional y la de la Ciudad de Buenos Aires.
Para equiparar ambas fuerzas (Federal y Metropolitana), se están realizando entrenamientos a la Policía Federal transferida. En el mes de septiembre se capacitó a la séptima promoción de aproximadamente 500 efectivos. En lo que va del año por el ISSP pasaron más de 3.000 efectivos que pertenecían a la Federal.
El equipamiento es otro tema fundamental. Sobre ello, el Centro Único de Coordinación y Control (CUCC) está dotando continuamente de la última tecnología de comunicación a cada móvil para que la respuesta sea inmediata y eficiente en la coordinación con el CUCC.
Se compraron 300 automóviles patrulleros y 40 pickups, todos blindados y equipados con alta tecnología. Además se incorporaron 300 motos, 60 cuatriciclos y 40 autos eléctricos, y se aprobó la compra de 20.000 chalecos antibalas, nuevas armas reglamentarias y uniformes para toda la fuerza.
En cuanto a la política de cercanía que se pretende con esta nueva fuerza policial, ya están planteadas acciones concretas: se empezaron a reemplazar a los policías que hacen tareas administrativas en las comisarías con civiles entrenados para esos fines. De esta forma, se avanza en el proyecto del Gobierno de sacar más policías a las calles para brindar una mejor seguridad a los ciudadanos.
Luego de lograr esta autonomía en materia de seguridad, el siguiente paso es obtenerla en la aplicación de Justicia “Estamos trabajando en conjunto con el Gobierno nacional para poder cumplimentar el proceso de transferencia de competencias judiciales que le pertenecen a la Ciudad”, explicó el propio alcalde Rodríguez Larreta.
Ahora después de ser saldada esta deuda con la ciudad, será clave mostrar resultados positivos y justificar el paso dado con la autonomía en seguridad. El tiempo dirá la conveniencia o no de esta decisión.
